“Los gitanos somos los grandes olvidados de la Historia” Entrevista a Juan de Dios Ramírez Heredia
Entrevistado: Juan de Dios R. Heredia
Por: Héctor Anaya
Siendo uno de los padres de la constitución de 1978, primero en las filas de UCD y, posteriormente, en el PSOE, Ramírez Heredia ha desempeñado una importante tarea como diputado en las Cortes españolas hasta 1986, y, posteriormente, como parlamentario europeo, luchando siempre contra el racismo y la xenofobia, y por las libertades de las minorías. Asimismo, es miembro del Consejo de Administración del observatorio Antirracista de la Unión Europea , con sede en Viena y presidente de la Unión Romaní por la defensa de la igualdad del pueblo gitano.
H: Hace alrededor de 20 años, usted publicó su primer libro titulado Nosotros los gitanos, bien ¿qué significa, según usted, ser gitano hoy en día? ¿Ha cambiado el concepto de gitano?
J: Ser gitano es algo intrínseco a uno. Es tu forma de ver la vida, tus raíces, tus valores… Ser gitano forma parte de mi propia identidad. El concepto de ser gitano no cambia, lo que cambia es la sociedad. El pueblo gitano, como cualquier etnia, ha evolucionado y se ha ido adaptando a las nuevas realidades.
H: Usted ha conseguido grandes logros en política y una trayectoria profesional satisfactoria, sin embargo, ¿no le entristece que sean pocos los gitanos que llegan a desempeñar grandes cargos en nuestro país? ¿A qué cree que se debe?
J: Este es una de los puntos que reivindico y en el que pongo todo mi empeño por conseguir. Necesitamos que los gitanos lleguen a los puestos de poder, que es donde se toman decisiones. Hace falta ejercer presión para incidir sobre la necesidad de aplicar políticas a favor de nuestro pueblo, con el objetivo de conseguir una sociedad más igualitaria y acabar con la discriminación que aún sufrimos. Necesitamos un acceso normalizado a todos los recursos y para ello es clave que los gitanos desempeñemos cargos importantes. Es algo que exijo a los todos los partidos políticos. Personalmente no le veo sentido a crear un partido gitano, como está sucediendo en otros países europeos, pero sí a que ocupemos puestos importantes en las listas.
H: Tengo entendido que usted estuvo en el congreso durante el golpe de estado de Tejero, entre usted y yo, ¿tuvo miedo al ser gitano? ¿Qué sintió en esos instantes?
J: ¡Claro que sí! Yo siempre explico que ese día todos teníamos miedo pero quizás yo el que más de todo el hemiciclo. Por una doble razón: porque hablábamos de un guardia civil y yo era “rojo” y “gitano”. ¡Lo tenía todo! Fue un momento de muchos nervios, miedo y mucha tensión.
H: Muchas veces el conocimiento que tiene la comunidad paya sobre la gitana es escaso, ¿a qué cree que se debe? ¿Qué parte de culpa tendrían los payos y cuál los gitanos de esta falta de conocimiento y relación entre ambas comunidades?
J: El conocimiento mutuo es un factor determinante para una buena convivencia. El desconocimiento de una cultura o un pueblo es la base de los prejuicios y la desconfianza. En este sentido, creo que se debe hacer pedagogía desde las escuelas. Los gitanos somos parte importante de la historia de este país y es importante que se conozca nuestra cultura, tradiciones, nuestra lengua, etc. Ambos tenemos que hacer un esfuerzo: unos por abrirnos a la sociedad mayoritaria y los otros por estar dispuestos a conocernos y respetarnos.
H: El idioma de la etnia gitana, el romano, ¿cómo ha podido pervivir durante tantos años en una comunidad tan dispersa geográficamente? ¿Cómo se transmite, de padres a hijos o se puede estudiar? ¿Ha pensado en realizar un diccionario de caló?
