Wikimanía México 2015
Por estos días, el Hotel Hilton de la Avenida Juárez en la caótica y estimulante Ciudad de México, fue el espacio sede de Wikimanía México 2015, la décimo primera edición de un evento internacional que cada año congrega a los entusiastas de ese mundo dentro del universo de lo digital que todos conocemos como Wikipedia y que es, quizás, el proyecto más visible y ambicioso de Wikimedia Foundation. Educación, conocimiento libre y nuevas tecnologías, son las palabras clave que aquí se escuchan en muy diversos idiomas. Con ese destello en los ojos de cuando algo grande se está tramando, hombres y mujeres cada vez más jóvenes, provenientes de los cinco continentes y en su mayoría expertos en “hackeo”, conversan en los pasillos e interactúan con académicos interesados en nuevos modelos educativos, desarrolladores de software, antropólogos sociales, críticos del sistema económico, investigadores de medios digitales, editores voluntarios, activistas que han hecho de internet su principal mecanismo de protesta, periodistas independientes y miembros de diversas agencias noticiosas. Todos ellos, constituyen un privilegiado grupo de ciudadanos que consideran la información y el conocimiento como los dos mayores bienes de la humanidad.
Afuera, la vida en la capital del país sigue su curso. Justo a la entrada, el organillero sigue tocando el “Cielito lindo” al ritmo del siglo XX, mientras al interior de este solemne y lujoso hotel se vive el plural de la revolución más importante del siglo XXI. El jueves, aquí mismo, se realizó la rueda de prensa en la que Wikimedia México y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) anunciaron su alianza con el propósito de incrementar el contenido libre y reutilizable sobre la historia, cultura y arte de México en Wikimedia. Esta alianza incluirá a la red nacional de museos de CONACULTA, centros culturales, bibliotecas y galerías de arte. Daniel Goldin, Director de la Biblioteca “Vasconcelos”, asistió al evento como representante de CONACULTA durante este anuncio. “La colaboración con instituciones artísticas y culturales es esencial para la difusión de la libre información”, indicó Iván Martínez, Presidente de Wikimedia México.
Jimmy Wales, Fundador de Wikipedia, dio el mensaje de recibimiento a los medios y abordó de manera general las actividades de Wikimania 2015. “Wikimania es el lugar donde la comunidad de voluntarios -que construyen Wikipedia- comparten sus experiencias y celebran el libre conocimiento. Estamos muy emocionados por encontrarnos este año en la Ciudad de México para reconocer y celebrar las contribuciones de Latinoamérica al movimiento Wikimedia”, comentó. Sin embargo, tal vez Wales se queda corto en su apreciación. Por lo que he podido ver y escuchar, Wikimanía es solo el reflejo o una de las múltiples consecuencias de imaginar un orden mundial distinto al actual, que se está gestando en diversos puntos del planeta. Precisamente de ello platicó conmigo Juan Antonio, un joven que decidió participar como voluntario porque considera este acontecimiento como una gran muestra de la diversidad cultural. “El que este año se haya realizado en México, es una gran oportunidad. Yo nunca había visto gente de los cinco continentes reunida en el mismo lugar, haciendo uso de la tecnología y socializando en un ambiente tan agradable. Ver que hay especialistas en distintas áreas del conocimiento, hace de esta una experiencia aún más fascinante”, detalló.
Juan Antonio también se refirió a los “Hackatones”, esos maratónicos encuentros de programadores, cuyo objetivo es el desarrollo de software a través del trabajo colaborativo, que se vienen realizando desde el miércoles 15 de julio, fecha en que arrancaron las actividades preliminares de Wikimanía México 2015 que este año es organizado en cooperación con Wikimedia México y Fundación Wikimedia, para intercambiar reflexiones en torno a Wikipedia, la fuente de información que recientemente fue reconocida por el prestigioso Premio Princesa de Asturias para la Cooperación Internacional, otorgado por la Fundación Princesa de Asturias en España.
