Nace MIA, Mujeres en la Industria de la Animación
Por Redacción
Como ha sido habitual en este y otros sectores, las mujeres que trabajan o quieren trabajar en la animación son más y están mejor preparadas que los hombres pero actualmente sólo ocupan, y no es seguro, un 35% de los puestos de trabajo en el mundo del audiovisual, porcentaje que se reduce notablemente si se trata de cargos directivos, de toma de decisiones o coordinación de equipos, además de que la mujer tiene escasa visibilidad en los proyectos de animación. Por esta razón, las mujeres del sector han decidido unirse en la Asociación Mujeres en la Industria de la Animación en España (MIA).
El festival de animación y videojuegos 3D Wire, en Segovia, ha sido el escenario elegido para la presentación de la asociación por las impulsoras de la iniciativa: la directora creativa Miryam Ballesteros, la directora y consultora Belli Ramírez, la directora de producción de SPA, Deneb Sabater y la CEO y productora Nathalie Martínez (en ese orden en la foto).
Miryam Ballesteros señaló que el objetivo es «tener un papel activo» porque las mujeres de la industria de la animación en España «exigimos y necesitamos visibilidad». La responsable de series de televisión como Lucky Fred o Sandra, detective de cuentos recordó, ante el auditorio que llenó el aforo del Museo de los Zuloaga, que en su primer proyecto sólo había dos mujeres y «afortunadamente cada vez hay más», pero se encargan de la producción, la ilustración o los colores. Pero «en animación hay poquísimas» y «necesitamos incorporar a la gente joven». La directora creativa añadió además: «Queremos animar a las mujeres del sector a que se asocien con nosotras para intentar que la sociedad se dé cuenta de que tenemos una gran presencia en el mundo de la animación. Es un movimiento que se está dando en casi todos los sectores y en este mundo también hace falta. Y también esperamos el apoyo de los hombres a los que animamos a que se nos unan». Myriam indicó asimismo que se han inspirado en «un movimiento similar de las mujeres de la industria norteamericana, que se llama WIA (Women in Animation), que defiende los derechos de las mujeres en la industria de la animación».
Otra de sus luchas es romper con los estereotipos y ofrecer otros puntos de vista y Ballesteros fue pionera en este aspecto: «Yo llevo más de dos décadas dirigiendo series de animación y mis protagonistas siempre han sido chicas. Cuando empecé eso era casi imposible de conseguir, incluso con las productoras nórdicas que se supone que estaban más avanzadas. Pero me empeñé y en la primera serie que hice, Mimi y el señor Bobo (1999), la protagonista ya fue una mujer».
Por su parte, Deneb Sabater, la directora de producción de SPA, una de las grandes productoras de animación de nuestro país, señaló que MIA Animación se centrará en dar presencia y visibilidad a la mujer en este sector para que tenga acceso y las mismas oportunidades en los aspectos de producción, puestos técnicos y artísticos porque actualmente apenas hay directoras de proyectos. Sabater hacía, con esto, alusión al llamado «techo de cristal» con el que siempre chocan las mujeres: «Vemos que hay un ‘techo de cristal’ en el sector de la animación para las mujeres. Hay más mujeres estudiantes y se gradúan más, pero luego no llegan a perfiles altos en la industria ni a cargos directivos. Casi todas trabajan en producción y animación, pero no toman decisiones».
La manager de producción de SPA indicó también que «la mayoría de las que estamos moviendo la asociación somos de producción, por lo que conocemos a casi todos los profesionales del sector, ya que los solemos contratar, y el número de mujeres que contratamos es muy bajo. Por ejemplo, en las dos grandes productoras de animación españolas solo hay unas 20 mujeres interesadas en asociarse. Hay alguna más pero tampoco demasiadas».
«Por eso» –continuó Deneb- «las primeras acciones serán constituir la asociación antes de final de año, averiguar realmente el número de mujeres que trabajan en la animación, dar visibilidad a las mujeres en conferencias, festivales y premios, luchar por la igualdad de condiciones laborales y el reconocimiento del trabajo femenino. Y una cosa que nos parece fundamental, dar charlas en los centros educativos para decirles que pueden tener acceso a cualquier posición dentro de la industria de la animación, y que luchen por cumplir sus sueños, incluso por ser directoras».
«También» –concluyó Deneb- «vamos a crear una bolsa de trabajo porque vemos que hay una necesidad de búsqueda de perfiles, que no se encuentran, y mucha mujer buscando trabajo. Por eso queremos crear esa bolsa, para concentrar los datos de todas las asociadas y que cualquier empresa que busque un perfil concreto lo pueda encontrar aquí».
Curiosamente, en la animación las mujeres ya han ganado una batalla, la de la brecha salarial: «Es cierto que las mujeres cobramos lo mismo que los hombres en puestos similares, porque en la animación se paga por niveles de experiencia. Esa es una cosa que sí se ha conseguido», declararon las ponentes en la presentación de la asociación.
Belli Ramírez, que cuenta con más de 25 años de experiencia en el sector, aseguró que «a pesar de que el Libro Blanco de la Animación en España de 2018 determina que hay un 35% de mujeres trabajando en el sector, creemos que son bastantes menos por lo que otra de las misiones de MIA será precisamente actualizar esos datos». En su caso, sólo ha logrado que en un proyecto, en la última temporada de Pocoyó, hubiera más de un 50% de mujeres.
Belli Ramírez también subrayó que la mayoría de las mujeres que trabajan en animación «no ocupan puestos intermedios, no tienen capacidad de decisión, no son coordinadoras de equipos o directoras de proyectos». Los puestos de responsabilidad y de determinadas profesiones técnicas están en manos de los hombres.
Las impulsoras de MIA dejaron claro que no es un proyecto excluyente, ya que quieren contar con el apoyo del colectivo masculino, lo que quieren conseguir es que para ocupar un puesto se tenga en cuenta la experiencia y el talento «tanto si eres hombre como mujer».
Ramírez afirmó que uno de los aspectos que van a trabajar es analizar por qué hay muchas mujeres en las escuelas de formación pero luego no dan el paso para presentarse a determinados puestos y trabajos. Una idea a la que se sumó la también productora Nathalie Martínez, quien aseguró que hay muchas mujeres en carreras de ingeniería e informática que se están interesando por este sector pero también parece que tienen reparos para enviar su currículum a las productoras.
Por el momento, la asociación cuenta con 305 preinscritas de diferentes puntos de España y más de 600 seguidores en redes sociales y está previsto que tenga una doble vertiente de financiación. Por un lado, las cuotas que se están barajando y que contemplan rebajas y becas para estudiantes y desempleadas y, por otro lado, la financiación institucional.
«Es interesante y necesario que el Gobierno se implique con este proyecto porque sólo así logrará tener presencia social y política, además, es una forma de repartir los recursos comunes de forma justa», concluyó Nathalie Martínez.