Capadocia: Santuarios rupestres del valle de Göreme
Los valles de Göreme son probablemente los más conocidos de la Capadocia central, en Turquía. Además de su espectacular paisaje de origen volcánico, en el que la erosión del tiempo ha modelado caprichosas formaciones rocosas, la zona se caracteriza por esconder en sus entrañas toda una serie de asentamientos humanos y santuarios de origen bizantino, excavados en la roca.
Entre las características crestas pétreas que componen el paisaje de los alrededores de Göreme se disponen caprichosos pináculos en forma de chimenea, que se ha dado en llamar «chimeneas de hada» y presentan coloraciones que van del blanco y el amarillo al rosa, y al gris o casi negro. Entre estas formaciones rocosas comenzaron a asentarse poblaciones cristianas hacia el siglo IV, llegando a crear uno de los complejos habitacionales excavados en la roca más grandes del mundo.
Pasa Baglari
Las iglesias, monasterios, aldeas y ciudades subterráneas que actualmente componen el Parque Nacional de Göreme y Asentamientos Rupestres de Capadocia constituyen un documento imprescindible para conocer los modos de vida de la población bizantina, especialmente durante el periodo de luchas iconoclastas (referidas en la prohibición de venerar imágenes religiosas que en el ámbito bizantino se desarrolló entre los años 725-842), y hasta la llegada de los turcos Seleúcidas en el siglo XI. Los restos conservados de estos asentamientos suponen un documento etnográfico esencial, mientras que los frescos que se han conservado en iglesias y santuarios nos sirven de puerta de entrada al pensamiento cósmico de una civilización hoy completamente desaparecida.
Uçhisar
En conjunto histórico-artístico, concentrado en el Museo al Aire Libre de Göreme y declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985, es de una fragilidad extrema pese a lo que pudiera parecer, y lamentablemente, la misma erosión que creó las características formas rocosas de estos valles será la responsable de su eventual destrucción. Sin embargo, el mayor peligro de este complejo no es la erosión, sino el turismo. Mucho antes de lo que pudiera hacerlo la primera, el turismo de masas que en los últimos años puebla estos parajes, así como el vandalismo ocasional, suponen un peligro mucho más inmediato para la supervivencia de estas construcciones.
Santuarios Rupestres
Los primeros datos que se conservan de actividad monástica en Capadocia datan de siglo IV, cuando encontramos comunidades de anacoretas que comienzan a habitar celdas de pequeñas dimensiones labradas en la roca. Los primeros pueblos y ciudades -Kaymakli y Derinkuyu- son el resultado de la necesidad de protección de estas comunidades frente a las invasiones árabes. Sin embargo, es a partir del siglo VIII, y especialmente a partir del IX con el final del periodo iconoclasta, cuando comenzamos a encontrar los frescos que han hecho a estos santuarios mundialmente conocidos.
Göreme
Entre ellos destacan la Capilla de Santa Bárbara (Azize Barbara kilise) del siglo XI, la Iglesia de la Manzana (Elmali kilise) y la Iglesia Oscura (Karanlik kilise), ambas fechadas entre finales del siglo XII y principios del XIII.
La Capilla de Santa Bárbara es una construcción de planta cruciforme, con cubierta de bóveda de cañón en tres de los brazos de la cruz, y cubierta abovedada en el cuarto y sobre el centro de la cruz. Presenta una decoración geométrica en rojo que combina símbolos cristianos (animales y cruces griegas) y paganos (bandas decorativas con puntos y triángulos), junto a escenas más elaboradas, como la Déesis (Cristo en majestad, característico del arte bizantino), y las imágenes de Santa Bárbara de Nicomedia (martirizada y asesinada por su propio padre) y San Jorge (Jorge de Capadocia, soldado romano cristiano que luchó contra el famoso dragón, símbolo del paganismo).
Santa Bárbara, Göreme
La leyenda de San Jorge estaba ya muy extendida en los territorios del Imperio Romano de Oriente, llegando a formar parte de la mitología islámica, así como de cultos africanos y orientales. Pero será durante la Edad Media, y especialmente tras la publicación de la Leyenda Aurea de Santiago della Voragine (s. XIII), cuando la leyenda del dragón se popularice por todo el Mediterráneo. Por ello, no es raro que otra de las capillas más visitadas de este museo al aire libre sea la Iglesia de la Serpiente (Yilanli Kilise), en la que de nuevo se relata la leyenda del santo y el dragón.
Iglesia Oscura, Göreme
La Iglesia de la Manzana (Elmali kilise) es igualmente una construcción de planta en cruz griega. Es sus paredes se combinan frescos con historias del Antiguo Testamento (vidas de Abraham y Jesús) con restos de elementos característicos del periodo iconoclasta. Sin embargo, posiblemente la más llamativa en cuanto a su decoración, sea la Iglesia Oscura (Karanlik kilise), cuya falta de luz ha permitido que sus frescos hayan permanecido en un estado de conservación óptimo, manteniendo la frescura de sus tonos ocres y azules y la brillantez de sus acabados. Para entrar en la capilla hay que pasar por un túnel excavado en la roca que termina en una entrada o nartex cubierta con bóveda de cañón. La iglesia, como las anteriores, presenta una planta de cruz griega y una cubierta abovedada completamente cubierta con frescos en los que se representan Cristo Pantocrator y escenas del antiguo testamento (la anunciación, la natividad, la adoración de los magos, el bautismo de Cristo, la entrada en Jerusalem, la última cena, …), junto a diversos santos.
Iglesia Oscura, Göreme.
Datos técnicos
Además del propio Göreme, la ciudad de referencia para la zona de la Capadocia central es Kayseri, con la que hay conexiones por autobús, tren y avión con Estambul y Ankara. Una de las formas más económicas de llegar es utilizando el autobús nocturno que, desde Estambul tarda unas 12 horas.
Finalmente, de Capadocia siempre se dice que hay que visitarla en primavera u otoño, pero si no os da miedo el frío, los parajes nevados y sin apenas turismo del invierno turco son espectaculares.
Ruth Cereceda
www.leyendoelmundoconlospies.com
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