Los alérgicos al polen sufrirán una primavera complicada
Los alérgicos al polen españoles sufrirán una primavera igual de potente que el año pasado. El Comité de Aerobiología de la Sociedad de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) advierte que los niveles de polen en el aire alcanzarán niveles algo superiores al del año pasado, una temporada que ya duplicó los niveles del 2012.
Granos de polen al microscopio electrónico. / Dartmouth Electron Microscope Facility
Este año se prevé una primavera de alto riesgo para los pacientes alérgicos ya que el número de granos de polen por metro cúbico de aire previstos es de 5.600, dato muy similar al obtenido en el 2013, en el que se contabilizaron 5.400.
“Si se toman las medidas pertinentes, los pacientes no tienen por qué temer esta temporada”, ha apuntado esta mañana en rueda de prensa Francisco Feo, presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Las previsiones de polen se hacen en función del polen de las gramíneas, considerado como uno de los más alergénicos. Afecta a casi todos los alérgicos y se encuentra en todas las regiones, de norte a sur. “Se trata de un excelente marcador de la alergia” expone Feo.
“El total de polen de gramíneas recolectado en cada temporada muestra una estrecha relación con la lluvia, la humedad y las temperaturas registradas durante los meses de octubre a marzo”, indica Feo.
Curiosamente, los alergólogos del SEAIC cuentan que el polen de las gramíneas ayuda a que otros pólenes menos alergénicos actúen con más intensidad. “Solo el 10% de los alérgicos lo son de un solo tipo de polen”, aclara Feo.
Según los expertos, además de las gramíneas, hay que tener en cuenta que otros pólenes alergénicos alcanzan notable relevancia a lo largo de todo el año en las diversas regiones de España: las cupresáceas de enero a marzo; las gramíneas y el olivo de mayo a junio.
Alérgenos perennes
Los alergólogos saben que, normalmente, la alergia primaveral se asocia de manera exclusiva a los pólenes; sin embargo, cada vez alcanza mayor importancia la Alternaria, un hongo que también se encuentra en plantas, y que afecta al 15% de los pacientes.
Las esporas de Alternaria están presentes durante casi todo el año a nivel atmosférico, pero la liberación de sus alérgenos se incrementa con la temperatura y el grado de humedad. Por este motivo, el riesgo para los alérgicos de Alternaria comienza en el mes de abril y se prolonga hasta julio. Además, hay otro período de reactivación en otoño durante los meses de septiembre a noviembre.
La sensibilidad a este hongo se relaciona de manera muy estrecha al asma bronquial y a la rinoconjuntivitis; y afecta más a niños que a adultos, según los médicos.
La SEIAC asegura que la mayoría de los alérgicos a las esporas de Alternaria también lo son a los pólenes, pero la incidencia de asma es superior en este grupo de pacientes.
Tratamientos eficaces
“Mantener la alergia bajo control minimiza su impacto”, asegura Feo. “Es importante que se administre un tratamiento de mantenimiento de manera continuada. Hay que tener en cuenta que los niveles de polen pueden cambiar de un día para el otro” añade el presidente del Comité de Aerobiología.
Los expertos advierten que la reactivación de la alergia de forma brusca puede ser muy peligrosa. Sin embargo, “no nos podemos quedar con los fármacos que únicamente son parches para abordar los síntomas. Y la inmunoterapia es muy eficaz ya que a la larga elimina los síntomas de la alergia”, concluye Feo.