Clara Campoamor, la mujer que nos defendió
Por Sandra Ferrer
Hoy hace 42 años nos dejaba Clara Campoamor, una mujer que sin duda, merece un lugar destacado en la historia de España y en la historia del feminismo en nuestro país. Clara fue de las primeras mujeres en licenciarse en una universidad, cuando las estudiantes eran aún un auténtico rara avis; ejerció como abogado, algo también extraño a principios del siglo XX; y, por supuesto, fue, junto a Victoria Kent y Margarita Nelken, una de las primeras diputadas en sentarse en el Parlamento de nuestro país.
Clara Campoamor fue una mujer de principios, que siempre tuvo claros sus ideales. Su principal objetivo cuando entró en política fue conseguir el voto femenino, hacer entrar a la mujer de verdad en la toma de decisiones de un país que avanzaba por la senda del republicanismo.
Su encendido debate con Victoria Kent acerca del sufragio femenino fue sonado en su momento y pasó a la historia del sufragismo en España. Mientras Victoria ponía por encima los intereses de su partido, Clara priorizaba los derechos de las mujeres. Y es que la primera pensaba que si se permitía el voto femenino, éste iría a parar directamente a los partidos de derechas pues consideraba que las mujeres de nuestro país no estaban preparadas intelectualmente a la vez que sus ideas estaban demasiado influenciadas por las costumbres tradicionales y por la iglesia.
A Clara Campoamor no le importó a quién iban a votar las mujeres. Lo que quería era que votaran: no podéis venir aquí vosotros a legislar , a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras.
Cuando la derecha ganó en las primeras elecciones en las que se permitió el sufragio femenino, la izquierda acusó en parte a Clara y su defensa del voto de las mujeres. Ella asumió las consecuencias y se retiró de la política.
Había sido consecuente con sus ideas y gracias a ella, a su integridad, a su entrega por la causa feminista, que España dio un paso importantísimo en la igualdad de derechos. Quedaba aún mucho camino por recorrer, pero el paso que dio Clara Campoamor fue más que destacable.
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