Historia de un despropósito: Negar la senda de Güemes en el Camino de Santiago

Posted on 4 febrero, 2015 By CC Columnas, portada, Veo amanecer, lluvia de cristal

Por José Antonio Ricondo Torre

«La gente seguiría pasando por aquí pues el peregrino no viene solo por el alojamiento; también por las actividades, la convivencia y la filosofía del albergue, cuya dimensión es algo más que un encuentro de gentes»

(Ernesto Bustio, responsable de La Cabaña del abuelo Peuto)

Lleva cuatro décadas reconstruida la casa centenaria en donde nace Ernesto -Güemes (Cantabria)- y hace treinta y dos años que este cura la convierte en un albergue de peregrinos, en un compromiso y, hasta el momento, última parada en el “Viaje a la Universidad de la Vida”. Cuando hace tres lustros se le da la bienvenida al primer peregrino, el albergue se convierte en peregrino, en viajero, en descanso del caminante: corría el año 1999 y contó con 200 peregrinos; en el 2010 con 3.500; el año pasado, 8.500. En total, desde su bautismo, unos 50.000viajeros.

¿Qué ofrece La Cabaña del Abuelo Peuto para que en estos años haya progresado geométricamente el número de peregrinos? Los muy densos y vigorosos principios en los que se sustenta y que ha sabido darle Ernesto Bustio Crespo, la verdadera alma máter de esta aventura y párroco de Güemes y Bareyo; el voluntariado de Güemes y aledaños; y una suerte de magia en el descubrimiento de un Camino de Santiago abandonado:

Baste decir que aquí, en Güemes hay una capilla que fue en el pasado un hospital de peregrinos, concretamente en el barrio del Quejigal (Ernesto, en una entrevista de Desnivel digital, el 14.01.2011.).

En dieciséis años, la oleada progresiva de peregrinos ha cambiado la fisonomía de esta localidad con más de la mitad de fuera de nuestras fronteras; entre otros, franceses, alemanes, coreanos, hawaianos, nepalíes, mongoles, neozelandeses o sudafricanos que llegan y se van, lo que ha incubado una necesaria interculturalidad y mucha información. El Camino del Norte, de esta manera, ha recuperado la proyección que siempre tuvo, vuelve a ser una referencia, y el albergue es considerado por los propios peregrinos el más significativo de este Camino: sus instalaciones, el ajardinamiento para pensar y pasear o el revelador santuario universal, lugar de encuentro para los caminantes. En definitiva, la busca de uno mismo.

Y, sobre todo, porque lo que late en el ambiente es una búsqueda del sentido de las percepciones. Percibir que algo debemos cambiar en nosotros porque si no, nos hundimos; el peregrinaje, caminar desde lugares tan remotos y con todas las incomodidades que reporta el camino, es para Ernesto “…un aspecto nuevo de la sociedad. Creo que antes de cualquier motivo religioso está la búsqueda personal de algo noble”.

Lo absurdo del problema.

Miguel Ángel Serna, consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria está recibiendo últimamente muchas cartas, más de mil. Muchas, desde fuera de nuestro país. Todas, manifestando el reproche de los remitentes ante la determinación de eliminar de la senda cántabra, en el Camino de Santiago, a Güemes. Quieren que se les satisfaga protegiendo, y comprometiéndose en ello, el recorrido último del itinerario jacobeo.

Los cincuenta mil caminantes viajeros que alguna vez se han albergado, agotados, en La Cabaña del Abuelo Peuto y a quienes el albergue les ha dado almuerzo, puchero y descanso -con la voluntad por precio-, así como otros de aquí que lo conocen o son voluntarios, andan preocupados. Este lunes, al parecer, la Consejería les dará razón. Les han dicho que estudiarían la intención original.

También diferentes colectivos y asociaciones, y organizaciones de albergues protestan con la decisión unilateral -han actuado de parte, sin consulta previa a las asociaciones de albergues y a la Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago-. Ahí estriba el problema. Solo se contó con los alcaldes de la zona. Han pasado por alto las huellas, significativas para el caso, de los vestigios del Hospital de peregrinos de San Julián y Nª Sª de la Consolación, construido entre finales del siglo XIV y principios del XV. Requieren los firmantes de las cartas que no se desvanezca el antiguo y actual punto de encuentro por Güemes. Esta petición de solidaridad y apoyo para conservar la ruta del Camino por Güemes ha surgido de la Plataforma de Defensa del Espíritu del Camino de Santiago y por medio de la plataforma Change.org, habiendo recogido ya tres mil firmas de apoyo:

Columna, Entretanto