Alina Santos, de ocho años de edad, afirma que puede curar a los enfermos y exorcizar los demonios de las almas perdidas
En las afueras de Río, en el fondo, en los suburbios de San Gonzalo, donde la fe es alta y la pobreza está en todas partes, los creyentes acuden a una pequeña iglesia pentecostal.
Están ahí para ser tocados por la pequeña misionera Alani Santos, la hija de un pastor. Ellos creen que Dios le ha dado el poder para echar fuera demonios y sanar a los enfermos.
Foto: News.com
Con información de SinEmbargo/Ramiro Rivera
Con el fin de restaurar la esperanza de la humanidad y en la vida misma, la humanidad se ha visto inmersa en una búsqueda constante de milagros desde hace miles de años, justificando la aparición de estos con alguna religión. Sin embargo, esta indagación desesperada se ha prestado la mayoría de las veces a engaños que van de lo más burdo e increíble hasta fenómenos que se acercan (al menos en apariencia) a la realidad.
A lo largo de la historia personas que claman tener poderes divinos han causado controversia, pero ni sus poderes, ni sus supuestas obras milagrosas han podido ser explicadas de manera científica. No obstante, esto no ha sido impedimento para que en todo el mundo aparezcan, generación tras generación, ciertos personajes que afirman ser el conducto de poderes que van más allá de la comprensión humana.
Es así que el mundo se ve plagado continuamente de predicadores y curanderos que captan a personas desesperadas por obtener el alivio que la medicina y los avances científicos no son capaces de proporcionarles de manera inmediata. A pesar de ello, otro fenómeno curioso se da en este entorno: los niños predicadores y/o milagrosos.
«Soy la misionera más joven del mundo, nací de una gran promesa de mis padres a Nuestro Dios Todopoderoso. Mi madre era estéril, y ni con los tratamientos médicos podía quedar embarazada, pero el Señor es fiel y en el séptimo año de matrimonio de mis padres se regocijó por la noticia del embarazo e hicieron una promesa a Dios para consagrar todo mi embarazo al Señor con la oración, el ayuno, la abstinencia y palabras proféticas en mi favor», dice la biografía de Alani Santos en su sitio web.
Sin embargo, a pesar de que los “milagros” son parte de la vida diaria de esta niña brasileña de 8 años de edad, es en los últimos meses cuando su presencia ha ido ocupando cada vez mayor espacio dentro de la red, debido a que se ha convertido en la única esperanza de los desamparados, además de exorcizar demonios y cura enfermos de todo tipo de enfermedades, incluso el VIH.
De acuerdo con el perfil de la niña, a los pocos días de su nacimiento, la gente comenzó a experimentar reacciones extrañas cuando la tocaban y a los 51 días de haber llegado al mundo tuvo lugar su primer milagro registrado.
«Una mujer que tenía un fibroma de nueve años recibió un toque de mi mano y el fibroma desapareció al instante y ella estaba completamente curado», relata en la pagina web donde la obra milagrosa de Santos y sus apariciones mediáticas son compiladas.
Santos, vive en las afueras de Río de Janeiro y su padre es pastor pentecostal, una rama del cristianismo que avanza con fuerza en Brasil, en gran medida porque prometen una “experiencia directa con Dios”.
La suma de estos factores contribuyó a que la niña de ocho años se convirtiera en una “misionera” que cubre las necesidades de fe y esperanza para los desprotegidos brasileños que viven en los barrios pobres del municipio de San Gonzalo, en Río de Janeiro. No obstante, su influjo no se limita a esta zona y cada vez más personas acuden de más lejos a la pequeña iglesia en la que Santos pretende exorcizar demonios y curar a enfermos.
«Cuando la pequeña misionera te toque, algo pasará. Te curará», dice el padre de Alani como introducción a su performance milagroso que tiene como número principal el exorcismo, una práctica que tiene una gran presencia en la vida cristiana de las zonas más pobres de Brasil.
Como era de esperar, pronto la popularidad de Santos fue más allá de un chisme de vecinos y se divulgó por las redes sociales, en donde cobró tal fama que los medios internacionales no tuvieron más remedio que atender a este nuevo fenómeno, atraídos por el furor que causa entre los internautas.
MILAGROS POR YOUTUBE
En los videos subidos a canales como YouTube se ve como la “niña milagrosa” aplica su “toque curativo” en un hombre que clama tener VIH desde hace 7 años y en otros se afirma que Alani logró que una anciana dejara de usar bastón para caminar.
«Rezo y Dios hace milagros. Mi papá entrevista a personas que dicen que los he curado», dice la niña, de acuerdo con The Daily Mail. Por su parte, el padre de Alani es quien administra el sitio web donde la gente puede enviar oraciones a la chica conocida como Missionarinha o “pequeña misionera”.
Sin embargo, Alani es sólo una de la enorme lista de niños predicadores que día a día cautivan a las personas ávidas de milagros en su existencia. No son pocos los que se preguntan si estos menores son en realidad una fuerza del bien en la batalla espiritual contra el mal o, simplemente, son el resultado de unos padres fanáticos y de una sociedad que buscan una satisfacción y solución inmediata a sus problemas por medio de estos prodigios.
Por otra parte, hay una oposición muy extendida hacia los predicadores evangélicos de Brasil y, sobre todo, al uso de niños como predicadores. Algunos incluso denuncian explotación infantil, mientras que los señalamientos más comunes los acusan charlatanería. En sus sermones, Santos ataca con fuerza a estas críticas.
Entretanto, las “proezas” de los evangelistas son todo un fenómeno en YouTube, en donde pueden observarse desde precoces predicadores, hasta ingeniosas ediciones que hacen las delicias de los internautas que se toman menos a pecho los los milagros mostrados.
Según cifras del gobierno, el acceso a internet se duplicó en Brasil entre 2004 y 2009, y la “pequeña misionera” debe mucho de su éxito a la red, un lugar donde los evangelistas ganan fama, fortuna y a veces notoriedad a través de sitios web y los canales de video.
No obstante, la parte de marketing no puede quedar de lado, y en el sitio también se pueden comprar DVDs con las apariciones de Alani, con un pequeño póster de regalo. Asimismo, también se puede consultar las fechas de sus giras e incluso se le puede contactar vía Skype. Por su parte, el señor Santos dijo al diario inglés: “Ella es una chica normal, al margen de este don. Es Jesús el que cura. Ella es un instrumento.”
Eso sí, aún nadie ha comprobado que estos “milagros” sean reales.