Historias de pasión, locura y muerte: Diego Rivera y Frida Kahlo
Por Juan Carlos Boveri En 1913, una niña de seis años sufre un ataque de poliomielitis. No es más que el comienzo de una larga lista de desgracias que tendrá que vivir. Queda con una pierna más delgada que la otra y, ya en la adolescencia, se inscribe en la Escuela Nacional Preparatoria de […]
Historias de pasión, locura y muerte: Modigliani y Jeanne Hébuterne
Por Juan Carlos Boveri Es el día 24 de enero de 1920, en el hospital de la Caridad, en París, Amedeo Modigliani acaba de morir de meningitis tuberculosa. Antes de ser internado, ha pasado una semana gravemente enfermo en su estudio de la calle Grande Chaumiére, en Montparnasse. Unos vecinos se preocupan al […]
Historias de pasión, locura y muerte : John Lennon y Yoko Ono
Por Juan Carlos Boveri Un tipo un tanto obeso sintió ganas de pasar a la historia. Era demasiado mediocre como para hacer algo que le diera éxito. Se le ocurrió una gran idea: matar a alguien famoso y quedar en el recuerdo como su asesino. En definitiva, eso mismo habían logrado Lee Oswald y […]
Historias de pasión, locura y muerte : Oscar Wilde y Alfred Douglas
Por Juan Carlos Boveri John Douglas, marqués de Queensberry, tenía la apariencia y la forma de pensar que debe tener un aristócrata inglés de la época victoriana. Como buen caballero y deportista, su conducta era guiada por un espíritu inflamado de altruismo. Esto lo había llevado a crear nuevas reglas que hacían del boxeo […]
Historias de pasión, locura y muerte : Scott Fitzgerald y Zelda Sayre
Por Juan Carlos Boveri En marzo de 1948, el hospital para enfermos mentales de Asheville, en Carolina del Norte, se incendia. Zelda Sayre está internada en él y muere quemada. Ocho años antes, en diciembre de 1940, ha muerto Scott Fitzgerald de un ataque al corazón, en el departamento de Sheila Graham, en Hollywood. […]
Historias de pasión, locura y muerte : Jim Morrison y Pamela Courson
Por Juan Carlos Boveri El 3 de julio de 1971, en un departamento de la calle Beaureillis de París, Pamela Courson dormía compartiendo la cama con Jim Morrison. Estaban drogados con heroína y Morrison había tosido bastante escupiendo sangre. Hacía dos meses que tosía y escupía sangre. No hizo nada al respecto. Tampoco Manzarek, […]
Alusionaciones (1)
Por Francisco de Paula Pestaña Parras Su padre guardaba aquella pistola en el escritorio. Decía que sólo la quería para defenderse, no para nada malo, pero todos en casa sabían que a veces se quedaba encerrado con ella y pasaba horas mirándola cuando quería dejar una vida que le asqueaba. Entonces la abría […]
CAFÉ DE NUIT
Por Francisco de Paula Pestaña Parras “Lloraba de nuevo, borracho de pasado imposible.” ( Vladimir Nabokov) Tal vez te sorprenda que tenga tu dirección. Lo cierto es que me la dieron en el mismo momento en que te mudaste de ciudad. Siempre hay alguna amiga que no se explica la ruptura. Porque […]
Maleficio de taciturnidad
Por Francisco de Paula Pestaña Parras “Y atended que estas impías padecen maleficio de taciturnidad y así salen de noche de sus casas sin ser sentidas -que en esto el diablo las ayuda- y por ello de día se hayan cansadas y descuidan las tareas propias de hogar cristiano y no parece sino que la […]
Delincuento
Por Francisco de Paula Pestaña Parras Que quede claro que lo que voy a contar no es por arrepentimiento. No todo lo que admitimos los criminales tiene por qué ser una confesión. Lo que sí es cierto es que yo no elegí acabar así. Al principio eran apenas travesuras, escribía frases en los márgenes de […]
No conseguireís bendecirme
Por Francisco de Paula Pestaña Parras . Por entonces él no tendría más de siete años. Cuando todos los caminos le nacían de los pies. Para llegar a la escuela pasaba por delante de la catedral, todavía con escarcha entre los pliegues de sus bellos embustes de piedra. Luego continuaba caminando calle arriba hasta el […]
Resguardo del viajero
Por Francisco de Paula Pestaña Parras En Barcelona me escondía en Santa María del Mar a escuchar al organista, y todas sus columnas eran los nervios de ese órgano; en Londres descansé serenamente rodeado de cuervos; peregriné a Montparnasse para leerle a Baudelaire uno de sus poemas en oración lasciva; la madrugada de Madrid sirve […]