El escritor Justo Vila presenta su libro “La calle del medio”
El escritor e historiador helecheño Justo Vila ha presentado en el marco de la 40 Feria del Libro de Badajoz su última obra “La calle del medio”. Justo Vila fue director de la Biblioteca de Extremadura y ha colaborado como asesor histórico en diferentes películas y documentales como “Silencio Roto”, de Montxo Armendariz o documentales sobre los años de la República para la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. Su faceta de guionista se centra en los documentales “La voz del río” y “La montaña mágica”, producidos por tragaluz.
Llega “La calle del medio” detrás de la novela “Mañana sin falta”. Compuesto por un ramillete de cuentos y vivencias donde está presente el pulso narrativo del autor. Un mundo suspendido en el tiempo, la villa imaginaria de Trasluz, donde personajes como la protagonista de “La hija de mi abuela” presentan en duro monólogo toda la miseria y marginación de una vida. El cuento que da título al libro nos presenta a Gonzalo Esquina, que consigue negociar con su ángel protector. También el recuerdo latente de Antonio Machado mientras recorre en ese tren que le llevaría a Segovia en 1919 para tomar posesión de su cátedra en el cuento “¡Que digo amigos!”. Justo Vila continúa en su reivindicación de las víctimas, en la búsqueda de justicia que ya alentara obras anteriores, en la lucha sin tregua contra las injusticias, en el apoyo a los humildes y los vencidos.
Se revela de nuevo esa armonía de la naturaleza, esas descripciones rurales y paisajísticas de flora y fauna que ya habitaban en “La agonía del búho chico”, se repiten lugares (aquel Dámaso procedía de Trasluz)
Vila ha continuado con la escritura como terapia, después de la jubilación. Hay mucho del Vila historiador en estos cuentos, dentro de la libertad creativa que permite la literatura frente a la férrea realidad de lo histórico. Pero ahí siempre estarán las raíces, los vínculos familiares, lo que pudo llegar a ser y no fue, los sueños incumplidos.
Las historias redivivas de la infancia, la tradición oral en torno al brasero, las vivencias de los abuelos. Todo esto le sirve a Justo Vila para dibujar una paleta de historias variadas, humanas, latentes, con ese pulso que lo ha convertido en uno de los narradores más potentes de nuestro terruño.