«Joker: folie à deux

JOSÉ LUIS MUÑOZ

Parece que no le han perdonado a Todd Phillips (Nueva York, 1970) que haya convertido esta segunda parte de su aclamado Joker en un musical sentimental, o en una película, como el mismo director dice, con números musicales incluidos. Joker: folie à deux viene a incidir en las razones de la rabia antisocial de ese personaje descarriado de risa hiriente, que se convierte en alarido enloquecido, y define de forma tan exacta a su personaje. Abusado en su infancia, violado, rechaza a su abogado en un juicio que debe determinar su culpabilidad en seis asesinatos brutales que seguramente lo llevarán a la silla eléctrica.

Esta segunda parte de la exitosa primera es cine carcelario y judicial, pero Todd Phillips introduce un elemento distorsionador en la historia que la humaniza: Harlem Lee Quinzel / Harley Quinn (Lady Gaga), la paciente del Hospital Estatal de Arkham que se enamora a primera vista de Arthur Fleck / Joker (Joaquin Phoenix) cuando lo ve cruzar por el vano de una puerta y se dispara un tiro imaginario en la cabeza con su mano convertida en pistola, uno de los momentos de magia de esta película extraña y turbadora.

Así es que finalmente la segunda entrega de Todd Phillips sobre ese payaso siniestro que no hace reír, es una historia de amor enloquecida entre dos personajes límite aderezada con brillantes números musicales extraídos de piezas clásicas versionadas de nuevo en una forma totalmente transgresora (That’s Entertainment, When the Saints Go Marching In, Get Happy entre otras) y la banda sonora impresionante de la compositora islandesa Hildur Gudnadóttir (Sicario, TAR, Chernóbil, Joker).

Joker: folie a deux cierra el paso a una nueva entrega como verán los que se atrevan con ella. La historia de amor entre dos seres desequilibrados y asociales no puede terminar bien sobre todo cuando Harley Quinn se decepciona con la debilidad sentimental de su héroe, no permite que se humanice, quiere la máscara no la persona que se esconde tras de ella. La realización de Todd Phillips remite constantemente a la historieta en que se basa, remarcada con ese brillante prólogo de dibujos animados sencillamente genial.

Joker: folie á deux es una película romántica y abrasiva que no encuentra el público que tuvo su primera parte, pero sus imágenes son electrizantes, fagocitan en todo instante al espectador en gran medida por esos dos actores enormes que son Joaquin Phoenix, que interpreta con su cuerpo desgarbado y torturado al personaje de risa siniestra y con la expresión enloquecida bajo su disfraz de payaso, y una Lady Gaga sencillamente impresionante y turbadora que roba planos al protagonista masculino.

Denigrada por Paul Schrader que la definió como un pésimo musical, y elogiada por Francis Ford Coppola, que no está precisamente en su mejor momento, la película que se perfila como uno de los mayores fracasos de taquilla (y ahí se da la mano con El último duelo de Ridley Scott) el film de Todd Phillips son 138 minutos que vuelan y se posan en el imaginario del espectador una vez abandona la sala, de este espectador.

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