Turismo negro: la poderosa atracción por la muerte
Este peregrinaje a la crueldad pretende convertirse en una comunicación, íntima y mórbida, con la muerte.
Auschwitz, Cambodia, Chernobyl, son sólo algunos ejemplos del turismo negro, oscuro o de dolor. Del inglés dark tourism, esta manera de viajar se enfoca en visitar sitios asociados con la muerte, violencia y tragedia.
El término nació en el 2000, cuando los británicos John Lennon y Malcolm Foley publicaron un libro titulado Dark Tourism: The Attraction of Death and Disaster (2000) (Turismo oscuro: la atracción de la muerte y el desastre). Tiempo después, la Universidad de Lancashire Centra, al norte de Inglaterra, fundó el Institute for Dark Tourismo Research, con el objetivo de realizar investigaciones relacionadas con Tanatología, la comercialización de la muerte y la industria del turismo.
Poco a poco, conforme aumentaban los viajes hacia el pasado imborrable de la crueldad humana, las personas se demandaba: ¿la industria del turismo busca beneficiarse a partir del sufrimiento de las víctimas, o educar a los mortales intrigados por el morbo que aún recorren el mundo?
Este peregrinaje a la crueldad pretende convertirse en una comunicación, íntima y mórbida, con la muerte. No obstante puede resultar en un arma de doble filo, donde, al naturalizar y banalizar la tragedia a través de estos sitios, se pudiera normalizar el pasaje al acto de Tanathos, de la violencia y de la crueldad. Y de ese modo, minimizar las acciones destructivas a lo largo de los siglos.
La historia de la humanidad ha sido revoltosa, en maneras inexpresables y atroces. Por lo que, al generar este acercamiento a esta doble cara, entonces podemos tomar consciencia de los hechos para un cambio positivo. De lo contrario, al incrementar el apoyo de la sangre y carnicería, quizá es tiempo de reconsiderar el objetivo de la industria del turismo.