Amanda y Ricardo: “El Teatrito de gira por España”

Por: Gloria Serrano Solleiro

Nuestro pretexto fue el teatro, pero en realidad de lo que hablamos fue de la vida misma. Se trató de una auténtica charla de café, de esas que traen consigo un ventarrón de emociones que te sacuden. Ricardo y Amanda, fundadores del Centro de Investigación Escénica El Teatrito, A.C., son cómplices irreverentes y audaces, dos espíritus libres que no se doblegan ante los retos y que en esta ocasión, nos comparten sus reflexiones sobre el panorama de las artes escénicas, la política y la sociedad, justo a unos cuantos días de iniciar su primera gira por España:

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Hablemos de “El Teatrito” a fondo, de este lugar que es parte indispensable de la vida teatral en Mérida, Yucatán:

Ricardo: Nosotros llegamos a esta ciudad hace 15 años, cuando no existían las escuelas profesionales de artes escénicas y mucho menos de teatro, así que fuimos impulsores de que esto sucediera, incluso trabajamos en el plan de estudios de lo que hoy es la ESAY (Escuela Superior de Artes de Yucatán). Y bueno, somos un Centro de Investigación Escénica que abarca varios procesos. Digamos que entre los más importantes está nuestro proyecto estético, que es el proyecto medular de “El Teatrito” y luego de ahí se desprenden muchos otros. Tenemos un Taller Comunitario de Teatro, abierto al público que está interesado en acercarse a la producción simbólica del teatro, pero que no necesariamente ha hecho teatro o que no necesariamente lo ha hecho profesionalmente. Luego viene lo que es “El Cinito”, un Cine Club Debate que ya tiene 11 años. Trabajamos con la misma idea con que nacieron los cine clubes en Sudamérica, de entrada libre gratuita y que son un lugar de reunión para debatir sobre un tema o temas en particular, que además tiene como pretexto fundamental el arte cinematográfico, hablar de cine.

También está propiamente el espacio como Centro de Investigación Escénica, que cuenta con un foro, esta cafetería y una biblioteca de consulta con más de 5000 textos y más de 1 millar de películas. La mayor parte del contenido es de artes escénicas, poesía y cine, pero también abarca literatura universal completa, historia, una sección muy grande particularmente sobre España y la Guerra Civil Española, ya que algunos de nosotros venimos de ese origen y es el material que hemos ido acumulando durante nuestra vida y ahora ponemos a consulta de quien así lo desee.

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En cuanto a capacitación tenemos el Taller de Cortometraje Primer Plano, de un compañero argentino, Pepe Perruccio, que ha ido tomando este espacio y que ahora también lleva a cabo el Taller de Escritura Audiovisual en el que se trabaja cómo elaborar el imaginario de un guion. De este vínculo surge además otro proyecto que es el Centro de Registro e Investigación Documental (CIRD), en el que tratamos de buscar todos los lenguajes posibles del arte documental, desde lo audiovisual hasta lo teatral, pasando por la literatura, el radio, el video mudo, la danza, la música; en fin, todo aquello que pueda ser una forma de expresarse documental o testimonialmente. En un principio tenemos el objetivo de presentar cuando menos un documental al año, pero como Centro de Investigación Escénica no estamos casados con los resultados, si bien son importantes, nos es más importante documentar los procesos, el cómo se va llegando a tal cosa y cómo cada sujeto asume la experiencia, qué te dejó o cómo te transformó.

Amanda: Esto implica también la conjunción de varios creadores. Abrimos una gama bastante amplia; son sonidistas, fotógrafos, gente interesada en el cine o como en mi caso, que soy actriz pero nunca he hecho cine. Aquí conjuntamos los saberes y conocimientos de todos; estamos en los comienzos pero ya tenemos un proyecto que tiene que ver con los cines como espacios físicos, con investigar qué pasa en Yucatán con estos cines que existían en los barrios y cómo han evolucionado o en qué se han transformado. Otro proyecto que no podemos dejar de mencionar y que ya tiene 12 años funcionando, es el Festival Independiente de Teatro Íntimo “Encuentro Internacional” (FITI), de corte independiente y en un espacio alternativo que surge por una inquietud, estamos hablando de hace doce años cuando no había un solo festival internacional de teatro en Yucatán, ahora sucede y es muy bueno, pero antes no; así que de ahí decidimos abrir una convocatoria.

Se trató también de hacer públicos a partir de preguntarnos cómo lograr que la gente tenga acceso a otras cosas que normalmente no ve, ya que estamos en una ciudad en la que el teatro regional es muy fuerte, incluso en aquella época había teatros específicamente para teatro regional y todavía los hay. El primer año no fue internacional, sino resultado de proyectos que habíamos hecho aquí o en el Distrito Federal, que es de donde venimos. Ese año el festival se llamó “Del Monólogo al Diálogo” y contó con la participaron de grupos locales o que ya trabajaban la escena en Yucatán. En ese entonces iniciamos con una página web, tan común ahora que hasta un niño tiene la suya, pero que en aquél momento hizo que todo el proyecto se internacionalizara fuertísimo y encontrara resonancia en ciudades como Buenos Aires, donde mucha gente se interesó.

Colocaron en el mapa internacional de las artes escénicas a Yucatán…

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A: Quizá se escuche muy “rimbombante”, pero así es. Ahí nos dimos cuenta que había grandes coincidencias con otras agrupaciones en cuanto a la forma de hacer teatro y el Festival empezó a crecer a tal grado que, de manera continua, hemos hecho 12 Festivales y el 13 está en puerta. En la cultura maya este es un número importante, para otras culturas es sinónimo de mala suerte pero para nosotros siempre ha sido un número que nos sigue, así que el próximo festival tiene un significado especial, es como una vuelta del ciclo. Y bueno, ahora es ya un punto de referencia y esto nos enorgullece porque fuimos pioneros, además que ha abierto puertas para que también este espacio se vuelva un lugar de tránsito de otros grupos que no necesariamente vienen al festival, pero que se presentan uno o dos fines de semana. Por ejemplo, fue a partir del segundo festival que el grupo Galpón de las Artes, del Mar del Plata en Argentina llega a El Teatrito.

Algo importante es que se trata de un encuentro internacional, lo que para nosotros es fundamental. No es solamente llegar y presentar tu obra, sino tener un debate, un diálogo después de cada función, eso lo hacemos desde hace 14 años. También hacemos conversatorios, de los que ahora vemos réplicas en otros foros y eso está buenísimo, porque en verdad es ahí donde el encuentro se da, donde conoces a los creadores, hablas con ellos más allá de la obra y, como espectador, eso te hace reflexionar y crecer. Lo que hace este formato es generar una relación muy abierta y cercana con el público, a la que nosotros llamamos “crear públicos críticos y participativos”. Y aquí viene otro aspecto muy importante que es la “No Taquilla”. El no tener una taquilla implica abrir las puertas para quien tenga un deseo real de ver teatro, en su lugar manejamos una cooperación solidaria que se pide después de cada función y tiene un costo. Esta es otra manera de formar públicos y conciencia, lo que solo se genera viviendo la experiencia de llegar a un espacio donde no hay una taquilla, eso te rompe el esquema. Claro, son procesos, no es fácil.

R: No, no es fácil. En Alemania definen la solidaridad como un sentimiento que consiste en verse a los ojos del otro y ponerse en sus zapatos, acompañar al otro en el momento en que se requiere esa solidaridad, ese acompañamiento. Nosotros creemos mucho en eso, yo creo que la solidaridad pasa más por un sentimiento y que la idea de tener una cooperación solidaria, más que un donativo voluntario, es romper con una cosa muy esquemática del capital. Y bueno, esto no lo digo yo, lo dice Peter Weiss, lo dice Marat/Sade; la idea de transformar el imaginario en las palabras tiene que ver con eso. Nosotros artistas hacemos un ejercicio de solidaridad con el espectador, tratando de entregar nuestro arte con el mayor profesionalismo y, a su vez, quien viene da su cooperación solidaria que tiene un valor, lamentablemente económico, pero hay que ponérselo para recuperar los recursos con los que todo esto sucede. Sin embargo, también entendemos que en un país como México 70 millones de mexicanos tal vez no pueden pagar el valor de una función y 40 estamos seguros de que no lo pueden hacer…

A: Sí, estamos hablando del arte como un derecho, no como un privilegio.

R: Exacto, entonces apelamos a que quien tiene la posibilidad ponga lo que se le está solicitando, porque eso hace posible el boleto del otro. Y quien no tenga, que en otro momento se acuerde de esta experiencia y cuando pueda ser solidario con alguien más, que intente hacerlo.

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Alfonso Sastre dice que “hacer teatro es implicarse en la vida social, comprometerse en las luchas de esta sociedad”,  ¿qué hay de la función social del teatro?

R: Yo creo que el teatro como cualquier arte es un derecho. Los seres humanos, mamíferos que somos y por las características que tenemos, estamos condenados a hacer cultura y la cultura es todo aquello que no nos proporciona la naturaleza. La producción simbólica por lo tanto, es cultura y es un derecho.

Organizados en sociedad como estamos, el ciudadano (del campo o la ciudad) tiene derecho al disfrute del teatro, de la pintura, de la música, desde una orquesta sinfónica hasta un concierto de rock. Cuando la ideología dominante propone aquello que le conviene para seguir dominando, el arte se vuelve entonces ese resquicio de resistencia que propone lo contrario. En cuanto a si el teatro es un arte que solo entretiene… Bueno, por definición “entretener” es aquello que hace que alguien tome atención de lo que no había tomado atención. En este sentido sí, el teatro que nosotros proponemos es el de entretenimiento. Te proponemos que tomes atención de aquello que no has tomado atención porque todo lo demás no te deja, tu cotidianidad, la televisión que ves, la radio que escuchas. Así que te proponemos que vengas aquí a entretenerte, a distraerte de esa cotidianidad para que te dejes “tocar” por otra cosa.

Estoy tratando de sintetizar, yo suelo hablar mucho… Por lo que he aprendido, te puedo decir que no hay cambio social progresista; es decir, que haya evolucionado hacia esta idea de democracia y libertad, que no esté acompañado por vanguardias artísticas. Si el hombre y la mujer no logran tener procesos profundos de sensibilización que solo puede provocarte el arte, es difícil que puedan salir de la enajenación en que nuestras formas de organización social nos tienen inmersos. Para que un trabajador logre entender que su salario es indigno no solo requiere, como dice Lorca, comer un pan. Si el espíritu no se alimenta, el hambre no se satisface.

A: Yo hablaría de hacer a un ser humano libre, de esa libertad que te provoca reconocer lo que sientes. No es la única, pero el arte tiene esa posibilidad, cuando es arte verdadero necesariamente pasa por los sentimientos y tiene como función hacer seres humanos libres.

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Y el teatro para Amanda y Ricardo…

A: Para mí es una forma de vida. No en el sentido de ir “teatralizando” todo, sino de buscar ser un ser humano cada vez mejor. Es estar todo el tiempo en la búsqueda de mejorar tu vida. A mí el teatro y este proyecto me han dado eso.

R: Yo lo dividiría en dos partes. Por un lado el Centro de Investigación Escénica El Teatrito, que es un proyecto de vida. Por otro, el cómo vivo el teatro es una contradicción bienvenida, porque yo me acerqué al teatro queriendo hacer cine. Cuando veo una obra de teatro me parece que lo que sucede ahí es fantástico, pero lo mismo me pasa cuando veo una película, por ejemplo de Kurosawa, de Bergman o cine documental. Por más doloroso que sea el tema, es un placer estético verlo. Lo que sí creo, es que de todas las artes a las que me pude haber acercado, el teatro es la que me sigue generando más placer. Ahora lo que más me gusta es escribir, el proceso de escritura para mi significa la materialización de personajes. Goya, con Los Caprichos, expresa que “el sueño de la razón genera monstruos” y eso me pasa cuando escribo.

La crisis, ¿del teatro?

R: Yo no sé si necesariamente el teatro es el que está en crisis. Yo pienso que lo que está en crisis es un sistema de organización social; es decir, el teatro está en crisis porque el sistema está en crisis y en lo que tendríamos que poner más atención es en esto, para profundizar y tratar de solucionarlo. Yo espero que llegue un punto en el que la humanidad transite hacia otra cosa que debe ser mucho más bella y nada violenta. Quizá es muy utópico, tal vez por eso hago teatro, porque es el lugar en el que estas utopías pueden ser verdad. Bertolt Brecht, decía que el teatro es el lugar más democrático del mundo, porque es donde las mayorías tienen algo que decir y normalmente esas mayorías son los muertos, aquellos que han construido esa idea de democracia, entendida no como el hecho de ir a votar y elegir a, sino como el momento en que un grupo en colectivo es capaz de ponerse de acuerdo o no, pero tomar finalmente una decisión mayoritaria para avanzar en la manera de escucharnos todos, para dar un paso evolutivo.

A: Yo diría que el teatro es crisis, el teatro es conflicto, es enfrentamiento de intereses, de voluntades. El teatro cuenta el momento climático en que dos fuerzas contrarias chocan. Si no existe eso, entonces se trata de un teatro “light” que solo te va a decir lo que quieres escuchar o que te va a dar la respuesta y ese teatro está muerto.

R: Sí, el teatro por definición es conflicto. Pero yo creo que el arte en general es eso, es conflicto. Y más que una crisis del teatro hablaría de una crisis ética de la humanidad, de este momento histórico que nos ha tocado vivir, aunque el capitalismo siempre ha sido un sistema destructivo por naturaleza, porque está fincado en la idea de producir infinitamente en un ecosistema finito, lo cual es imposible y además ha deshumanizado al ser humano con todo lo que eso implica. Estamos viviendo el momento de “quítate tú para ponerme yo”, sin importar qué pase. Es negarle el derecho al otro de existir y eso me da mucho miedo porque tenemos un hijo de 8 años y pienso que el mundo que va a vivir es mucho más parecido al que vivieron mis abuelos. Por ejemplo, hoy uno sale a la calle a manifestarse por no perder el trabajo, hace 30 años se salía a la calle a manifestarse por mejores salarios. Parece nada, pero el cambio es radical, no es lo mismo pelear por tus derechos que pelear por no perderlos. Así que esto por supuesto que se refleja en toda manifestación artística, pero también existen resistencias y cosas que están pasando en el mundo, que dan cierta esperanza de que no todo está perdido.

Quizá aquí es donde está un tanto perdido el arte, como sucede en México y en toda Iberoamérica, donde bajo esta lógica se habla de un “mercado de las artes”, y es muy válido para quien quiera transitar por ahí, pero yo creo que tendríamos que darle la vuelta porque el arte no es un mercado.

A: Yo diría que la crisis es humanitaria, estamos en una crisis donde los valores esenciales del ser humano están devaluados y en este sentido, el arte se vuelve un reflejo o una resistencia ante quienes permiten que el teatro o cualquier disciplina se convierta en una mercancía.

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Teatro independiente en espacios alternativos, ¿de qué estamos hablando?

A: Pues bueno, el teatro independiente siempre lo hemos reivindicado como esta tradición que viene de Sudamérica sobre todo, y que es básicamente un teatro de grupo que cuenta con un  espacio propio para crear y presentar sus espectáculos. Es un teatro de repertorio, que puede presentar varias obras porque está trabajando constantemente con la misma gente.

R: Es un modelo de producción. Yo no le llamaría alternativo a los modelos comerciales o institucionales, sino diferente y que cuenta con producción propia. Lo otro que para mí es muy importante, es que trabaja en colectivo; es decir que para subir a escena, el actor debe o debería conocer todos los procesos que hacen posible el espectáculo antes de que suceda, durante y después del espectáculo. Hay que ser técnico, el que barre la sala, el que recibe al público, el que sirve café. Se trata de hacer en colectivo todo eso que logra que una noche teatral suceda. La tradición que nosotros reivindicamos es la sudamericana, entendiendo esto como algo que surge en un continente donde las democracias han sido realmente frustrantes, donde los procesos institucionales favorecen a pequeños grupos y que es entonces cuando se ve la necesidad de contar algo que no es lo que el Estado o el productor capitalista quieren que se cuente.

En cuanto a lo alternativo del espacio, se trata de un lugar que no tiene la arquitectura convencional de un teatro. Para empezar, un teatro de grupo debería tener un foro de arena; es decir, totalmente movible para que el proceso de creación pase por cualquier parte y no se limite a esta idea neoclásica francesa, muy burguesa (porque nace con la burguesía), de tener un solo frente y que hoy en nuestra contemporaneidad nos parece que ya no es suficiente. Claro, no digo que una propuesta en un espacio alternativo no pueda ser frontal, pero esta idea va rompiendo esquemas incluso de producción escénica, porque no es lo mismo producir para un espacio circular que para uno a la italiana. No sé si llamarlo “alternativo”, quizá no hay otra palabra por ahora; digamos ¿es alternativo a los espacios convencionales? Sí, puede ser, pero por ejemplo en Argentina o Uruguay, hay muchos espacios como este, así que para alguien que va a El Camarin de las Musas o al San Martín, el teatro independiente no es algo “alternativo”, es simplemente una forma más de producción de teatro.

