La exposición a la luz natural en las mañanas puede reducir el índice de masa corporal.
Tratamos de informarnos de recetas de dietas por internet, revistas, periódicos, centros de salud, amigos o familiares. De boca en boca, hemos adquirido diversos conocimientos acerca de “bajar de peso” o de “reducir algunos centímetros”.
No importa si se trata de una cuestión de salud o de vanidad, el hecho de mantener un estilo de vida equilibrado puede reducir riesgos de enfermedades físicas y emocionales. Esto puede lograrse basándose en una buena alimentación, en dormir y descansar el tiempo necesario, ejercitarse diariamente, y hasta en recibir un poco de los rayos del sol a diario.
De acuerdo con la Northwestern University’s Feinberg School of Medicine en Chicago, EE.UU., una constante exposición a la luz natural en las mañanas puede reducir el índice de masa corporal. La investigación mostró que aquellos participantes que disfrutaron matutinamente de la luz del día, contaban con bajo IMC; en contraste, aquellos que no estuvieron diariamente bajo los rayos solares, tendían a adquirir un alto IMC.
Incluso, en el estudio se sugirió que la luz de la mañana reducía el IMC independientemente de las horas de sueño, de las calorías que se consumían a lo largo del día o del ejercicio que se realizaba. La directora del Programa de investigación de ritmos de sueño y circadianos en Northwestern, Phyllis C. Zee, explica:
La luz es un agente poderoso que sincroniza nuestro reloj interno, el cual regulariza el ritmo circadiano, y a su vez equilibra el uso de la energía corporal. Si una persona no obtiene la suficiente luz solar en el momento adecuado del día, podría desestabilizar el reloj interno, provocando una alteración en el metabolismo y ganar un poco de peso.
Por consiguiente, parece ser que, de la manera en que empezamos el día, puede afectar nuestro ritmo metabólico, afectando hasta un 20% en nuestro IMC. De hecho, las horas indicadas para recibir el sol son desde las ocho de la mañana hasta el mediodía; alrededor de 20 a 30 minutos per día.
No obstante, el ritmo de vida en el que solemos encontrarnos impide muchas veces tomar diariamente un baño de sol. Muchos de nosotros trabajamos en un espacio encerrado, donde la única luz que sentimos en nuestra piel es el de las lámparas. Por ello, te recomendamos ir caminando al trabajo o a la escuela. Este ejercicio, además de ayudarte a controlar tu IMC, también genera altos niveles de endorfinas y serotonina, hormonas de la felicidad y bienestar. En consecuencia, te encontrarás en un estado de ánimo alegre, con un cuerpo saludable.
La investigadora cree que esta noticia puede ayudar a generar programas que controlen el sobrepeso: a través de la manipulación de la luz, se puede crear un nuevo tratamiento contra la obesidad. Por supuesto, es necesario la suma de varios factores: una buena alimentación, ejercicio diario, adquirir hábitos de descanso mental y físico, dormir las horas necesarias, entre otros. Realmente se trata de cultivar una buena relación entre el cuerpo y la mente, entre luz y sombra, entre bienestar y retos externos.