Como nos manipulan. Ingeniería social para Dummies (Parte I)a cortina de humo, el Cambio de Reflectores y el Sesgo de contenidos
El término “Cortina de humo” procede del argot militar. Hace referencia al humo provocado para impedir que el enemigo vea o adivine los movimientos propios. Trasladado al ámbito social una cortina condensa todas aquellas acciones u omisiones que se producen para distraer, tapar o evitar el conocimiento del ciudadano acerca de actos del Estado.
Para provocar esta ceguera en la sociedad civil los gobiernos cuentan, hoy en día, con muchos más medios que antaño. Prensa mercenaria, a soldada del poder, trolls infiltrados en las redes con la misión de opacar la información, wokes que acribillan al ciudadano que disiente en sus opiniones y una amplia red de servidores dedicados a desviar la atención o centrarla en otra situación para que pase lo más desapercibida posible. Los “amplificadores” difunden las ideas que los “iniciadores de idea” crean para llegar a los “observadores” que pueden ser sujeto pasivo de la invasión o ”comentadores”, aunque estos suelen ser machacados por la amplia panoplia de boots al servicio de la idea.
La Cortina de Humo crea un relato alternativo a la realidad, una entelequia para enfrentarla a la realidad “incómoda”. La ocultación es el objetivo de esta técnica que se basa en la agenda setting, esa influencia que los medios de comunicación de masas tienen sobre el público al determinar cuáles asuntos poseen intereses informativos y cuales no. Los medios de comunicación gradual la importancia de la información, dan prioridad y crean conciencia. De este modo se crea una influencia en la agenda pública. El mapa informativo está condicionado por la ideología, intereses o la genuflexión ante quienes pagan las nóminas del medio. De este modo se crea un periodismo de reclinatorio y misal que rinde culto al poder que lo alimenta.
Las técnicas empleadas pasan el tamaño o extensión de la noticia, la frecuencia de la repetición, o el lugar de prioridad donde se ubique dentro del medio, ya sea escrito, televisivo o radiofónico
Framing es la selección y el énfasis que los medios conceden a las características de un tema, y que promueven abiertamente en el público una particular evaluación sobre dicho tema.
El conocimiento del espectador sólo tiene acceso a la información que se les ofrece y los datos están restringidos, excepto para quienes se molestan en investigar la realidad.
Los temas que se omitan en los medios, difícilmente pueden ser analizados por el receptor. El emisor siempre se referirá a los hechos que interesan no como posibilidades sino como verdades incuestionables.
Siempre se acogen al señalamiento de un “enemigo” o cabeza de turco.
Uso del estereotipo y distracción mediante sensacionalismos y controversias.
El uso del doble filtrado: Círculos de información Personales y Medios de Comunicación.
Una de las técnicas más empleadas consiste en soltar alguna premisa que cambie el contenido de las conversaciones cuando se está tratando de imponer alguna norma, ley o disparate que se conoce que va a causar asperezas. La salud pública es una de las premisas recurrente. También la creación de escenarios con los que el receptor pueda simpatizar: escándalos, deportes, economía. Cualquiera es válido para que del tropo central se pase a otro secundario. El llamado “cambio de reflectores”.
La Cortina de Humo puede utilizarse de diversas formas. Desde temas banales que distraen la atención y cumplen la función de Panem et Circenses, hasta historia manipulada y sesgada. El juego de acusar de aquello mismo de que se es acusado no está ausente en esta técnica social de manipulación.
Otras herramientas utilizadas son el Sesgo de Encuadre, el Sesgo de Confirmación donde la forma de presentar la información condiciona la interpretación de la misma. Omitiendo información y centrándose en datos selectivos para dirigir al receptor. Para ello se juega con la Terminología, con la falsa dicotomía (buenos y malos), una técnica clásica o el lenguaje emocional que apela al peligro de los “malos” o a la pérdida del bienestar, provocada (obviamente) por los “malos”: