Corpus Christie, de Jan Komasa
Posted on 28 octubre, 2020 By José Luis Muñoz Actualidad, Cine, Críticas
Potencia visual, furor interpretativo y originalidad no le faltan a este film polaco candidato al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Jan Komasa (Poznan, 1988) narra la experiencia de David, un joven y violento delincuente juvenil obsesionado por la religión, que se disfraza de cura para huir del reformatorio y asume su rol con tanto entusiasmo que llega a creerse sacerdote y asume, en la pequeña localidad a la que va a parar, un papel de sanador para curar una vieja herida que divide a la población (un accidente de coche que acaba con sus jóvenes ocupantes muertos) por medios poco ortodoxos.
El de la impostura, que acaba imponiéndose, no es un tema nuevo en el cine (ahí está El general de la Rovere, dirigido por Roberto Rossellini e interpretado por Vittorio de Sica, o, más recientemente, El capitán de Robert Schwentke). Jan Komasa sitúa al espectador, con una parquedad de imágenes ejemplar, en el entorno violento del reformatorio en una turbadora primera secuencia y enseguida fija la cámara en ese portentoso, histriónico e inquietante actor principal, amo de la función, verdadero monstruo que devora a todos los que hay a su alcance, que es el joven actor Bartosz Bielenia al que es difícil aguantar su mirada enloquecida.
El film se tambalea en cuanto David, el falso sacerdote, emprende esa especial cruzada de sanación de su rebaño pastoral (tampoco es muy creíble que el viejo sacerdote de la localidad lo acepte sin más, sin comprobar ninguna credencial), y en su final (la redención es imposible porque la sociedad no permite a ese muchacho con vocación religiosa ser cura por sus antecedentes) que acaba en revuelta. Sobre jóvenes rebeldes sigo prefiriendo La soledad del corredor de fondo de Tony Richardson aunque no se le pueda negar a este film polaco un indiscutible punch subrayado por la fotografía azulada de Piotr Sobozinski, la sabiduría de los encuadres y la sintaxis del montaje. Jan Komasa, afortunadamente, deja a un lado las moderneces que enturbiaron su film bélico-romántico Varsovia 1944 para contarnos con sobriedad este drama sobre impostura y religión que deja en el espectador un sabor agridulce y lo mantiene atento casi dos horas.
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Bartosz Bielenia, Corpus Christie, Jan Komasa, Polonia, religión