J: Este es un gran enigma que todos los lingüistas y conocedores del romano y el pueblo gitano nos hacemos. Además de la dispersión geográfica que bien comentas, no nos podemos olvidar tampoco que los gitanos hemos sido durante mucho tiempo un pueblo mayoritariamente analfabeto. Este conocimiento de la lengua se ha transmitido de padres a hijos hasta día de hoy. Actualmente se puede estudiar y nosotros, desde Unión Romaní, desarrollamos varios proyectos con este objetivo. Conocer y hablar el romano nos abre las puertas para poder comunicarnos con gitanos de todo el mundo. Esta lengua forma parte de la identidad colectiva de los gitanos y por eso la fomentamos. Y diccionarios gitanos hay muchos. Nosotros siempre recomendamos uno publicado por Marcel Couthiade, que es una obra multilingüe merecedora de todo nuestro respeto. Y desde la Unión Romani hemos publicado un interesante Manual de Conversación en lengua gitana.
H: ¿Es en general la sociedad española xenófoba?
J: Yo no me atrevería a clasificarla así. Es cierto que no vivimos en España una situación de persecución y marginación como desgraciadamente viven gitanos de otros países europeos como la República Checa, Eslovaquia o Francia, por citar algunos ejemplos. Pero también es cierto que se viven episodios de racismo y xenofobia con mucha más frecuencia de la que sería deseable. Y estas situaciones son intolerables. No podemos permitir que en pleno siglo XXI se vivan situaciones de discriminación por motivos raciales. Es un sinsentido que tenemos que combatir y tener tolerancia 0. A los racistas, ni agua.
H: ¿Qué opina de la medida tomada por el gobierno francés?
J: Me parece que atenta contra los principios de la república: libertad, igualdad y fraternidad. Afortunadamente son muchos los franceses que han salido a la calle en contra de estas políticas que me entristecen y me indignan y que son tan poco acordes con un gobierno supuestamente de izquierdas. Para desgracia nuestra en el país vecino ejerce, con furia desatada, la persecución contra nuestra gente un ministro de origen español cuyo nombre nos aterroriza y nos avergüenza: Manuel Valls.
H: ¿Por qué cree que hay una obsesión en los medios por identificar a una persona como gitana en vez de como mujer, hombre o niño?
J: El trabajo que tenemos que hacer con los medios de comunicación es inmenso. De nada servirá desarrollar programas de integración, de alfabetización, etc. si no ganamos la batalla en los medios de comunicación. Ellos ejercen una gran influencia en la opinión pública. Es por este motivo que desde Unión Romaní llevamos más de 10 años publicando el informe “¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el pueblo gitano”, en el que analizamos cómo han tratado los medios de comunicación las informaciones relacionadas con los gitanos. Tratamos luego, a través del informe, de hacer pedagogía entre los periodistas y futuros periodistas. Es cierto, que muchas más veces de las deseadas se titula destacando que la persona es gitana. Esto nos hace un daño enorme porque se identifica el hecho delictivo con el hecho de ser gitano. Entendemos que los medios tienden a hacer esta identificación para hacer más atractiva la noticia. El sensacionalismo desgraciadamente vende. Pero los periodistas tienen que saber la enorme responsabilidad que tienen y ser rigurosos en sus informaciones. No todo vale para vender más periódicos o tener más audiencia.
H: Chaplin, por ejemplo, tenía sangre gitana, pero son pocos quienes lo saben, ¿por qué cree que en algunas noticias y casos se destaca tanto la procedencia gitana y en otros se obvia? ¿Interés por destacar solo lo negativo?
J: Puede ser. Se reproducen estereotipos y cuando un gitano no cumple con esos rasgos y esas actitudes que erróneamente se espera de él se obvia o se le da un tratamiento anecdótico. Como algo excepcional y fuera de lo normal en esa comunidad. Es el caso de la mayoría de gitanos que han destacado en la historia.
H: Y para acabar, ¿cree que es posible una total igualdad entre payos y gitanos? ¿Cuál sería el primer paso para ello?
J: Tengo la esperanza de que así sea. Para ello es necesario trabajar en diferentes frentes: educación, política, medios de comunicación, etc. Tenemos que sumar conciencias y conseguir ser cada vez más los que luchemos por conseguir esta sociedad libre de discriminación. El primer paso es la pedagogía y el conocimiento mutuo, que es la base de una convivencia en armonía, respeto y tolerancia.
twitter: hectoranaya94