En el caso de nuestra experiencia en Yucatán es alternativo a lo que siempre hubo, pero también en la Ciudad de México son muy comunes este tipo de espacios a partir de las dictaduras sudamericanas y de los exilios de distintos grupos artísticos que vinieron en buena parte a México. Tadeco tiene 32 años, Contigo América tiene 33…

¿Qué hay de los contenidos de las producciones?

R: Es un poco lo que planteaba, la necesidad fue encontrar un modelo de producción que permitiera decir lo que el empresario capitalista o el Estado no quieren decir, por supuesto que el contenido es otro aunque los textos sean los mismos; puedo hacer una obra de Beckett o Chekhov o de Pinter pero su lectura es otra, quizá mucho más cercana a lo que Pinter tenía en la cabeza cuando escribía contra el capitalismo, por poner un ejemplo. Nuestra historia occidental nos dice que de Grecia para acá nació el teatro, pero el teatro en oriente tiene dos mil años más y las historias son las mismas, el teatro cuando es universal cuenta las mismas historias, los comportamientos humanos en situaciones límite, los conflictos son los mismos.

A: Esto del teatro independiente y sus contenidos nos lleva a hablar también de un teatro político, pero no entendido como un hecho que solo el teatro independiente toca. Políticos somos todos al ser parte de la polis; muchas veces somos indiferentes ante esto, eso sí. Y también está el teatro ideológico, que tiene ya una idea muy definida y que depende de cada grupo, pero no necesariamente tiene que ver con el teatro independiente. Se ha encasillado mucho, se dice que el teatro independiente es un teatro político o social, pero lo ideologizante no solo está en este tipo de teatro, la propia televisión nos da contenidos ideológicos. Es muy triste, todos deberíamos ser políticos, porque ahí estaríamos en el debate, dialogando y discutiendo nuestras necesidades individuales  y grupales, pero al no entenderlo así, hacen con nosotros y con nuestros derechos lo que quieran, porque muchas veces ni siquiera sabemos qué derechos tenemos.

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Y en este contexto comienza la Gira por España…

A: Así es, esta es la primera ocasión que nos presentamos en España, llevamos la obra “Los motivos de Antígona, los últimos minutos” un texto escrito por Ricardo y basado en la obra de Sófocles, que toca todo esto que venimos hablando. Es un monólogo donde yo actúo, Ricardo dirige y hace la dramaturgia. Y bueno, llegamos con una obra que tiene todo un contenido, quien conozca el texto original entenderá que hablamos de estos muertos no enterrados. Nada más pensemos en cuántos muertos no enterrados tenemos en la historia de nuestro país; pero también creo que tiene importancia para España en cuanto al exilio español, todos de alguna forma llevamos nuestros muertos. Es una gira fuerte en ese sentido, con una obra en la que una mujer habla de sus hermanos muertos, lo que la potencializa mucho más. Es fuerte y reconfortante, así de contradictorio. Pero creo que lo que no es contradictorio no está vivo, el equilibrio precario es fundamental en la vida. Y bueno, empezamos el 24 de octubre en Málaga presentándonos en La Invisible; luego tendremos un encuentro con el grupo La Mordiente Teatro y después en la CNT, dentro de unas jornadas político-culturales.

También quiero hablar de la residencia que haremos por un mes en Morón de la Frontera en Sevilla, precisamente con la idea de reencontrarnos con nuestra teatralidad que muchas veces dejamos de lado por la cotidianidad y el trabajo que conlleva el Centro. Vamos a arriesgar para crear algo nuevo abriéndonos a otros terrenos, ahora Ricardo estará en escena y yo haré dramaturgia. Será un tiempo de recogimiento para trabajar la escena juntos. Aquí estaremos todo el mes de noviembre, trabajando con el grupo Trasto Teatro en el Centro de Investigación Escénica El Castillo de las Artes y finalmente cerramos la gira en Barcelona programando algunas funciones y celebrando con otros compañeros el aniversario número 16 de El Teatrito, que es el 27 de diciembre.

