Rescatando el mundo
Por Cata Umaña
Esta es la historia de un montón de niños y un grupo de jóvenes que son sus héroes. La alegría por la cual se caracteriza Colombia se siente en cada rincón del país, niños que aparentemente no tienen oportunidades salen a la calle y entre risas y juegos encuentran la ayuda de jóvenes que dan todo por seguir viendo la sonrisa en estos pequeños.
Los estudios informan de altos niveles de analfabetismo en Colombia “los que no saben leer ni escribir representan el 6,6% de la población. El porcentaje es mínimo. La cifra es contundente: 1.672.000 colombianos son analfabetos.” Y no es solamente a nivel local, regional o nacional, sino también mundial. Estas personas carecen de la posibilidad de acceder a un nivel mínimo de conocimiento, llegando incluso, a desconocer lo que para nosotros es apenas lo mínimo: la lectura o la escritura. Pierden diariamente innumerables oportunidades, y en la medida en que el país engrose las líneas de analfabetismo, la riqueza y poder se concentran en manos de unos pocos; la pobreza extrema se apodera de las mayorías.
El hecho de encontrarnos en una posición privilegiada, nos hace reflexionar acerca de la manera en la que se puede llegar a ser partícipe de la erradicación de la pobreza, y a su vez del analfabetismo, o por lo menos su disminución. Gran parte de esta población desfavorecida son niños, y ellos ni siquiera tienen donde escribir, es por esto que nace la idea de generar un mecanismo de hacer cuadernos para estos pequeños y así puedan expresar sus conceptos y a la vez comprender las ideas expresadas por otros individuos y con esto lograr motivarlos para que, a través de las letras, salgan adelante, amplíen su visión al punto de soñar y lograr un cambio en su situación, otorgándoles de este modo una oportunidad para leer, soñar y crecer, defendiendo sus derechos y cumpliendo sus deberes conforme el deber ser.
La educación es una herramienta básica, dentro de la cual existe una constante mejoría o inclusión de conceptos, y por medio de ella se llega a la dignificación del ser y al mejoramiento de la situación de cada individuo. Por desgracia, hoy en día existen muchos niños y adultos en condición de analfabetismo, o con un muy bajo nivel de educación, ya que no hay ni la cobertura ni la calidad suficiente dentro del servicio educativo que el Estado se ve obligado a proporcionar. Pero es muy fácil decir el gobierno no hace, el gobierno no cumple, pero ¿Qué estás haciendo tú?
Ya tengo donde escribir es una fundación sin ánimo de lucro, que intenta mejorar la educación en Colombia y en el mundo mientras concientiza a estudiantes sobre el grave problema educacional que sufre el país. Esto se logra por medio de proveer cuadernos ecológicos a estudiantes de escuelas públicas. Lo que se hace es mostrar un enfoque diferente a los problemas que dificultan el desarrollo de la educación, contribuyendo con esto al libre desarrollo de los niños. Es un grupo de jóvenes voluntarios que están comprometidos con mejorar la educación, y que satisfacen las necesidades de los estudiantes de bajo estrato, con soluciones innovadoras y de bajo costo; brindándoles esperanza y alegría a los niños más necesitados y contribuir a formar un país más justo, equitativo y autónomo, para así renovar la sociedad. La meta es llegar a ser uno de los actores más importantes en el cambio social que se está viviendo a nivel mundial.
Estos pequeños necesitan que el mundo se solidarice con ellos, que de lo que tiene y no de lo que le sobra, que de verdad les ayude de corazón, es una labor que además de meterse por el área social va a ayudar al crecimiento del país, puesto que el país sale adelante cuando tiene personas capaces, comprometidas y estudiosas; es por esto que la misión es acompañar a estos pequeños, darles estas bases para que el día de mañana ellos puedan estar dirigiendo un país, a cargo de una empresa, etc. Hoy ellos nos necesitan, mañana nosotros necesitaremos de ellos.
Al momento de llegar a un lugar a realizar una entrega de cuadernos la alegría de estos niños es increíble, son gritos por aquí, llantos por haya, abrazos, gratitud, ellos no creen que estemos dándoles un cuaderno y así ayudándoles a construir su futuro y a cumplir sus sueños de ser médicos, bomberos, bailarinas, etc.
Por acá pasó el analfabetismo es cierto, pero también pasaron estos jóvenes cargados de ideas y sueños y fue así como poco a poco han ido transformando esta historia; la historia de niños que no tenían los elementos para aprender y de unos jóvenes que los salva. Y que al salvarlos a ellos están salvando al mundo, nos están rescatando.
