Hotel Europa, muerte en Sarajevo, de Danis Tanovic

Hotel Europa, muerte en Sarajevo, es una película bosnia de Danis Tanovic (Zenica, 1969), el más internacional de los realizadores de esa pequeña república musulmana y balcánica (En tierra de nadie, El infierno, Triage, Cirkus Columbia, Baggage, La mujer del chatarrero, Tigers) basada en una obra teatral de Bernard Henry-Levy, una de las voces de la intelectualidad europea que con más denuedo se alzó contra la masacre de ese pequeño país musulmán en el centro de Europa. Una película en la que la figura del Hotel Europa, el de más solera en Sarajevo, es el escenario en el que se desarrolla un film coral con un sinfín de historias cruzadas.

Cuando se prepara una cumbre europea en la ciudad de Sarajevo, conmemorando el asesinato del archiduque Franz Ferdinand y su esposa Sofía a manos de unos terroristas serbios, lo que daría inicio a la Primera Guerra Mundial, se está gestando en las cocinas del hotel una huelga que dará la puntilla al prestigioso establecimiento hotelero; el director intentará frenarla utilizando procedimientos mafiosos en connivencia con el tipo turbio dueño del local de juegos y prostitución que hay en los bajos del establecimiento; una eficiente empleada intentará mediar entre su madre, jefa de la lavandería, que lidera la huelga, y el director del hotel; un político europeo ensaya su discurso en una de las suites más lujosas del mismo; un policía encargado de su seguridad se irá estresando a medida que su esposa consumista le llame una y otra vez reclamándole la compra de un sofá; y una periodista se enfrenta en una entrevista en la azotea del hotel con un serbio simpatizante de los chetniks que no abjura de las matanzas de bosnios cometidas durante el último conflicto que asoló los Balcanes y se llama, precisamente Gavrilo Princip, como el terrorista que con su magnicidio provocó la primera Guerra Mundial.

El director de En tierra de nadie construye una impecable alegoría sobre esa Europa que una y otra vez repite sus mismos errores que generan catástrofes, habla de la hipocresía e inoperancia de la inteligencia europea (simbolizada en ese político que ensaya una y otra vez su discurso en la suite del hotel, impasible ante una muerte que acaece a la puerta de su habitación que ni le inmuta); reaviva las heridas no cicatrizadas entre bosnios y serbios, que aún continúan viviendo en Bosnia-Herzegovina sin reconocer sus crímenes; y denuncia el capitalismo mafioso capaz de cualquier método con tal de acallar una asonada sindical.

Danis Tanovic salva el origen teatral de la obra con una cámara inquieta que sitúa justo a la altura de la nuca de sus personajes y los sigue por ese laberinto de pasillos que es Europa en 85 minutos de cine apegado a la realidad y con actores en estado de gracia.

La machacaron en el Festival de Berlín y no ganó en el de Gijón, al que iba a concurso este fresco doloroso llamado Hotel Europa. Últimamente solo sintonizo conmigo mismo, y no siempre.

 

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