Por qué la franquicia de James Bond es tan exitosa
James Bond es una de las sagas de acción más memorables de la historia del cine. El personaje se basa en las novelas de Ian Fleming cuyo primer libro, Casino Royale, fue publicado en 1953 y un año más tarde, en 1954, nos llegó la adaptación cinematográfica con Barry Nelson haciendo de agente secreto. Tras más medio siglo de películas, la franquicia sigue siendo una de las más aclamadas por el público y por la que han pasado más de una decena de protagonistas icónicos, como por ejemplo Roger Moore que pertenece al grupo de actores legendarios de Hollywood. A continuación, os contamos porqué la franquicia de James Bond es tan popular.
Las franquicias venden
Las sagas populares se retroalimentan de su propio éxito. Los espectadores prefieren ver la nueva parte de una franquicia de renombre en vez de otra película desconocida, independientemente de la calidad de cada una. Esto se debe a la propia psicología de las personas en cuanto se relacionan sagas populares con calidad, aunque no sea así, y ante una cartelera de películas desconocidas normalmente se opta por las de nombre popular. Esto no es ningún secreto: las productoras de cine tratan de sacar secuelas de cualquier título de éxito, aunque el afán por exprimir un nombre a veces nos trae películas malísimas como las segundas partes de El lago azul, Este chico es un demonio o El exorcista.
En este sentido, las películas deben reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos para no saturar al espectador con más de lo mismo ni argumentos fáciles. Una de las fórmulas que utiliza James Bond para renovar su imagen es cambiar de protagonista al pasar los años. En toda la historia hemos visto a grandes actores hacer de agente secreto, como Sean Connery, Roger Moore o Daniel Craig. La técnica de cambiar de protagonista también la vemos en series de larga trayectoria como Doctor Who.
Un protagonista repleto de carisma y glamour
El presonaje de James Bond siempre ha estado rodeado con un aura de carisma. La elegancia del traje, sus aficiones extravagantes y un modo de actuar que atrapa al espectador, provocando que queramos ser como él. En todas sus películas vemos a 007 utilizando coches de lujo como Aston Martin con el modelo DB10 en Spectre, DB5 en Skyfall o DBS V12 en Casino Royale, aunque también vemos otras marcas famosas como Ferrari o Jaguar. James Bond también se codea en grandes casinos en los que disfruta de juegos de cartas como por ejemplo el blackjack, que como nos cuenta el portal Betway se trata de un juego de azar donde hay que conseguir la puntuación más cercana a 21 sin pasarse para ganar.
Por otro lado, James Bond es un seductor nato. En todas las películas conoce a bellas mujeres a las que intenta conquistar, aunque sea una femme fatale que trate de asesinarlo al mínimo descuido. Pero no todo es bueno para el agente secreto, su afición a la bebida le da un toque de distinción pero es una práctica que acabaría afectándole gravemente si fuera una persona real en vez de un personaje de ficción, debido a la enorme cantidad de alcohol que acostumbra a consumir.
Las películas de acción son de las favoritas del público
El género de acción es uno de los favoritos de los espectadores y si en algo se caracteriza la franquicia de 007 es por sus escenas peligrosas. El agente secreto lucha por salvar el mundo de los terribles planes de villanos como Le Chiffre o Dr. No, que le conducirán a situaciones límite como tiroteos multitudinarios o a espectaculares persecuciones en los legendarios coches de la saga.
A los espectadores les encantan las películas de acción porque simpatizan con el protagonista, les trasladan a lugares lejanos, como países exóticos o galaxias lejanas, y se abstraen de su vida cotidiana durante unos minutos, haciéndoles soñar con situaciones imposibles. Asimismo, las mujeres también prefieren las películas de acción, aunque la cultura popular trate de encasillarlas dentro del género romántico.
Sin duda, la franquicia de James Bond se ha ganado a pulso un puesto en el mundo del cine al saber reinventarse con los años, al mostrar un protagonista que brilla con luz propia y a sus escenas de acción que nos hacen desconectar de la vida cotidiana.