El placer de la escritura terapéutica

Puede que seas una de esas personas habituadas a llevar un diario. Un cuaderno donde anotar pensamientos, hechos del día e incluso tus deseos y aspiraciones. Escribir es un gran recurso terapéutico para nuestras emociones, muy necesario para cualquiera de nosotros. Te explicamos por qué.

 

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El día a día nos trae preocupaciones, necesidades, grandes dosis de estrés y hasta ese vacío existencial que no sabemos con qué llenarlo. Los problemas en ocasiones se nos enredan y acumulan en una compleja madeja que no sabemos cómo desenredar, cómo gestionar.

La escritura terapéutica puede alzarse como una de las mejores estrategias para enfrentarnos a todas estas cuestiones. Para organizar ideas y encontrar ese desahogo emocional que todos necesitamos en un momento dado.  Aquí tienes sus beneficios para que te animes a dejar tu voz en esos cuadernos de hojas en blanco.

 

1. El desahogo emocional

Imagina esos días en los que discutes con tu pareja. En que tienes tantas cosas y emociones contrapuestas en tu cabeza que no sabes qué es lo que quieres verdaderamente. Te duele la cabeza, te sientes cansado y no podrías decir con exactitud qué es lo que te ocurre.

Una estrategia ideal es sentarte un momento. Coger un cuaderno y empezar a escribir lo primero que te venga a la cabeza. Y no, no hace falta ser Gabriel Garcia Márquez o el psicólogo Walter Risso para poder escribir tus pensamientos. Basta con cosas sencillas, con un iniciar un encabezado donde poner la fecha de hoy, y después de esto, un “Estoy enfadada.”, “Me siento solo”. “Me siento incomprendida”. Tras estos inicios intenta argumentar qué hace que te sientas así, para, a continuación preguntarte ¿qué podría hacer para sentirme mejor?

Estamos seguros de que, una semana después, habrás encontrado solución a esos problemas que, la escritura, te ha ayudado a clarificar. Coge el lápiz o tu bolígrafo favorito y, simplemente hazlo bailar por las hojas en blanco al son de tus emociones, de tus sentimientos, de tus rabias y soledades.

 

2. Nos ayuda a buscar soluciones

Escribir es uno de los mejores ejercicios mentales. Un revulsivo para nuestro cerebro mediante el cual, clarificar ideas, establecer prioridades. Y más aún, volcamos en esos diarios parte de lo que somos para ver nuestro interior. Es como tener un reflejo propio desde el cual, tomar un punto de partida, un origen desde donde empezar a actuar para traer mejores cambios, decisiones y planes que, poco a poco, nos permitan encontrar la felicidad.

Escribe un poco todos los días estableciendo un orden: “Hoy me siento….” “Hoy me ha ocurrido…” “Yo pienso que….” “Tal vez si cambiara esto podría….” Pequeños escalones que nos permitirán encontrar ese equilibrio emocional que todos necesitamos.

 

3. La escritura, una forma de libertad

La escritura no es solo un excelente acto de catarsis emocional. Es una forma de libertad y de auto-conocimiento. Nadie te va a juzgar mientras escribas, nadie te pauta normas ni obligaciones. Mientras escribimos establecemos una relación tú a tú con nosotros mismos sin vetos ni prejuicios.

Son las intimidades de tu mente y de tu corazón, no tienes por qué enseñarle a nadie lo que escribes en tus diarios. En esta época basada en la tecnología el ejercicio de la escritura se alza como un remedio a muchos de nuestros males. Es una forma maravillosa de escuchar nuestra voz y nuestros sentimientos. De encontrarnos libres.

Si empiezas a escribir un poco cada día veras como sin querer se convertirá en algo adictivo, algo que necesites y que te hará sentir realmente bien.

 

[MejorconSalud]

 

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