¿Qué es el fracking y cómo afecta al medio ambiente?
Aquí te explicamos el panorama general de esta técnica de extracción de gas metano del subsuelo. Información que todos debemos saber.
La fracturación hidráulica o fracking es una técnica que permite extraer el llamado gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra literalmente atrapado en capas de roca, a gran profundidad. Luego de perforar hasta alcanzar la roca de esquisto, se inyectan a alta presión grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena para ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas metano. Cuando el gas comienza a fluir de regreso lo hace con parte del fluido inyectado a alta presión. La mejor manera de entender esta técnica es viendo el siguiente video:
La fracturación hidráulica no es nueva. Pero, a pesar de ser una tecnología controvertida por sus posibles daños a la salud humana y al medio ambiente, se ha propagado increíblemente en Estados Unidos y ha tenido un fuerte impacto, a tal punto que este país podría lograr autosuficiencia energética en 2035, según la Agencia Intenacional de Energía.
Pero el fracking sigue generando protestas no sólo en EEUU sino en otras naciones como el Reino Unido y Argentina, y está prohibido en Francia y en el propio estado de Nueva York. (Se recomienda ver este documental sobre el fracking en Argentina)
Los detractores de la técnica advierten sobre la posible contaminación del agua, fugas de metano y sismos, entre otros riesgos. Respecto al componente inyectado, está basado en un 95 % de agua, un 4,5 % de arena y entre 0,5 %3 y 0,79 %4 de aditivos químicos. Son éstos los que generan más polémica, pues sus detractores afirman que incluyen sustancias tóxicas, alergénicas y cancerígenas, dejando el subsuelo en condiciones irrecuperables. Su finalidad es generar las vías necesarias para extraer el gas de esquisto, mantener los canales abiertos y preservar a los hidrocarburos para evitar que se degraden durante la operación. Anthony Ingraffea, profesor de ingeniería de la Universidad de Cornell en EEUU, apuntó que “las mejores prácticas operacionales sólo pueden minimizar riesgos, no eliminarlos”, y agregó que “aún hoy vemos que al menos el 5% de los nuevos pozos que están siendo construidos en Estado Unidos tienen fugas de metano”.
Pero a pesar de la objeción pública masiva al fracking, la mayoría de los gobiernos están desenrollando la alfombra roja para la industria. Veremos qué sucede en los próximos años y hasta dónde se extiende la perforación de pozos, mientras tanto estos videos nos informan de la revolucionaria tecnología que podría cambiar absolutamente el suministro de energía del mundo, al igual que el medio ambiente.