La incorporación de Crimea afecta al cine y a las bibliotecas

Por Yan Shenkman 

foto cine ruso 

 

Rusia ha interrumpido la cooperación entre la Biblioteca Presidencial Borís Yeltsin y la Biblioteca del Congreso estadounidense y dejará de enviar a Estados Unidos el material cinematográfico digitalizado de la colección de la Fundación Estatal de Cine. Ambas decisiones han sido provocadas por las sanciones contra funcionarios, empresarios y parlamentarios rusos tras la incorporación de Crimea a la Federación Rusa.

“Las sanciones implican pérdidas para las dos partes. En este caso, sobre todo para Estados Unidos”, comenta Vladímir Kozhin, jefe de la dirección de los asuntos del presidente que dirige el grupo de colaboración entre la Biblioteca Presidencial y la Biblioteca del Congreso.

Kozhin recuerda que en 2010 Rusia entregó gratuitamente a Estados Unidos las copias digitales de diez películas rodadas en Estados Unidos que se habían perdido. Entre ellas figuran obras inéditas de directores de cine mudo y sonoro, como James Cruze, Rex Ingram, George Fitzmaurice o Victor Fleming. Estos filmes se proyectaron en la Unión Soviética durante los años 20 y desde entonces se han conservado en la Fundación Estatal de Cine. El director de la fundación, Nikolái Borodachov, comenta:

“No sólo nos llegan películas rusas, sino todo lo que se proyecta en el país. Nuestra colección figura en el libro Guinness de los récords como el mayor almacén de películas de cine. A nuestra fundación vienen estadounidenses, alemanes y japoneses para encontrar películas que en estos países se han perdido”.

Durante la ceremonia de entrega de las películas en 2010, el director de la Biblioteca del Congreso, James Billington, declaró que en el archivo ruso podía haber cerca de 200 películas perdidas en Estados Unidos. La Biblioteca del Congreso, por su parte, entregó a la Biblioteca Presidencial una recopilación de copias digitales de obras del conocido fotógrafo ruso Serguéi Prokudin-Gorski.

Este intercambio se realizó en el marco de la redacción de un memorándum conjunto de las dos bibliotecas para el desarrollo del proyecto de la Biblioteca Digital Mundial.

“Debido a las sanciones anunciadas se puede decir que, por ahora, la cooperación en un ámbito tan importante para Estados Unidos como este ha terminado”, concluye Kozhin. Poco antes de tomar esta decisión Kozhin fue incluido en la segunda lista de funcionarios contra los que los Estados Unidos iban a introducir sanciones económicas.

Por otro lado, el intercambio cultural entre Estados Unidos y Rusia apenas ha avanzado durante los últimos tres años. Esto se debe a la multa impuesta por un tribunal estadounidense sobre la biblioteca jasídica  Schneerson que en su momento fue entregada a la Biblioteca Estatal de Rusia y se conserva parcialmente en el archivo militar ruso como trofeo de la Segunda Guerra Mundial.

El tribunal impuso a Rusia una multa de 50.000 dólares por cada día de retraso en la entrega de la colección a una organización jasídica que la reclama. El temor de que el tribunal confiscara para la investigación alguna de estas posesiones llevó a anular casi completamente la organización de exposiciones rusas en Estados Unidos, y los museos estadounidenses se negaron a llevar sus objetos de exposición a Rusia.

En la actualidad, la biblioteca Schneerson se encuentra expuesta en el Museo Judío de Moscú, afiliado a la Biblioteca Estatal de Rusia.

Fuente: Rusia Beyond the Headlines

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.