Descubre cómo usar y disfrutar una fuente de chocolate
El frío invita a estar en el sofá, con la manta, una buena película y compañía. Cuando hablamos de ello, notamos que nos falta un aspecto esencial: la comida. Para este tipo de planes, buscamos comer algo que sea caliente, dulce y que despierte nuestros sentidos. Sin duda, el chocolate es el alimento más destacado a la hora de acompañarnos en este tipo de planes, pero si buscamos que nos temple el cuerpo, lo mejor es escoger una fuente de chocolate con la que poder degustarlo solo o acompañado de distintas frutas como las fresas. ¿Cómo se preparan y cómo utilizarlas? En este artículo desvelamos todos los detalles.
¿Cómo utilizar una fuente de chocolate?
La Navidad trae consigo las ganas de celebrar junto a amigos y familiares distintos aspectos que han surgido durante el año. Para ello, la alimentación es fundamental y optar por dulces como el chocolate siempre son un acierto. Quienes dispongan de una fuente de chocolate, es importante que conozcan cómo usarla para poder sacarle todo el partido. Lo primero que debemos saber, es que necesitaremos de un buen chocolate que tenga un sabor único y por otra parte, tenemos que saber montar la fuente, que se indica en las instrucciones del aparato.
Debemos limpiar cada una de las piezas debidamente y empezar a armarla siguiendo las instrucciones. Una vez hecho esto, colocaremos un mantel para no manchar la mesa y la colocaremos. En este momento, deberemos acudir a la cocina para coger los ingredientes que mancharemos con chocolate. En este caso, podemos optar por fruta, pretzels o pequeños trozos de bizcocho. Lo más importante es cortarlos para que entren de un solo bocado y así, sea más fácil comerlos. Posteriormente, debemos limpiar muy bien la fuente de chocolate. Para ello, tendremos que retirar el chocolate antes de que se enfríe con un paño. A continuación, desarmaremos la fuente y la limpiaremos bien.
Por otra parte, hay que observar también que el tipo de chocolate que utilicemos será determinante. Podemos escoger cualquier tipo de chocolate, pero siempre hay que fijarse en que contenga un alto porcentaje de manteca de cacao. Deberemos comprar aquellos que tengan más de un 35 por ciento. La manteca de cacao es una grasa vegetal propia del chocolate y es la que permite que tenga una textura líquida y sedosa. Al fin y al cabo, para una fuente de chocolate, no basta con un sabor único, sino que la textura es crucial, puesto que tendemos a comer con los ojos. Además, este plan se convierte en una excusa perfecta para tomar algunas fotografías y subirlas a redes sociales, por lo que la imagen y la forma en que aparece es muy importante.
Ahora que conocemos cómo utilizarla y qué tener en cuenta a la hora de escoger el ingrediente principal que es el chocolate, es el momento de acudir al supermercado y comprar todo lo necesario para disfrutar de un plan invernal en el que el sabor y la textura son los grandes protagonistas. ¡Buen provecho!