R: Sí, y también en Barcelona tendremos un encuentro de arte y socio-ecología que es parte de un largo proyecto con el Dr. Miguel Ángel Ricci, en el que la idea gira en torno a educación, teatro y ecología. En cuanto a la residencia en Morón de la Frontera, pues lanzaron la convocatoria al 1er Premio “Alfonso Jiménez” Becas de Residencia Artística para creadores y nosotros fuimos uno de los tres grupos seleccionados y el único de este lado, latinoamericano. Algo que también es importante mencionar, es que los recursos con que nos vamos los obtuvimos a través de la autogestión, cosa de la que estamos muy orgullosos junto con el Premio, que no sólo es un reconocimiento a nuestro trabajo, sino a todo lo que está sucediendo en Yucatán en cuestión de artes escénicas.

A: Sí, esta ciudad tiene ahora mucha más oferta cultural a partir del trabajo que iniciamos y si este espacio sigue, es porque insistimos en hacerlo posible, porque realmente así lo queremos. Todos los obstáculos nos hacen fuertes, yo lo siento así.

R: Cuando un proyecto no se concreta por la falta de recursos, yo creo que entonces no hay proyecto. Como Centro de Investigación Escénica hemos trabajado mucho en esta ciudad para fortalecer el desarrollo del teatro y de la cultura en Yucatán, así que es todo un orgullo el que podamos decir que la autogestión es posible. Lo importante es que gracias al proyecto Cruzando Fronteras es que se da este encuentro con otros grupos, este cruce a España, y pues también gracias a la solidaridad de muchísima gente que conoce nuestro trabajo y que nos apoyó de muy diversas maneras, que no fue indiferente. Yo lo veo como una consecuencia de todo lo que hemos venido realizando en el Centro.

A: Bueno, y terminada la gira regresamos rapidísimo para continuar con la planeación del próximo FITI que es en marzo.

Muchas gracias a ambos.

Amanda y Ricardo, como artistas que son, miran la vida a través de un cristal diferente. El del teatro. Su tránsito irremediablemente está marcado por la profundidad de quien pasa las emociones por el arte y, a partir de ello, intenta revolucionar al público. El suyo, es un teatro heredero de aquél que surgió en la segunda mitad del siglo XX en países como Argentina, Uruguay, Chile y la propia España; manifestaciones resultado del momento político y social, con una estética vanguardista y nuevos lenguajes, que generaron todo un circuito de creación colectiva en contraposición del teatro tradicional o del establishment. Detrás de “El Teatrito”, hay toda una aventura colectiva de entusiasmo y entrega. Sus fundadores hoy dan continuidad y empuje a ese movimiento colocando los cimientos de futuras historias de teatro, una de las cuales está por contarse al sur de la península ibérica. El amor empedernido que profesan por la escena como alternativa vital, nos permite avizorar una gran función, no puede ser de otra forma.

Nos leemos pronto…

Sobre nuestros entrevistados:

Amanda Quezadas Llanes: Actriz, productora y directora. Licenciada en actuación por la Escuela de Arte Teatral del INBA. Ha tomado diversos cursos y seminarios, ha actuado en varias ciudades de México y América Latina, así como en el Conservatorio de Arte Teatral de Paris. Docente por más de 6 años en sensibilización artística, en educación primaria y media. Fundadora y directora administrativa del Centro de Investigación Escénica El Teatrito, A.C., donde investiga sobre la formación y la pedagogía actoral, la sensibilización artística para niños y adultos, la iluminación, la dirección escénica, el teatro y su relación comunitaria.

Ricardo Andrade Jardí: Director, dramaturgo y actor. Egresado de la carrera de Dirección Escénica de El Foro Teatro Contemporáneo en la Ciudad de México. Tiene una especialización en Historia del Teatro y otra en Dirección Técnica (regidor) por el programa México – USA, con la 3 Leg Dog de Nueva York. Articulista del periódico Por Esto de Mérida, Yucatán, es fundador y representante del Consejo Nacional de Comunicadores Ciudadanos A.C. (CONACC) y colaborador de varias publicaciones del movimiento de periodistas y comunicadores en resistencia de México y Latinoamérica. Fundador y director artístico del Centro de Investigación Escénica El Teatrito, A.C., donde investiga sobre el diseño y búsqueda de tecnologías luminotécnicas de bajo presupuesto para el equipamiento y adecuación de espacios escénicos y culturales comunitarios no convencionales y móviles, así como en la animación de títeres de sombras opacas y traslúcidas y en la dramaturgia de micro ficciones.

Ligas de interés:

Centro de Investigación Escénica El Teatrito, A.C.: http://www.elteatrito.com/

Trasto Teatro: http://www.trastoteatro.com/

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