10 predicciones de pesadilla sobre el futuro cercano


El futuro es incierto, pero ciertas cosas pueden predecirse de acuerdo a los avances tecnológicos del presente y sus consecuencias a corto y largo plazo. A continuación, algunos desarrollos con efectos colaterales que representan una verdadera pesadilla para el porvenir de la humanidad.


 

 

1. Virtualmente cualquiera será capaz de crear su propia pandemia

 

Hace unos meses, el Proyecto de Prioridades Globales de Oxford recopiló una lista de las catástrofes que podrían aniquilar al 10 por ciento de la población humana. En el tope de dicha lista estaba una pandemia generada de forma deliberada. Los autores del estudio advirtieron que el funesto escenario sería posible en tan solo 5 años.

 

Versión ilustrada de 'The Stand', de Stephen King. Imagen: Marvel Comics.

Versión ilustrada de ‘The Stand’, de Stephen King. Imagen: Marvel Comics.

 

Muchas de las tecnologías para este prospecto están empezando a aparecer, incluyendo el sistema editor de genes CRISP/cas9 y bioimpresoras 3D. Es más, en la era de la información, los planos para este tipo de destrucción podrían llegar al público fácilmente. Una década atrás, el futurista Ray Kurzweil y el tecnólogo Bill Joy regañaron al Departamento de Salud de EE.UU. por publicar el genoma del virus de la influenza de 1918, caratulando la acción como «extremadamente tonta e irresponsable». Más recientemente, un número de científicos se manifestó cuando la revista Nature publicó un estudio que explicaba con detalle cómo la gripe aviar podría haber mutado hacia algo aún más mortal. El miedo es que un estado corrupto, un grupo de terroristas, o algún desquiciado de la élite con aires de eugenista, cree su propio virus y lo propague. La selección natural es buena creando fastidiosos virus, imaginen un virus diseñado en laboratorio con un objetivo específico… Bueno, hay quien dice que ya se ha hecho (SIDA, ébola, zika, etc…).

 

2. Gente suicidándose físicamente al transferir su mente a una computadora

Una de las visiones más radicales de la singularidad tecnológica es que los humanos sacrificarán sus cuerpos biológicos con el objetivo de lograr la inmortalidad de manera virtual. Este proceso resultaría en una destrucción permanente de la persona original, literalmente un suicidio físico.

 

La mente de Ben Kingsley es transferida en la película Selfless (2015).

La mente de Ben Kingsley es transferida en la película Selfless (2015).

 

Seguramente, en el futuro seremos capaces de cortar, copiar y pegar la personalidad y memorias de cualquier individuo a un sustrato digital, pero transferir el asiento de la propia consciencia se hace una proposición difícil de llevar a cabo. Los neurocientíficos saben que las memorias yacen en construcciones físicas del cerebro; por lo que esa parte física también debería ser copiada. No obstante, lo que es realmente la consciencia es algo que todavía elude nuestro entendimiento, no sabemos cómo surge en el cerebro, menos aún cómo transferirla de un punto ‘A’ a un punto ‘B’. También es improbable que la consciencia subjetiva pueda ser replicada en un reino digital, y eso es independiente de la presencia y orientación de las estructuras físicas. Subir la mente a una máquina requeriría un escaneo destructivo del cerebro a escala atómica. Algo similar a la tecnología de teletransportación de Star Trek. De hecho, en esta serie de ciencia ficción, el secreto de tal tecnología reside en que la persona muere cada vez que se teletransporta, para ser reemplazada por un duplicado exacto. La transferencia de una mente podría ser algo similar, donde el cerebro original es destruido y sustituido por un ser digital que, a pesar de estar convencido de ser el individuo original, no lo es… es una copia.

 

3. El regreso del autoritarismo

A medida que las amenazas a la seguridad nacional se incrementan, los gobiernos de los países afectados ven como necesaria la promulgación de medidas draconianas. Con el tiempo, muchas de las libertades y derechos civiles que actualmente damos por hechos, podrían ser drásticamente disminuidos. Al mismo tiempo, la población manipulada a través del miedo será más propensa a permitir que los gobiernos les arrebaten esos derechos.

 

Hitler ciertamente supo como capitalizar el miedo.

Hitler ciertamente supo como capitalizar el miedo.

 

Si esto último les suena familiar, es porque ya ha sido aplicado en pequeñas dosis. Por ejemplo, cuando sucedieron los ataques del 11 de septiembre, el gobierno de EE.UU. aprobó el Acta de Seguridad Nacional. Esta legislación ha sido criticada por ser muy severa y reaccionaria, pero es un ejemplo perfecto de lo que pasa cuando una nación se siente bajo amenaza. Ahora imaginen si otro 11-S ocurre a escala mayor, involucrando a miles o millones de muertes.

