¿Cómo escojo el vino para mi menú de Navidad?
Este año las cenas de Navidad y Nochevieja se cogen con una mezcla de ganas y miedo que no van a dejar a nadie indiferente. Pero, quitando ese sentimiento contradictorio, en la mesa de este año no puede faltar de nada porque, si algo se ha aprendido durante este 2020 es que hay que celebrar cada minuto como si fuera el último. Tal vez lo sea.
Elegir buen vino rosado para acompañar la cena es darle un toque especial, que se sale de la norma y que, a priori, puede casar con diferentes menús sin determinarlos tanto como el tinto o el blanco.
En cualquier caso, sea uno u otro, el vino en la mesa de Navidad no puede fallar, aunque sea solo para tomarse una copa, dar un sorbito y sentir que se está a salvo, a pesar de todas las adversidades que se han vivido este año.
España es uno de los primeros productores de vino de toda Europa. Cuenta con una gran extensión de viñedos, destacando algunas regiones como Castilla – La Mancha, Castilla y León, La Rioja o Galicia, pero también Cataluña, País Vasco, Extremadura, Comunidad Valenciana…quizá el vino sea lo que más une a todo el país, porque su cultivo está presente en casi todas las comunidades autónomas.
Además de formar parte de la identidad o marca país, el vino cuenta con muchos beneficios cardiosaludables – siempre y cuando se tome con moderación – por lo que son muchas las personas de diferentes edades que acompañan sus comidas con una copa de vino de algunas de las múltiples denominaciones de origen que tiene España.
¿Con qué vino acompañar nuestros platos en Nochebuena o Nochevieja?
Esta pregunta no es fácil de contestar, porque dependerá mucho del gusto de los comensales y del menú que se elabore.
En muchas familias el plato principal suele ser de cordero o cochinillo, por lo que se suelen decantar por un buen vino tinto que se adapta más para este tipo de comida. En el caso de que el principal sea ave, pularda o pavo, un vino rosado puede cuadrar muy bien, incluso, si se quiere, un vino blanco. Este último suele casar con pescados.
Ya se sabe que en Navidad también el marisco es casi esencial, por lo que no sería descabellado tomarse una copa de blanco con el marisco y una de tinto después con la carne. Incluso, existe ya vino sin alcohol para aquellos que lo prefieran.
Por último, no hay que olvidar que los vinos también pueden servir para los postres. Un buen vino blanco pude acompañar un buen queso, o alguno de los vinos dulces que existen en España se puede tomar con el turrón o los mazapanes.
Y no hay que olvidar tampoco el cava, el primo achispado del vino. Junto al catalán, el extremeño y el valenciano cada vez despuntan más.
Sea cual sea la elección del menú y del vino que se decida que lo acompañe, no hay que olvidar mirar el etiquetado de origen. Primar los productos de nuestros viticultores y ganaderos después del año que se ha vivido es primordial para fomentar la economía local y contar con las garantías de que son productos elaborados con un alto estándar de calidad.