Las historias del arte: Picasso y los archivos del filántropo y coleccionista Roland Penrose
Por Ruth Cereceda
Hace unas semanas, viajé a Edimburgo con mis estudiantes de arte para visitar los archivos de la Colección Penrose en la Galería Nacional de Arte Moderno de Escocia. La colección y los archivos del artista, escritor y mecenas británico Roland Penrose (1900-84) se encuentran actualmente distribuidos entre la Tate Gallery en Londres, la Galería Nacional de Escocia en Edimburgo, y la granja Farley en Sussex -hogar del coleccionista desde finales de los años cuarenta-, pero es la galería escocesa la que guarda la documentación que hoy nos interesa: la relacionada con las actividades y la promoción del pintor Pablo Picasso (1881-1973) en Gran Bretaña.
Roland Penrose fue el mayor coleccionista y especialista en Picasso de la Inglaterra del siglo XX. Apasionado por el arte contemporáneo y, en especial, por el Surrealismo, dedicó su tiempo y su fortuna a coleccionar obras de arte, así como a promocionar y a relacionarse con artistas vinculados con esta tendencia artística.
Tras estudiar arquitectura en Inglaterra, Penrose se fue a vivir a Francia durante los años veinte, donde hizo amistad con Picasso y Max Ernst. A mediados de los años treinta volvió a Londres, donde abrió una galería de arte desde la que se dedicó a impulsar la carrera de creadores como Ben Nicholson, Barbara Hepworth, Naum Gabo o Henry Moore, entre muchos otros; y, tras la II Guerra Mundial, funda, junto al crítico de arte y escritor Herbert Read, el ICA (Instituto de Arte Contemporáneo en Londres). Entre las actividades de Penrose en el ICA se encuentran la organización de exposiciones y la edición de publicaciones especializadas, cuyo objetivo era el de apoyar la carrera de artistas poco conocidos en Inglaterra, como Picasso, Miró, Man Ray, Ernst o Tapies.
En esta época, a finales de la década de los treinta, Penrose conoce a la fotógrafa norteamericana Lee Miller (1907-77), también asociada a la órbita surrealista, y con quien se casará en 1947. Poco después, el matrimonio adquiere la granja Farley, que no sólo se convierte en su hogar durante las décadas siguientes, sino que llegará a constituirse en centro de referencia para el grupo de creadores europeos relacionados con el Surrealismo, pues es en esta granja donde el matrimonio deposita gran parte de su colección de arte, y donde amigos como Picasso pasarán largas temporadas.
Con la muerte de Lee, Roland decide donar parte de su colección de arte a la Galería Nacional de Arte Moderno de Escocia. Su hijo, Anthony Penrose, continuará con esta tradición tras la muerte de Roland y, en 1996, la galería recibe la increíble donación de los archivos personales que Roland Penrose había compilado durante su vida, como promotor y mecenas artístico.
Entre la gran cantidad de documentación disponible, destaca especialmente la relativa a Picasso: un gran número de fotografías, realizadas por la propia Lee durante las visitas del pintor a la granja; o por fotógrafos de prensa, con ocasión de las diversas exposiciones y actividades organizadas por el matrimonio, para promocionar el trabajo del pintor malagueño en Inglaterra; cartas manuscritas intercambiadas entre ambos; ediciones dedicadas por Picasso a Penrose de libros de artista -publicados en edición limitada, para coleccionistas-; los diarios anuales del propio Penrose, en los que se da cuenta detallada de cada una de las visitas, exposiciones, precios de obras, etc.; un ejemplar manuscrito por el propio Picasso de El deseo atrapado por la cola, la obra de teatro que escribe en 1941; o un ejemplar decorado a mano de Góngora, la publicación homenaje al poeta que Picasso realizó en 1948, entre otras maravillas.
Además del interés de los archivos, el museo contiene una importante colección del arte contemporáneo que no hay que perderse. Compuesto por dos imponentes edificios neoclásicos del siglo XIX -originalmente instituciones para huérfanos- y situados en una amplia zona verde al norte de la ciudad, en los jardines nos encontramos con esculturas de Tony Cragg, Barbara Hepworth, Henry Moore o Rachel Whiteread. Entre estas, destaca la imponente composición Landform Ueda, de Charles Jencks, en la entrada del conjunto.
En el interior del museo podemos contemplar obras de Matisse, Picasso y de autores franceses y rusos asociados al Cubismo y a las vanguardias expresionistas de principios de siglo; obra de post guerra de Francis Bacon, David Hockney, Andy Warhol o Lucian Freud; y ejemplos más recientes de Antony Gormley, Gilbert & George o Tracey Emin, entre muchos otros. La galería cuenta también con una importante representación de arte escocés contemporáneo, con la producción del creador Dadá y Surrealista Eduardo Paolozzi, como ejemplo sobresaliente.
Así, de Edimburgo puede decirse que no es solo una ciudad de gran belleza e interés histórico, sino que además cuenta con una oferta cultural -al igual que Londres- sin parangón en el Reino Unido, lo que la convierte lugar de visita indispensable para cualquier amante del arte, la historia y la cultura.
http://leyendoelmundoconlospies.wordpress.com/ | Octubre 2013
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