Poema escrito por Ana Frank a los diez años
Molly Oldfield nos descubre, en The Secret Museum, una entrada en un libro de la amistad escrito por, nada menos, que Ana Frank. Se trata de un pequeño poema en el álbum de su amiga Juultje de Ketellapper en junio de 1939, un par de semanas después del décimo cumpleaños de Ana.
En una página del álbum, Ana pegó una foto suya y escribió “no me olvides” y en la siguiente página escribió un poema:
“Querida Juultje
Qué debería escribir?
Espera, querida Juul, tengo una idea:
Buena salud y todo lo mejor
Que estés bien, que estés llena de alegría
Y lo que quiera que el destino te depare
recuerda cada que cada nube tiene vestiduras plateadas
En recuerdo de tu amiga,
Ana Frank
Oldfield comenta:
“Puedo imaginar a Ana pegando la foto, con la misma cara expresiva, y ahora famosa, y luego escribir sus palabras en el libro de su amiga. Su escritura era muy pulcra.”
Hubo un momento en el que los judíos eran tratados de la misma forma que el resto de los ciudadanos no judíos de Ámsterdam, una época en la que era posible para un niño tan brillante como Ana tener muchos amigos, tanto judíos como no judíos y en la que se creía que los niños podían tener confianza en que en su futuro había esperanza.
El poema de Frank es optimista y nos hace lamentar aún más lo que le ocurrió. Tal vez el único consuelo se encuentra en que Otto Frank, el padre de Ana, haya logrado publicar el diario en donde Ana escribe:
“Sabes que mi deseo más grande es ser periodista y después, escritora famosa.”