Navidad copta
Los cristianos coptos de Egipto comienzan su Navidad el 7 de enero, tras una cuaresma de 43 días
Egipto destaca por ser un exótico país perfecto para celebrar la Navidad bajo la magia y los fuegos artificiales que tiñen de luz y color las colosales pirámides. Si hay un dato particular sobre la celebración de estas fiestas es que, según el calendario cristiano copto, el nacimiento de Jesús no se celebra el 25 de diciembre sino el 7 de enero, fecha que se corresponde con el 29º día del mes copto de “kiohk”.
Previamente, es tradición para los coptos realizar desde el 25 de noviembre hasta la víspera de Navidad (fechada, en este caso el 6 de enero) un estricto ayuno durante el que no se puede tomar alimentos de origen animal. Tras la misa del gallo, de obligatoria asistencia, las familias se reúnen para romper con esta penitencia con ropa nueva estrenada para la ocasión. La posterior cena es muy especial, en la que todos los platos han sido preparados durante la Cuaresma. Una de sus delicias principales es la “Tarbeia”, una sopa de arroz que se presenta como el anticipo para la carne, siendo el cordero la auténtica estrella del menú.
Otra de las tradiciones de gran arraigo es la visita a sus vecinos musulmanes, con los que comparten los “Kahk”, unas apetitosas pastas de mantequilla y azúcar glas que también son típicas del Ramadán. En cuanto a los regalos, éstos se dan en Nochebuena o el día de Navidad. Además, los presentes tienen un gran significado para los más pobres del país, ya que reciben ropa nueva de los más ricos.
Asimismo, estas fiestas en Egipto no se han vuelto tan comerciales como en Occidente. Por eso, a la hora de realizar las compras de los adornos navideños para el hogar y de los regalos, los egipcios coptos se decantan por los bazares benéficos destinados a causas locales. De este modo, Egipto cumple con el espíritu más solidario de la Navidad.