Carmen Calvo y la conspiración de los reptilianos
La ínclita Carmen Calvo, en otro alarde de cuñadismo vocacional ha descubierto una conspiración reptiliana, en la que dichos seres han trazado una “hoja de ruta” para el Covid y el control del planeta. Abanderando una nueva forma de conocimiento, que podríamos denominar geovirología o estudio de las rutas predilectas para los virus en época de vacaciones. La señora Calvo ha dedicado sus ocios a la escuadra y el cartabón para (a modo de forense geológica) descubrir las inquietudes del virus a lo largo de la geografía. Esta nueva forma de geometría viral o de humor geográfico, explica el trazado que los reptilianos han realizado para la propagación de la pandemia de forma efectiva. Ya Teresa Ribera había ejercido de pitonisa viral, elaborando la llamada “teoría portuguesa”, en la que la nación vecina detuvo al virus en función de su situación en el mapa. Al estar más al oeste, por lógica tenía que parar al virus que venía del este. Aplastantes lecciones del academicismo más laudatorio. Este nivel de conocimiento le ha llevado a Carmen Calvo a trazar; antes que cualquier “experto”; una línea covidiana que sigue las pautas geométricas de Nueva York, Madrid, Teherán y Pekín. Ningún especialista se había percatado de la querencia geométrica de Covid. A mayor rectitud de la línea, mayor incidencia en los contagios ¡Como no se le había ocurrido a ningún ilustrado investigador! Al virus le priva el paralelo 40 N y camina como un funambulista sobre una imaginaria cuerda recta. ¿Por qué ha evitado el patógeno Portugal en esta imaginaria carretera? De todos es conocida la querencia del virus por el fado y los licores lusos, de ahí que Calvo se ha saltado a la torera a nuestros vecinos en su teoría terraplanista. De haber sucedido la pandemia hace unos años, aquella canción del puente hacia Mallorca que popularizaron “Los Mismos”, podría haber sido versionada por Carmen Calvo y sus mariachis (sí, esos que siempre rodean a estos personajes). La letra sería tal que así: Si construyeran un puente desde Nueva York hasta Teherán.
Pues sí tenemos un problema del demonio. Los reptilianos han abducido a nuestra clase política para colocarla al nivel lombriz de tierra. Como en aquella película de La invasión de los ladrones de cuerpos, nuestros políticos tan sólo son vainas donde se han avecindado los invasores. Por otra parte, en un estado laico no se debería mentar la bicha. El demonio es un concepto que pertenece a la mitología de las religiones y al imaginario de lo sobrenatural, algo poco asimilable en un entorno científico.
A estas enriquecedoras aportaciones para el progreso de la “virogeología”, hay que añadir la inestimable teoría de la presidenta Ayuso, que cuando no ejerce de madonna renacentista o modelo de El Greco; vestida para una representación de La casa de Bernarda Alba; también elabora sus teorías conspiratorias. Según esta profunda investigadora, la D de Covid no proviene de disease, sino de Diciembre. Un discurso más, extraído de la chistera para disfrute y goce de la plebe iletrada.
Va a ser verdad que la línea más corta entre dos chorradas es la línea recta.