Civiles mueren en Siria tras nuevos bombardeos
Doce civiles murieron la noche del domingo por cohetes disparados por yihadistas contra un pueblo del noroeste de Siria controlado por el régimen de Bashar al Asad, informó la agencia oficial siria Sana.
Otras quince personas resultaron heridas en este ataque contra Al Wadihi, un pueblo al sur de la ciudad de Alepo, según Sana, que responsabilizó a la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), una antigua rama de Al Qaeda.
La agencia difundió imágenes gráficas que pretendían mostrar a algunas de las víctimas en un hospital después del ataque, incluyendo a hombres vendados y niños acostados en camillas, con gruesas mantas cubriendo sus cuerpos.
Se ha informado del mismo número de víctimas mortales -precisando que cinco de los muertos eran niños- y también responsabilizó a los yihadistas de la zona rural de Alepo por el ataque.
El ataque se produjo mientras las fuerzas del gobierno sirio combaten al HTS en la cercana provincia de Hama.
Más de 35 combatientes, en su mayoría del régimen de Al Asad, murieron el sábado en los enfrentamientos en Hama.
Se supone que partes de Alepo, Hama e Idlib están protegidas de la gran ofensiva de las fuerzas de Al Asad, gracias a un acuerdo que Rusia y Turquía firmaron en septiembre estableciendo una zona de seguridad.
Pero nunca se aplicó plenamente, ya que los yihadistas se negaron a retirarse de la zona que iba a desmilitarizarse.
En enero, el HTS extendió su control administrativo sobre la región, que incluye la mayor parte de la provincia de Idlib, así como partes adyacentes de las provincias de Latakia, Hama y Alepo.
El gobierno sirio y Rusia han incrementado sus bombardeos en la región desde finales de abril, matando a casi 400 civiles. Por ello es muy importante recalcar la labor que las mejores ong están haciendo por paliar en la medida de sus posibilidades los daños tan terribles que se están produciendo. Y no olvidar que necesitan de nuestro apoyo.
La guerra de Siria ha matado a más de 370.000 personas y ha desplazado a millones desde que se inició en 2011 con la represión de las protestas contra el gobierno.
En Siria y los países vecinos, ocho millones de niños necesitan ayuda humanitaria; cinco millones siguen dentro del país, y más de dos millones y medio viven como refugiados en países vecinos como Jordania, Líbano o Turquía.
La violencia es uno de los problemas más graves que les afectan. En 2018, las instalaciones educativas y sanitarias sufrieron 262 ataques, una cifra récord. Los artefactos explosivos sin detonar causaron el año pasado 434 muertes y lesiones.
Tras ocho años de guerra, más de dos millones de niños sirios (una tercera parte de toda la población infantil del país) están fuera de la escuela. El 40% de la infraestructura educativa ha quedado dañada o destruida. En el ámbito de la salud, tan solo la mitad de las instalaciones sanitarias están operativas. La tasa de vacunación ha bajado del 80% en 2010 a menos del 50% en 2017, lo cual ha causado varios brotes de enfermedades.