Formas en que un viaje se parece a una sesión de sexo
Es indispensable preguntarse cuáles son las experiencias que uno puede adquirir de ambas nociones…
La trascendencia vital se logra tras un análisis riguroso de las experiencias vividas; tanto las positivas como las negativas, ofrecen un intercambio de crecimiento hacia un bienestar integral. Sólo así, traspasando las barreras de la zona de confort, una persona puede aprender a gozar de las vivencias que lo desconocido puede ofrecer; incluyendo el sexo y los viajes. Por ello es indispensable preguntarse cuáles son las experiencias que uno puede adquirir de ambas nociones:
Hay ocasiones en que un desayuno gratis está relacionado.
Puede volverte loco si no lo has hecho en un rato.
Siempre te deja la sensación de desear más y más.
Hay ocasiones en que te gusta hacerlo con otras personas; aunque también hay otras en que es mejor hacerlo solo.
A veces las expectativas son muy altas y los resultados son desilusionantes (o lo contrario).
Algunas personas se abstienen de ello, y no entiendes las razones.
Tienen olores particulares.
Siempre conoces a personas que lo ha hecho más que tú; otras, menos que tú.
Tu personalidad cambia durante el curso del evento.
Puede usarse como escape o evasión.
Puedes llegar a enfermarte en el proceso si no te cuidas.
Si eres bueno en eso, lo harás más seguido.
A veces dudas si deberías de hacerlo o no, si es correcto o no.
Puedes hacerlo más de una vez en un día, cada día.
Es completamente natural.
Hay quienes toman fotografías o videos.
A veces sólo se trata de negocios (o de placer).
Conoces los mejores lugares que explican en internet.
Puedes llegar a hacer una carrera profesional de eso.
Sabes que necesitas protección en una situación de riesgo.
La mayoría de las personas lo hacen entre 18 y 65 años; pero también los hay más jóvenes o más viejos.
La mayoría del tiempo se hace durante el verano.
Puedes recoger muy buenos consejos en una guía.
Probar algo nuevo es excitante, y terminas feliz de haberlo hecho.
Algunos toman demasiadas precauciones; otros, son espontáneos.
Lo puedes hacer en un avión, tren, la carretera, coche, bote, etcétera.
A veces olvidas cosas (ropa interior, celular…)
Te hace sentir muy alegre.
Puedes hacerlo con extraños o conocidos.
Hay una increíble gama de alternativas para hacerlo.
A veces es horrible.
Aunque siempre libera estrés acumulado.
Puedes despertar y pensar: “¿Y dónde $%&$ estoy?”
En ocasiones puede tomar mucho tiempo…
También puedes llegar a dormir en un sofá.
Es una actividad adictiva.
Inclusive una mala experiencia es mejor que la ausencia de la experiencia.
A veces lo consigues gratis; en otras, tienes que pagar mucho dinero.
En ocasiones puedes dejar un revoltijo; en otras requieres de un baño después de cada sesión.
Las personas se acercan a ti para saber sobre algún consejo.
No siempre es bueno hacerlo con tu mejor amigo.
Puede ser desgastante.
Y nunca olvidas la primera vez.
Foto: Stephane