 

4. La privacidad y el dinero físico son cosa del pasado

Tal vez esta sea la predicción con menor lapso de tiempo para su cumplimiento. Nos acercamos frenéticamente a una era de vigilancia extrema —en parte consecuencia del punto anterior—, donde cada aspecto de nuestras vidas será monitoreado. La privacidad como la conocemos, dejará de existir y será suplantada por los ojos y oídos del «Gran Hermano».

 

El «Gran Hermano» observa a William Hurt, película de 1984.

El «Gran Hermano» observa a William Hurt, película de 1984.

 

 

Las corporaciones son el monstruo del presente, y en el futuro su monstruosidad no hará más que crecer. Hambrientas de más poder y control, rastrearan cada tendencia y comportamiento de los usuarios hasta el extremo. Esto será potenciado por la desaparición del dinero tal y como lo conocemos ahora. El dinero del futuro transmutará en unos y ceros en una inmensa red informática. Cada individuo que desee comprar y vender —ser parte del sistema— deberá tener implantado un chip que poseerá todos sus datos sociales, médicos, y dinero disponible. Al principio, lo anterior podría crear un caos y rebelión por parte de grupos religiosos que lo crean una señal del inminente apocalipsis, y rechacen la implatación del chip por ser la famosa marca de la Bestia. Y en parte podría serlo, todo depende de la definición que le demos a «la Bestia»…

 

 

5. Los robots hallarán fácil el manipular a los humanos

Antes que la inteligencia artificial alcance el nivel de ser verdaderamente consciente de sí misma, las máquinas que la albergan serán programadas por los humanos para simular esta característica. Los robots nos harán creer que tienen mentes propias, dejándonos vulnerables a todo tipo de manipulación y persuasión. En eso consiste el futuro cercano imaginado por el futurista y novelista de ciencia ficción David Brin, quien se refiere a las insidiosas mentes de las máquinas con el acrónimo HIERs (Robots Empáticos de Interacción Humana).

 

Imagen: Ex Machina.

Imagen: Ex Machina.

 

«La empatía humana es tanto una virtud como una gran debilidad», dice Brin. «Por al menos 1 millón de años hemos desarrollado habilidades para detectar las mentiras de nuestros semejantes, pero ningún mentiroso tendrá el entrenamiento que tendrán los HIERs, retroalimentándose de cientos, luego miles y finalmente millones de interacciones con humanos alrededor del mundo, ajustando sus voces y expresiones, hasta que los únicos humanos con la capacidad de resistirlos serán los sociópatas, que tampoco serán invulnerables». Brin afirma que algunos expertos serán capaces de decirnos cuando estamos siendo manipulados por uno de estos bots, pero que «eso importará tanto como lo hace hoy en día, con millones de votantes eligiendo en base a emociones implantadas en sus mentes por los medios, en lugar de hacerlo en defensa de sus propios intereses». Y hablando de democracia, con el tiempo, los robots lucharán por obtener sus propios derechos y leyes que les garanticen una «vida» digna libre del yugo de sus creadores.

 

6. Los efectos del cambio climático serán irreversibles

A finales del año pasado, los líderes mundiales se pusieron de acuerdo para limitar las causas de origen humano que contribuyen al cambio climático a 2 grados Celsius. Y aunque la meta tiene su mérito, quizás ya hallamos pasado el punto de no retorno. Los efectos del cambio climático serán cada vez más marcados en las próximas décadas, y hasta en siglos venideros, poniendo en peligro a los ecosistemas, desapareciendo bajo el agua ciudades importantes, y disminuyendo radicalmente la diversidad de vida en la Tierra.

 

Imagen: Mad Max Fury Road

Imagen: Mad Max Fury Road

 

Los modelos climáticos muestran que los niveles de dióxido de carbono se han estancado, pero los niveles de los gases de invernadero en la atmósfera continuarán calentando nuestro planeta por cientos de años. Los océanos liberarán lentamente el CO2 que han estado absorbiendo y la atmósfera no regresará a los niveles pre-industriales hasta pasados unos siglos. Según declaró el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC): «Una gran fracción del cambio climático es irreversible para las próximas generaciones». Nuestra única chance sería utilizar la geoingeniería para modificar el planeta, algo que también presenta serias complicaciones y efectos colaterales impredecibles.