El viernes, Lila Treticov, Directora Ejecutiva de Fundación Wikimedia, ofreció un dinámico mensaje durante la ceremonia inaugural, el cual estuvo enfocado a motivar a la “comunidad abierta que conforman quienes generan, comparten y buscan el conocimiento”, a fin de acelerar el paso para lograr “un mundo en el que cada ser humano pueda libremente compartir la suma del conocimiento que todos producimos”. Una labor permanente y nada sencilla, más no por ello utópica, que ha derivado en diversas acciones entre las que se encuentran los 40 proyectos en 86 países y 29 idiomas, que surgieron de la consulta realizada por Wikimedia a los usuarios de internet. “Abrirse a la colaboración y reconocer que somos mucho más que la suma de todos nosotros”, fue el lema con el que Treticov dio por terminado su discurso de bienvenida.
Le siguieron una serie de conferencias por demás interesantes. Entre ellas, la impartida por Renata Ávila, activista guatemalteca, quien eligió como tema “Las libertades civiles y cómo defenderlas en el siglo XXI: una mirada global”. Por supuesto que no evitó mencionar la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, el caso de la salida de Carmen Aristegui de la emisora MVS Radio y la situación de Edward Snowden a raíz de haber hecho públicos documentos clasificados como de alto secreto. Más tarde se presentó el investigador español Antonio Lafuente, miembro del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC) y fundador de MediaLab Prado, en Madrid, quien ofreció la charla “El anarchivo de los comunes”, una sugerente invitación a pasar de la protesta a la propuesta y de lo experimental a lo experiencial, para comenzar a elaborar un enorme archivo vivo, común, editable y nunca acabado, donde no solo se almacene información, sino todo aquello que forma parte de la vida cotidiana de una persona. Reinventar las palabras, darle importancia a lo “irrelevante”, poner en valor lo experiencial, dejar de pensar que la cámara o el video tienen el monopolio de la memoria del mundo y aprender a vivir juntos, afectándonos unos a otros, fue parte de su comunicado. ¿Cómo les suena esto?
No es todo, la chilena Paz Peña estuvo presente para recordar la incesante lucha por los derechos humanos en el ámbito de lo digital, particularmente cuando los derechos de autor se utilizan como instrumento de censura o para limitar el acceso a la información. Y en la mesa panel titulada “Libertades en internet en América Latina”, dialogaron sobre el tema Carlos Brito, de la Red en Defensa de los Derechos Digitales; Darío Ramírez, de Articulo 19 México; Katitza Rodríguez, de Electronic Frontier Foundation (EFF); Yana Welinder, de Fundación Wikimedia y, de nueva cuenta, las activistas Renata Ávila, de “La web que queremos” y Paz Peña, para hablar sobre derechos digitales. Para el sábado se programaron las conferencias de los argentinos Néstor García Canclini y Carlos Alberto Scolari y otras más en las que se habló sobre la construcción del conocimiento, la colaboración humanista más allá del fetichismo tecnológico, la brecha digital y los intereses colectivos frente a las tendencias marcadas por determinadas figuras públicas.
Diseño de contenidos, libertad de expresión, herramientas para la producción de video, ideas que se traducen en acciones, propiedad intelectual, laboratorios de comunidades interdisciplinarias, aulas digitales, mapas culturales; en fin, la lista de tópicos a tratar es tan grande como la poderosísima creatividad de quienes han dejado de ser simples usuarios para convertirse en catalizadores del cambio social, gran parte de los cuales estuvieron en México como invitados a esta desenfadada y subversiva fiesta que concluirá el domingo aunque, también hay que decirlo, no sin librarse de críticas. ¿Qué les dice todo esto?, ¿debemos fijarnos en Wikimedia y su hija la Wikipedia? Antes de responder, piensen en el uso que ustedes hacen de esta enciclopedia gratuita y del cúmulo de información que a diario encuentran en la red. Vuelvan a pensarlo sin llevar su barco de conclusiones hacia una de las dos orillas. Mejor, intentemos detectar lo indetectable, dejemos el expediente abierto y permitámonos hacer constantes y diferentes lecturas.
@gloriaserranos