La Perla del Danubio
Budapest, capital de Hungría. Una ciudad de cambios y transformaciones que la han hecho única, la cual nos revela su historia en varios ángulos de la ciudad. Una vez que la visitas, nunca se olvida. No por nada se le llama La Perla del Danubio.
El Danubio separa la ciudad en dos, el nombre Budapest proviene de la unión de ambas partes; Buda y Pest. En la parte de Buda se puede apreciar el pasado imperial de la ciudad en donde nos encontramos con el Palacio Real, por el contrario en la parte de Pest vemos el lado más moderno y actual de la ciudad. Conocí esta ciudad en un viaje que hice con algunas amigas, solo estuvimos tres días, pero con eso basto para conocer los principales puntos de la ciudad. Es una ciudad grande y con demasiadas cosas que ver y conocer; museos, monumentos, arquitectura y más. Así que creamos un itinerario para cada día y a movernos para conocer lo más que se pueda.
En lo personal, me gusta conocer un poco de la historia de las ciudades que visito, ya que siempre se llega con una idea de lo que vas a conocer y ves las cosas de otro modo, lo disfrutas más. En primer lugar no todos hablan inglés y es un idioma un poco… diferente. Proviene de las lenguas urálicas – tampoco las había escuchado- haciendo referencia a los Urales, una cordillera montañosa que se considera la división natural entre Asía y Europa, ubicado por Rusia. Por lo tanto el húngaro o magyar –en húngaro- es un idioma diferente en el cual no logras encontrar alguna similitud con otros idiomas.
Un poco de historia
Es una ciudad llena de historia, comenzando con algunos asentamientos romanos, por el paso de los Hunos -los mongoles- con Atila el Huno como su líder, se dice que el nombre de Buda derivó del nombre del hermano de Atila. En resumen, paso a ser de parte de los romanos a los mongoles hasta que los húngaros, guiados por Árpád conquistaron el territorio a finales del siglo IX y comenzaron una dinastía que duró casi mil años. El bisnieto de Árpád, Esteban I fue quien convirtió el Reino al Cristianismo -hasta la fecha recuerdo el nombre, ya que lo ves muy seguido en varias partes de la ciudad y fue el primer monarca en ser santificado por sus virtudes cristianas y no por morir como un mártir.
A lo largo de la historia, Hungría ha sido invadida por varias naciones, lo que ha generado una mezcla de culturas que hasta la fecha se pueden observar en sus calles y edificios. El otro lado del río, Pest, es la parte “nueva” de la ciudad, la cual fue instalada por colonos alemanes en el siglo XIII. Seguida de otra invasión que duró casi 150 años por parte de los Turcos en el siglo XVI, después se integró a los dominios de los Habsburgo, y en siglo XVII formo parte del Imperio Austrohúngaro, hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Durante el periodo de entre guerras, la ciudad estaba “parada” ya que al ser parte de las naciones vencidas, el progreso de el país fue muy lento, y cuando comienza la Segunda Guerra Mundial fue otro golpe que recibió la ciudad, ya que eran aliados de la Alemania Nazi, por lo que tuvieron intentos de un gobierno fascista; las cruces flechadas.
Con el fin de la Segunda Guerra, fue ocupada por tropas soviéticas, lo que generó la instauración de un gobierno comunista hasta la caída de la URSS en 1991, una época oscura que hasta la fecha, muchas familias lo recuerdan. Ahora forma parte de la Unión Europea.
Resumí un poco la historia de la ciudad, para que cuando caminen por sus calles, museos, edificios y monumentos que hablan de lo anterior, sientan la historia de Budapest y todo por la que pasado.
Puntos de Interés
Es una ciudad enorme y con varias cosas que hacer y conocer, pero solo mencionaré los que son un must. Se puede comenzar en Buda, o la vieja Buda, ya que ahí se encuentra el Monte del Castillo, uno de los puntos turísticos más grandes de la ciudad. Comenzado por una pequeña iglesia gótica, la de San Matías, pasando por el Bastión de los Pescadores, en donde se puede tener una gran vista de la ciudad y se encuentra una estatua del Rey San Esteban I, fundador de Hungría. Llegando al Palacio Real, en donde se puede apreciar el paso de los años en su arquitectura, ya que tiene un estilo gótico, pasando a una reconstrucción renacentista, terminando con una mezcla de un estilo neo-barroco, en fin, muchos cambios arquitectónicos. Pero dentro del Palacio se encuentra La Galería Nacional Húngara donde puedes encontrar exposiciones permanentes de arte gótico y barroco, pinturas del siglo XIX, esculturas y un sin fin de obras de arte.
Terminando con la vieja Buda, para llegar al otro lado del Danubio, puedes ir caminando o en taxi por el Puente de las Cadenas, un icono de la ciudad. Es el puente más antiguo de Budapest, por lo que ha visto pasar toda su historia y sufrido por ello. Al termino de la Segunda Mundial, los alemanes dinamitaron el puente, y lo reconstruyeron en 1949. La vista de noche del puente, es hermosa, ya que por las luces del puente, en verdad parece que estuviera hecho de cadenas. Un paseo en bote por la noche en el Danubio, es recomendable, ya que ves toda la ciudad iluminada, y de es impresionante.
Se le conoce también como la capital de las termas. Sus aguas termales se remota a los Celtas, pero fueron los Romanos quienes disfrutaron de sus virtudes haciendo balnearios públicos. Se dice que sus aguas son de uso terapéutico, para aliviar problemas respiratorios, digestivos y del aparato locomotor, por la cantidad de minerales que contienen. Miles de turistas vienen cada año a disfrutar de las termas. Nosotras no fuimos de esas afortunadas de disfrutar las termas -junto con un millón de personas- para curar nuestros males. Pero habrá quienes lo disfruten.
Uno de los lugares que más me gusto de la ciudad, fue el centro histórico o el casco antiguo. Se ubica en la parte de Pest, me encanta ya que siempre se encuentra en constante movimiento, por la cantidad de tiendas, restaurantes, salones de te, bares, museos y artistas callejeros. El primer lugar que tienen que ir -antes de descansar en una terraza de un restaurante- es la Basílica de San Esteban, la iglesia más importante de la ciudad, es una mezcla arquitectónica entre el neoclásico y neorenacentista. La basílica cuenta con una reliquia; la Sacra Derecha, la mano derecha de San Esteban, la cual se lleva durante la procesión para la celebración del día del Santo, la fiesta religiosa más grande del país. Al terminar de pasear por el interior de la iglesia y dejarse envolver por una atmósfera de misticismo el siguiente punto tiene que ser el Congreso –Országház en magyar-. Una impresionante construcción neogótica que representa el nuevo símbolo de la creciente importancia de la ciudad. Se encuentra junto al Puente de las Cadenas y en la actualidad es sede de congresos y conferencias. Frente al Congreso, se encuentra el Museo Etnográfico, en el cual tienes contacto con las tradiciones más antiguas húngaras y la evolución de su modo de vivir. Si desean conocer un poco más acerca de la cultura de la ciudad, les recomiendo este museo.
Esto fue simplemente una pequeña probadita de la ciudad, introduciendo su historia y los puntos turísticos más importantes, pero falta por conocerla a profundidad y ver que más tiene para ofrecer. Por lo que vemos Budapest es un ciudad de muchos cambios, pero es lo que la ha llevado a ser lo que es hoy en día, una nación con cultura, con una identidad nacional muy marcada, una historia de sufrimiento que no sabíamos que tenía, toda esa fusión de diferentes culturas que es la convierten en esa hermosa ciudad dividida por un río que marcó su historia.