«Monrovia», de José Luis Muñoz

LLUNA VICENS

El lector puede decir que tiene entre las manos una novela de aventuras y, al mismo tiempo, de crítica social, una novela de género negro porque “Monrovia” (Bohodón Ediciones, 2025), el libro número 62 —que se dice pronto— del escritor José Luis Muñoz, ambientado en la capital de Liberia, pivota entre ambos géneros.

José Luis Muñoz, al inicio, nos sitúa en la ciudad de Barcelona frente a un individuo que su mayor sueño es ser escritor, algo que nunca ha conseguido, y que trabaja de contable en una empresa. Casado y sin hijos,  su matrimonio claramente hace aguas por todas partes, es una relación llena de reproches que camina hacia su destrucción cuando descubre la infidelidad de su mujer. Ese será el detonante para abandonarlo todo y emprender una nueva vida.

Siempre se ha dicho que tomar decisiones precipitadas puede salir caro y es lo que le sucede al protagonista Agustín Serch. Desencantado de una vida monótona y sin alicientes, se siente un fracasado y al día siguiente de abandonar su domicilio conyugal conoce a Pablo Cienfuegos, el que le convence para que se enrole en el buque carguero Nostromo, personaje que se arrimará siempre allí donde pueda sacar algún partido, y sobre el que junto con Agustín Serch y Hugo el argentino, un idealista revolucionario huido de su país, pivotará toda esta historia.

Enrolarse en un buque mercante, el Nostromo, bajo las condiciones psicológicas en las que se encuentra Agustín Serch, nunca puede ser una buena decisión, pero el protagonista necesita huir de lo que ha sido su vida hasta ese momento y desconoce completamente lo que es el día a día en alta mar y la dura convivencia con una tripulación hostil. Un viaje iniciático el de ese marino bisoño que no será sencillo (temporal incluido) como tampoco lo será el trabajo poco gratificante que se le asigna para poder embarcarse. Los choques con parte de los marineros serán continuos mientras no se haga respetar y la presencia de un contenedor fantasma que cargarán en el puerto de Essaouira (Marruecos),  tienen relevancia en la historia. Esa sería la segunda parte.

Y llega el escenario final, el que hace honor al título de la novela, “Monrovia”, capital de Liberia, el primer país independiente de África, y su ciudad más importante, al mismo tiempo que inestable, donde Pablo Cienfuegos tiene un sueño obstinado de poner en marcha un bar y le propone a Agustín Serch, antes de llegar a puerto, que se asocie con él. Este accede y lo bautiza con el nombre “El corazón de las tinieblas”, homenaje a la obra de Joseph Conrad, uno de los autores de cabecera de José Luis Muñoz, el mismo día que Hugo el argentino le recomienda a Agustín Serch que no lo haga y que si algún día precisa de su ayuda, porque sabe que la va a necesitar, se dirija hacia el interior de la selva, que allí lo encontrará. Un sangriento golpe de estado hará que todo se complique para nuestros personajes pero para saber el motivo antes se tendrá que leer “Monrovia”, una novela sobre la parte más oscura de África, un continente maldito por la avaricia de Occidente que sigue desangrándose ante la indiferencia de todos.