Los juramentados vestían de negro
La idea de hacer una antología partió de Argentina. En Buenos Aires, en una cafetería de la que no quiero acordarme, alrededor de cafés y mates, un grupo de letraheridos argentinos conspiraron para escribir un libro de relatos a 14 manos (eran seis y ninguno manco, y si no salen las cuentas es que el […]