CONSEJEROS. (COSAS VEREDES, SANCHO)

                      

Estamos rodeados de Consejeros. A día de hoy una ardilla podría, sin detenerse, atravesar la península saltando sobre las cabezas de tanto aconsejador y consultor como  habitan la misma. ¿Qué preparación se exige para desempeñar tan etéreas e inespecíficas funciones? La antigua picaresca ibérica, ha degenerado en simple villanía, en gualtrapías varias. Las consejerías se obtienen  golpe de prebenda y cohecho. Conversaciones del tipo. Ya sabes,  te firmo esta concesión, pero acuérdate de mí cuando vengan las vacas flacas. Guiño. Guiño. Bla,bla bla. Puedes construir en estos terrenos pero ya luego, si eso… Cuando se me termine el chollo, aquí me tienes, criaturilla, etc, etc.

Se pregunta el ciudadano sobre que particulares pueden aconsejar unos cenutrios que han hundido a un país en la miseria o han brillado por su ausencia en el podio de los coeficientes intelectuales elevados. Transmutarse en aconsejador de fatuidades; de la noche a la mañana; sin exigencias de conocimientos previos sobre lo aconsejado, lleva aparejado un segundo sueldo de tapadillo en un país que sufre la lacra del paro sistemático. Se recompensa al que no realizó rectamente su trabajo.

Oficio de villanos, pillar tajada y esconder la mano. Aquí trinca hasta el más tonto. Los consortes ignoran de donde sale el dinero que entra en su casa. Nadie sabe nada. Sólo sé que no sé nada, (que diría Sócrates). Alegar ignorancia se ha convertido en la fórmula de escape judicial más efectiva. Nada nuevo bajo el sol, los delincuentes de toda la vida ya dominaban hace años lo que se denomina: Ponerse en negativa. O sea que no sé nada de esta bolsa, alguien la  habrá dejado aquí. Esta fórmula ha sido asimilada por todo quisqui, que se ponen en negativa ante las acusaciones más transparentes. La dificultad de demostrar judicialmente que el puesto sea una compensación por favores recibidos en el ejercicio del cargo, incrementan el número de mostrencos y mamelucos con sobresueldo. Como diría Sancho:  Criaturica mía. Alma de cántaro. Cerebro de candil. ¿Sobre qué menesteres vas a aconsejar tú?

One Response to CONSEJEROS. (COSAS VEREDES, SANCHO)

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.