La casa azul
Por Isabel Padilla Camarena
La vida poco convencional que llevó una de las más conocidas pintoras surrealistas la convirtió en un icono de la pintura mexicana del siglo XX. Frida Kahlo expresaba a través de sus pinturas la constante lucha de una vida trágica marcada por la enfermedad, la tragedia de un accidente de tráfico y su vida personal.
Casada con el muralista mexicano Diego Rivera y amiga de artistas y personajes políticos, como Pablo Picasso, André Bretón, Pablo Neruda y del revolucionario León Trostky, al cual dieron asilo en la Casa Azul por dos años. Kahlo fue miembro del partido comunista mexicano y activista de izquierda.
Aunque se le catalogue como una pintora surrealista, Kahlo nunca se consideró como tal, expresaba que al contrario de los pintores del movimiento, ella no pintaba sus sueños si no su realidad.
Si planean hacer un viaje o se encuentran en la Ciudad de México es una visita obligada a la Casa Azul o el Museo de Frida Kahlo. Ubicada en Coyoacán, donde vivieron sus padres y unos años después el matrimonio Rivera Kahlo. Es uno de los museos con mas visitantes de la capital. Fue convertida en museo en 1958, cuatro años después de su muerte. A pesar de que podemos apreciar algunas de sus obras en varios museos de arte contemporáneo en el mundo, visitar el lugar donde crea su universo artístico, nos adentra a su mundo y podemos observar la conexión entre la casa, Frida y su obra.
El museo cuenta con una exposición permanente donde se encuentran algunas de sus obras más famosas, como Frida y la Cesárea (1931), Viva la Vida (1954) entre otros. Dentro de la casa se pueden observar sus objetos personales, como sus pinturas y libros y la recamara en donde estuvo inmóvil por el accidente con el espejo en el techo, donde se reflejaba y gracias a él pudo pintar algunos de sus autorretratos.
Actualmente se exhibe una exposición temporal con el nombre de “Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo” la cual termina en Mayo del 2015. Presentan el vestuario de la artista para dar a entender su identidad, que expresaba a través de esa imagen que ella misma creó; el uso de vestidos del folklore mexicano, un símbolo característico de la artista.
Al usar este tipo de vestidos no era simplemente para ocultar las imperfecciones de su cuerpo -una pierna más corta y el uso del corsé por el accidente- lo utilizó como un símbolo de fuerza e independencia femenina. El traje de Tehuana proviene de una sociedad matriarcal del sur de Oaxaca, en donde las mujeres eran las que dominaban y administraban. De ahí el significado y una de las razones por las cuáles vestía de tal forma, para reafirmar sus ideales políticos, fortalecer su identidad y crear su propia imagen y sentido dentro de una sociedad.
Una visita obligada en la Ciudad de México, ver el lugar donde nació y murió una de las pintoras más conocidas en el mundo. Conocer su hogar para comprender su obra.