La ciudad que rompe sueños, de Sandra Pérez Castañeda
Por Jose Rasero
Acción o conducta que perjudica o puede perjudicar muy gravemente a quien la realiza. Así lo define el DRAE. No es un tema fácil. De tratar, de hablar, de analizar. Mucho menos de novelar. El suicidio, invariablemente, se ha tenido que enfrentar con un marcado estigma de opacidad. Su realidad y sus cifras, por regla general, se han ocultado bajo el manto de lo prohibido, del tabú, tanto en el ámbito familiar como en el social.
Sandra Pérez Castañeda (Cádiz, 1972) comenzó a investigarlo en 2006 y tras seis años de pesquisas (con los estudios del sociólogo francés Émile Durkheim y el médico portugués Antonio Damasio como principal base científica) afirmaba –en los años previos a la crisis- que el suicidio se ha convertido en la «primera causa de muerte no natural, por encima de los accidentes laborales y los accidentes de tráfico».
Fruto de esta investigación nace La ciudad que rompe sueños (Alhulia, 2012), primera novela de la autora gaditana, quien nos presenta una distopía que, quizás, no sea ni tan lejana ni tan distópica: en un planeta que sospechamos asolado por la polución, por los siniestros medioambientales y por las guerras, su mayor y más emblemática ciudad se enfrenta a un calamitoso escape de gas, que obliga a sus habitantes a llevar mascarillas, y a una pandemia de suicidios de tal magnitud que fuerza a las autoridades a crear un Ministerio para la Recuperación, donde se trabaja en la rehabilitación de suicidas fallidos.
La trama se desarrollará básicamente en el claustrofóbico y orwelliano edificio ministerial, alrededor de cuatro personajes principales. Por un lado conoceremos a los sanadores: Rafael Estendal, director del Ministerio (toda una eminencia en la etiología del suicidio), y la doctora Águeda Salvaterra (neuropsicóloga y destacada investigadora en la atención de suicidas). En el lado contrario observaremos a los enfermos: el pequeño Marcos (nieto del director que, con solo nueve años de edad, ha intentado ya quitarse la vida) y Ricardo Miranda (suicida reincidente sobre el que pesa la sospecha de fomentar suicidios). Ambos serán los primeros en experimentar los nuevos métodos del Ministerio.
Con una narración dinámica, precisa y muy visual la autora gaditana –a pesar del argumento aparentemente pesimista- desea mostrar «lo maravilloso y lo importante que es vivir», de ahí que algunos pasajes de la novela estén diseñados como «un aprendizaje de vida» de los personajes. Sandra Pérez Castañeda define La ciudad que rompe los sueños, en la inevitable comparación con autores como George Orwell o Aldous Huxley, como una novela optimista, señalando a este respecto que, por ejemplo, a lo largo de sus páginas no se suicida ningún personaje.
Subrayaré con la autora esa naturaleza y vocación vitalista de una obra que, tras 246 páginas (con capítulo final en blanco) de conducirnos -en original y literario equilibrio- a través de la inquietante frontera entre la vida y la muerte, nos muestra finalmente muchas más luces que sombras. Más esperanza que. Más futuro que. Más vida que.
La autora
Escritora, periodista en Canal Sur TV, colabora en El Diario Fénix, canal digital de noticias en español. Licenciada en Imagen y Sonido y en Periodismo. Grado de Filosofía. Máster de Creación Literaria. Doctorado en Literatura y Comunicación. Trabaja en su segunda novela.
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