Nos deja Shirley Temple, la primera niña prodigio de Hollywood
Por Sandra Ferrer
El pasado lunes 10 de febrero fallecía a los 85 años de edad Shirley Temple . Su imagen, la que los amantes del cine tienen gravada en el retina, es la de una niña con ojos grandes, amplia sonrisa, bonitos carrillos y bucles rubios perfectos.
Shirley Temple está considerada la primera niña prodigio de la historia de Hollywood. Fue la primera pero no la última. Aunque, a diferencia de muchos de los que siguieron sus pasos, la pequeña actriz y bailarina fue capaz de reconducir su vida y no caer en el trágico destino de drogas, alcohol y decadencia en el que cayeron otros actores y actrices precoces que no supieron asumir que el cine sólo los quería por su infancia.
Shirley Temple empezó su carrera artística con tan sólo tres años. A los cinco ya hacía apariciones en algún cortometraje y con seis protagonizaba su primer éxito cinematográfico. Poco después, la pequeña bailarina había revolucionado tanto el mundo del cine, que la Academia de Hollywood le otorgó un Oscar especial.
En el poco tiempo que estuvo en lo más alto de la fama, Shirley trabajó con grandes actores y directores y estuvo a punto de arrebatarle el papel de Dorothy en el Mago de Oz a Judy Garland.
Pero cuando Shirley se convirtió en joven, alejándose de la niñez y acercándose peligrosamente a la edad adulta, su carrera en el cine declinó a pasos agigantados. Fue entonces cuando la niña se reinventó a sí misma y terminó convirtiéndose en diplomática.
Tras su fallecimiento, sólo nos queda volver a disfrutar de su sonrisa y su talento inigualables en las antiguas cintas del Hollywood clásico.