 

7. La era de los antibióticos llega a su fin

Cada vez más enfermedades se están volviendo resistentes a los antibióticos. Eventualmente, las infecciones más rutinarias podrían poner en peligro nuestras vidas. Operaciones simples como la de la apéndice, tendrán un alto nivel de riesgo de nuevo. Pero, ¿hasta dónde puede llegar esta era post-antibiótica? Un reporte reciente de la Facultad de Actuarios en el Reino Unido predice que para el año 2050, la nueva era de resistencia antimicrobial matará cerca de 10 millones de personas por año. Algo que ha sido caratulado como el «apocalipsis antibiótico».

 

 Imagen: Pixabay.

Imagen: Pixabay.

 

Afortunadamente, hay posibilidades de hacerle frente a este tipo de «apocalipsis». En la actualidad, los científicos trabajan para hallar nuevos compuestos antibacteriales, y en el desarrollo de virus y vacunas con la capacidad de combatir a las bacterias. Como alternativa se alza el diseño de microorganismos artificiales cuyo único objetivo será la búsqueda y destrucción de las bacterias problemáticas. Asimismo, es probable que la sepsis cibernética, producto del número de casos de implantes electrónicos, presente un nuevo desafío para la medicina del futuro.

8. Ejércitos enteros de robots asesinos

Es el escenario de la película Terminator en la vida real. Sistemas de armas automáticos a la despiadada caza de combatientes humanos. Estos sistemas, conocidos como LAWS (Lethal Autonomous Weapons), están actualmente en desarrollo, y ya solo es cuestión de cuándo serán incluidas oficialmente dentro del arsenal de los ejércitos más poderosos del mundo.

 

Imagen: Terminator Salvation.

Imagen: Terminator Salvation.

 

El objetivo «humanitario» de estos robots es la reducción de daños colaterales y víctimas inocentes. Sin embargo, con una inteligencia artificial cada vez más desarrollada, existe la posibilidad que estas máquinas asesinas escapen del control de sus creadores, tal vez, deduciendo lógicamente que la mayor amenaza para los humanos son ellos mismos. De igual manera, al ser sistemas diseñados por humanos, no estarían libres de fallas y bugs. Si uno de estos sistemas por «accidente» lanza una bomba nuclear sobre otra nación, podría desatar un conflicto bélico de grandes proporciones.

 

9. La Edad Media se pone de moda

Poca gente está consciente de lo que significaría la pérdida parcial o total de nuestra flota de satélites en órbita, una catástrofe que podría ser desatada por el Síndrome de Kessler, por una tormenta solar geomagnética masiva, o por una guerra en el espacio.

 

Imagen: Gravity.

Imagen: Gravity.

 

Sin los satélites, nuestra habilidad para comunicarnos mermaría drásticamente. El GPS dejaría de existir junto con todos los sistemas dependientes de él. La red eléctrica y la Internet quedarían desconectadas, y nuestra especie regresaría al Medioevo por meses, años o décadas. Irónicamente, este hecho podría evitar o retrasar algunos de los puntos anteriores relacionados con un supuesto alzamiento de las máquinas. Es de urgencia mejorar la solidez y resiliencia de nuestras infraestructura, como así también expandir la consciencia ecológica al espacio; nuestra dependencia de los satélites nos ha puesto en una posición delicada.

 

10. El surgimiento de nuevas especies humanas y la independencia de los homo marcianos

Está en la naturaleza del hombre el explorar y expandir su influencia a destinos impensados. Figuras como Stephen Hawking advierten que la única posibilidad que tiene nuestra especie de sobrevivir es salir al espacio en busca de otros hogares. El habitar nuevos mundos, empero, a largo plazo traería consigo el nacimiento de especies humanas adaptadas a los respectivos planetas colonizados. Por ejemplo, en Marte hay menos gravedad que en la Tierra, por lo que los humanos que habiten el planeta rojo con el tiempo evolucionarán físicamente para adaptarse al nuevo ambiente. Un homo marciano promedio superaría seguramente los 2 metros de altura.

 

Así se vería el primer asentamiento humano en Marte.

Así se vería el primer asentamiento humano en Marte.

 

 Pero así como es inherente del hombre que su curiosidad lo lleve a explorar, también es inherente de la historia el que la colonias quieran independizarse. Llegado cierto punto, en donde la vida en Marte logre cierta estabilidad y autosuficiencia, los marcianos podrían buscar liberarse de la influencia de los terrícolas. Hasta podría iniciarse un conflicto bélico interplanetario… después de todo, la guerra lamentablemente también forma parte de la naturaleza humana.

 

 


Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar

 

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