Assaad Awad: El extraordinario.

Por Minerva Santana.

Dijo Pablo Picasso que si llega la inspiración que nos coja trabajando. Esta podría ser la premisa del diseñador de origen libanés afincado, en su adorado barrio de Lavapiés, en Madrid. Es capaz de estar catorce horas diarias en su taller realizando extraordinarias piezas. Y viéndolas, damos fe a que la musa aparece.

Empezó con maravillosos accesorios y ya diseña para hombre y mujer siguiendo su línea fetichista, industrial y artesana. Sus creaciones, aunque tengan ese público tan conocido del panorama actual, al que debe la aceleración de su fama, van más allá de quién se atreva a exhibirlas. Deberíamos empezar a dejar de asociar su nombre a las celebridades para las que trabaja, pueden dar una agradecida notoriedad pero es él el que hace que luzca y no al revés.

Tras haber debutado en febrero, con su primera colección, en Valencia Fashion Week  y adelantar que iba a por la masculina. En esta reciente edición de la pasarela valenciana llegó Medusa. Un repertorio de piezas bajo la inspiración de «uno de los mayores ejemplos del éxito evolutivo». Estructuras más sencillas pero igualemente esculturales. Domina la mezcla de tejidos tan tradicionales como el cuero y el látex como componente fruto de avances en la tecnología. Resultan ser unos lienzos que combinan  muy bien con su estética pagana. El patrocinio de Swarovski Elements dió pie a un poco de brillo en la sombras, algunas joyas y complementos estaban adornadas de estos famosos cristales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Propone mujeres y hombres renovados. Apostando por una comodidad en las prendas que aparentemente no percibimos en una primera impresión. Una segunda piel que sigue siendo intrépida, en donde no tiene cabida la inseguridad y el disgusto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Quiero destacar  una idea muy acertada sobre la estética del desfile.: El maquillaje negro que enmascara el labio inferior y la barbilla hacia el cuello de los modelos. Me han apuntado que ha sido un concepto del propio Assaad y la verdad, daba un toque perfecto a la presentación de sus obras. Es lo que tiene ser tan creativo.

Como punto negativo: la distancia de la pasarela del Agora. Es muy ancha, una pena, pues dificulta la apreciación de las piezas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muchos dirán que es oscuro. Puede que sea sombrío pero es puro arte.

©Fotos Tormenta de Ideas Comunicación

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