Los ritos funerarios de los mudéjares de Castilla eran iguales a los del resto de musulmanes

Los musulmanes que vivían en Castilla durante la Reconquista practicaban los mismos ritos funerarios que el resto de ciudadanos que habitaban en territorios islámicos. Una investigación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) desmiente que estos rituales estuvieran en decadencia o deformados por influencia de los ritos cristianos predominantes en la España del siglo XV.

 

mudearLápida sepulcral mudéjar de Ávila del siglo XV, utilizada como mobiliario urbano / Javier Jiménez Gadea.

 

En la denominada Reconquista, a los musulmanes que decidieron seguir viviendo en territorios conquistados por los reinos cristianos de Castilla conservando su religión se les llamó mudéjares. “Algunos investigadores han considerado siempre a los mudéjares como musulmanes en decadencia, pero esto no era así”, asegura Ana Echevarría, investigadora del grupo Mudéjares y Moriscos en Castilla de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

En un estudio que utiliza por primera vez fuentes escritas procedentes de la comunidad mudéjar –y no de cristianos, como la mayoría de los trabajos–, la profesora concluye que en sus rituales funerarios no existe tal decadencia, ni estaban deformados como consecuencia del contacto constante con la comunidad cristiana.

“Los rituales del siglo XV muestran aspectos que se pueden considerar autóctonos, lo que era habitual también en otros territorios musulmanes, como la utilización de tumbas superpuestas o el empleo de cartas de la muerte, unas oraciones escritas en árabe y colocadas en la tumba, debajo de la cabeza del fallecido, para facilitar su tránsito espiritual”, indica Echevarría.

Gracias al análisis de excavaciones realizadas por varios equipos arqueológicos en cementerios de Ávila y Toledo, la investigadora ha podido comprobar si los rituales se realizaban tal y como determinaba la normativa islámica. A los cementerios, en los que descansan los restos de más de 3.000 individuos musulmanes de la época, hay que sumar actas de una cofradía islámica relacionada con la mezquita de las Tornerías, en Toledo, que se refieren específicamente a cómo se llevaban a cabo los entierros.

Junto a estas fuentes, el Breviario sunní escrito por Yça de Segovia –un tratado en castellano en el que se resumían los principales mandamientos de la ley islámica– sitúa a la mayoría de las fuentes documentales en el centro-norte de Castilla, “por oposición a Andalucía, donde naturalmente se pensaría que habría mayor actividad en las comunidades mudéjares, al ser los últimos territorios reconquistados”, puntualiza Echevarría.

 

El árabe, de boca en boca

La tolerancia del reino de Castilla con estas prácticas islámicas respondía a la condición de protegidos de los mudéjares. Al pactar con ellos, se les permitía conservar su religión y su ley, aunque en el discurso real se enfatizara su conversión. “Una cosa era el mensaje propagandístico de los reyes y otra muy distinta la realidad de la población del reino, con una necesidad de regular la existencia de distintos grupos humanos en las localidades, con un interés económico evidente”, matiza la experta.

Otro de los hallazgos de la investigación, publicada en la revista Al-Masaq: Islam and the Medieval Mediterranean, se refiere al bilingüismo. En general, los mudéjares hablaban la lengua romance del reino que habitaban y, los más educados, manejaban el árabe. En el siglo XV, las élites islámicas castellanas demostraron conocer este idioma pero se cree que el resto de la población tendría niveles de arabismo difíciles de detectar.

No obstante, en una época en la que la transmisión oral del conocimiento era muy importante, ésta pudo ser su principal forma de propagación. “Parece que los documentos de los escribas de las comunidades castellanas se redactaron en árabe andalusí dialectal y no en árabe clásico culto, lo que demuestra un impacto importante de la oralidad”, concluye la investigadora.

 

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