Comer sano en la actualidad
En la actualidad hay muchos que piensan que el ritmo de vida que llevamos puede ser incompatible con comer bien y de forma sana, pero nada más lejos de la realidad. Se puede compaginar ese problema de tiempo con lo saludable pudiendo comer bien a domicilio eligiendo bien las opciones y siguiendo unas pautas para que no nos resulte muy oneroso y a la vez cuidemos nuestra salud
Los años que se viven en la universidad, el primer trabajo, o compaginar varias cosas en multitud de ocasiones, terminan llevándonos, irremediablemente, a las propuestas más fáciles, a ingerir día y noche comida rápida, ya sea en establecimientos públicos o en nuestro propio hogar.
Existen formas que tanto benefician a nuestra salud como a nuestro bolsillo que podemos resumir así:
- Generalmente disponemos de poco tiempo, por lo que en ocasiones sabiendo lo que queremos podemos encargar fácilmente y con tiempo un menú adecuado.
Una buena guía nutricional nos ayudará a conocer cuáles alimentos son saludables y cuáles no. Muchos fast food ofrecen ensaladas, trate de probar esta opción en lugar de elegir siempre hamburguesas. De todos modos, tenga cuidado con determinados ingredientes (pan tostado o frito, maíz, bacon, etc) que muchas veces figuran en este tipo de ensaladas.
- No añada al plato más comida de la necesaria, intente mantener una cantidad más pequeña. Normalmente no se necesita una ración de tamaño súper y lo que se consigue es añadir más calorías y grasa a la comida.
- No beba calorías. Mucha gente olvida cuántas calorías contienen la mayoría de los refrescos, cerveza y bebidas energéticas. Trate de limitar las bebidas carbonatadas y con azúcar y, en su lugar, beba cerveza ligera o agua. Esta última opción, además de ser la más barata es la más sana.
- No compre nunca alimentos cuando esté hambriento. En esta circunstancia, cuando el estómago manda sobre el cerebro, es difícil tomar una buena decisión alimentaria.
- Compre en establecimientos que tengan buenas ofertas. Existen muchos en los que se puede adquirir los mismos ingredientes, pero a granel, en lugar de envasados previamente por el fabricante. Además de ser más baratos, casi con seguridad serán más sanos.
- Cuando cocine los alimentos, asegúrese de eliminar la grasa. Si se trata de un guiso, elimine la capa superior en la que esta se acumula y si son fritos, sitúelos antes sobre papel de cocina, para que la grasa sobrante se absorba.
- Añada a su dieta frutas que le gusten. Muchas veces, cuando se tiene un capricho de dulce, unas simples uvas, fresas o cualquier otra fruta saludable satisfacen esa necesidad.
- Trate de comer más veces al día y en menor cantidad, alrededor de cinco ingestas diarias. Lleve siempre en el bolso o mochila algún snack saludable, así no se encontrará tan hambriento al final del día.
- Intente extender sus comidas a lo largo de un par de días. Cuando vaya a un restaurante, procure no pasarse y además tómese después un descanso en casa, no comiendo hasta el día siguiente. Ahorrará dinero y exceso de calorías en una sola sesión.
- Acostúmbrese a panes integrales, con cereales o granos, pues son más saludables. El pan es barato y los bocadillos apetecibles y fáciles de hacer. Pero asegúrese de que no sean de pan blanco, que se convierte más fácilmente en kilos
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