Sintra, una villa de ensueño
A tan sólo unos 30 kilómetros de Lisboa, se encuentra Sintra, una villa llena de encanto que parece sacada directamente de un cuento de hadas y que representa el lugar perfecto para pasar un fin de semana de lo más romántico. Su naturaleza y patrimonio hicieron que en el año 1995 la UNESCO le otorgara el título de Patrimonio de la Humanidad.
Pasear por el centro de Sintra es como trasladarse hasta un mundo mágico, en el que la riqueza natural y la majestuosidad de sus monumentos se conjugan con extrema belleza. Dominando el centro histórico de la villa se alza el Palacio da Vila, o Palacio Nacional de Sintra, donde actualmente, además de ser escenario histórico, se realizan conciertos de música clásica, recepciones oficiales y recreaciones de historia en vivo. Fue estancia de los reyes portugueses durante más de ocho siglos y utilizado, sobre todo en la Edad Media, tanto como refugio de la capital en los meses de estío o en caso de brotes de peste como lugar privilegiado para la práctica de la caza.
Inmersa en una frondosa vegetación y a escasos metros del centro de Sintra, se encuentra la Quinta da Regaleira, una fabulosa suma de estilos y construcciones, jardines, pozos, torres, lagos, estatuas y grutas, cuyos orígenes datan del año 1697. Adquirida en marzo de 1997 por el Ayuntamiento de Sintra, la Quinta da Regaleira es, actualmente, la sede social de la Fundación Cultursintra, que desarrolla un importante programa de conservación y recuperación patrimonial, de dinamización turística y de ampliación de un plan de actividades culturales.
La Quinta da Regaleira constituye uno de los monumentos más sorprendentes y enigmáticos del Paisaje Cultural de Sintra. Como representación del cosmos, su enorme jardín se revela a través de la sucesión de lugares impregnados de magia y misterio, dando paso a un mundo inferior (un dantesco mundo subterráneo). En estos ámbitos se dejan ver referencias a la mitología, al Olimpo, a Virgilio, a Dante, a Milton, a Camoes, a la misión templaria de la Orden de Cristo, a grandes místicos y taumaturgos, a los enigmas del Arte Real y a la Magna Obra Alquímica. Esta sinfonía de piedra, cincelada por las manos de constructores de templos empapados por un verdadero espíritu de tradición, revela la dimensión poética y profética de una mansión filosofal lusa.
A unos 4 kilómetros de la localidad, sobre una colina a 500 metros de altura, se eleva el Palacio da Pena, un palacio de ensueño considerado el mayor ejemplo de arquitectura romántica en Portugal y pintado con los colores originales. Fue construido a partir de las ruinas del Monasterio Jerónimo de Nossa Senhora da Pena, remontándose al año 1839. Está rodeado de más de 200 hectáreas de parque, donde se mezclan cientos de especies animales, desde la más tradicional hasta la más exótica. En él conviven en perfecta armonía estilos tan diferentes como el neomanuelino, el neo-gótico y el neo-árabe. El Palacio Nacional da Pena es, desde 2007, una de las siete maravillas de Portugal. No olvides tomarte algo en su terraza, desde donde se puede observar los paisajes que forman la Sierra de Sintra.
Para finalizar, el tercer lugar que no puedes perderte en Sintra es el Parque de Montserrate, también situado a 4 kilómetros de la villa. Posee exuberantes jardines y un palacio que reflejan los eclecticismos del siglo XIX, en el que los motivos exóticos y vegetales de la decoración interior se prolongan armoniosamente hacia el exterior. El césped situado frente al palacio permite un descanso merecido antes de continuar descubriendo uno de los más ricos jardines botánicos portugueses.
Uno de los sitios más visitados y una de las principales atracciones turísticas del Paisaje Cultural de Sintra es el Castillo de los Moros, clasificada como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1995. Se trata de una fortificación militar que fue testigo de la presencia islámica en la región. Dominando la villa desde lo alto, tenía la función garantizar la vigilancia y protección de Lisboa y sus alrededores. Actualmente, en él se están llevando a cabo algunas excavaciones arqueológicas, a la vista de los visitantes, que han aclarado muchas dudas sobre la historia de la presencia humana en el lugar.
Dentro del Parque de la Pena, en la zona occidental, no puedes perderte el Chalet y Jardín de la Condesa d’Edla, reabiertos al público recientemente tras un largo proceso de restauración, ya que el edificio fue destruido por un incendio en 1999. La ubicación del chalet mantiene una importante relación visual con el palacio, acentuada por la cercanía de un dramático conjunto de bloques de granito, las Piedras del Chalet, y por un valle aledaño. No olvides asomarte a su balcón, desde donde podrás asomarte para admirar el esplendor del mar. En su jardín podrás encontrarte con exóticas colecciones botánicas, miradores con vistas al palacio, al chalet y al Castillo de los Moros.
Además de deslumbrar por sus mágicos lugares y paisajes de ensueño, Sintra también brilla por su repostería, donde destacan las quesadas (queijadas) y los travesseiros, hechos de hojaldre, rellenos de dulce de huevos y almendra y polvoreados con azúcar. Lo ideal es disfrutar de esta explosión de sabor cuando está caliente, ya que es aún más sabroso.