«Mapas de agua y arena», de Javier Martín-Domínguez
JOSÉ LUIS MUÑOZ
Las vidas de estos dos apasionados viajeros que fueron Paul y Jane Bowles, pareja que en un momento determinado de sus vidas decidió casarse, pero sin tener las ataduras de un matrimonio convencional, da para muchos libros. El documental de Javier Martín-Domínguez nos acerca a una época pasada, en donde el viajar era un concepto elitista próximo a la aventura, y a una pareja de escritores con desequilibrios emocionales, más centrados en acaparar experiencias que en escribir.
Paul Bowles era músico, antes que escritor. De hecho, no empezó a escribir hasta muy tarde y su novela más conocida, El cielo protector, escrita en África, fue rechazada por la editorial que se la encargó con la nota de que eso no era una novela. Por suerte el norteamericano con pinta de dandi británico, adicto al kif (cannabis marroquí) y a diversos tipos de drogas, consiguió muy pronto que otra editorial le publicara esa obra icónica de la literatura de viajes a la altura de Memorias de África de otra viajera y aventurera, la danesa Karen Blixen.
En el documental vemos y escuchamos a Paul Bowles, ataviado con bata, en su casa de Tánger, cuando la ciudad marroquí más europea de África atrajo a un sinfín de artistas nómadas a la búsqueda de una autenticidad que no encontraban ni en Estados Unidos ni en América: por su casa tangerina pasaron, entre otros, Jack Keruac, William Burroughs, Truman Capote, Jean Genet, Francis Bacon, los Rolling Stones… Quien se dejaba caer por esa ciudad al otro lado del estrecho, entre el Mediterráneo y el Atlántico, visitar a ese nómada varado de aspecto atildado que constantemente estaba tocando y dándole a su pipa de kif, era una parada obligatoria.
Paul Bowles habla, en el documental, con cierta amargura de su compañera sentimental Jane, con la que convivió de forma intermitente y a la que reprochaba su adicción al alcohol que acabó llevándola prematuramente a la tumba. Nunca sabía ni en dónde estaba ni qué hacía. “Regresaba a altas horas de la madrugada, borracha y sin zapatos”. La relación abierta que mantenían ambos escritores se fue deteriorando por el afán de ella de experimentar. La obra literaria de Jane Bowles se circunscribe únicamente a la novela Dos damas muy serias. Su etilismo le condujo a la ceguera y sus últimos años, en un sanatorio malagueño regentado por monjitas, fueron un infierno. Sus restos reposan bajo tierra y sin lápida en el cementerio del sanatorio.
Paul Bowles se explaya a conciencia con una de las curiosas amistades de su mujer, Charifa, la marroquí que ejercía una influencia total sobre ella y practicaba la magia negra para destruirlos. También aparece en el documental Mohamed Mrabet, un cuentacuentos marroquí cuyas historias orales le sirvieron a su amigo americano como fuente de inspiración y con quien escribió a cuatro manos el libro Amor por un puñado de pelos. Y Bernardo Bertolucci que llevó al cine la obra cumbre de Bowles El cielo protector con John Malkowich y Debra Winger en la que es una de sus obras maestras incuestionables que capta a la perfección lo que fue para el escritor esa ciudad y ese país.
En uno de los planos finales del documental aparecen las viejas maletas del escritor, apilonadas. Paul Bowles que había viajado por África, Europa y América no se movía ya de Tánger. Para el viajero / aventurero que había sido, la magia del viaje había desaparecido: “Tienes que viajar en avión, no puedes hacerlo en barco. Tienes que reservar con una antelación horrorosa, ya no puedes llegar a un lugar y escoger libremente tu alojamiento en el último instante. El turismo ha matado al viajero”.
Mapas de agua y arena es un acercamiento a ese mundo desaparecido del que Bowles era uno de sus máximos exponentes: el de los viajeros románticos que se desplazaban sin prisas por territorios vírgenes. Ahora todo está contaminado. La pueden ver en CaixaFórum Streaming.