El fantasma de la Dama Blanca
Una mujer afirma haber sido sanada por una presencia fantasmal
Normalmente cuando se habla de apariciones fantasmales la mayoría de personas asocian este fenómeno con misteriosas sombras en movimiento o con aterradoras presencias extrañas. Según los testigos estos encuentros implican disminución drásticas de las temperaturas, misteriosos golpes, además de una sensación de ansiedad, expectación, y en algunos casos incluso fenómenos violentos.
Pero en otros casos, las apariciones fantasmales son sinónimo de protección para las personas en peligro. Estos fantasmas son considerados seres espirituales que están “asignados” para ayudar a las personas de varias maneras. Y este es el caso de Diane Berthelot, quien afirma que fue sanada por una aparición fantasmal conocida como la Dama Blanca cuando visitó una iglesia durante unas vacaciones de verano en familia.
El fantasma de la Dama Blanca
La Sra. Berthelot había estado enferma durante meses después de que le extirparan su vesícula biliar, un hecho que le obligó a medicarse continuamente mediante potentes antibióticos para combatir una infección. Diane había decidido escapar de sus continuos dolores con unas vacaciones a Norfolk, Inglaterra, en 1975. A su llegada al pueblo de Worstead, Diane decidió descansar y escapar del calor en la iglesia local.
Mientras estaba sentada en un banco en el interior de la iglesia para recuperarse, su marido Peter y su hijo David decidieron recorrer la iglesia para poder tomar unas fotografías. Diane recuerda vívidamente ese momento, y como empezó a sentir un hormigueo “cálido y confortable” en todo su cuerpo mientras estaba sentada en el banco de madera con los ojos cerrados y la cabeza gacha.
Cuando se sintió mejor, toda la familia salió de la iglesia sin pensar en el incidente que había experimentado Diane hasta seis meses después, cuando revelaron la película de la cámara fotográfica con la intención de llevar a cabo una presentación de las fotografías sobre sus vacaciones en el pequeño pueblo de Worstead a sus amigos en su casa de Chelmsford.
La misteriosa fotografía
Mientras estaban realizando el pase fotográfico todos los presentes pudieron observar que una de las fotografías mostraba claramente una mujer que llevaba un sombrero y un vestido de color claro, como de otra época, sentada tras la señora Berthelot en un banco detrás de ella.
“Cuando vimos la figura blanca que se encontraba sentada detrás de mí en la pantalla del proyector, nos quedamos con la boca abierta”, dijo Diane. “Mis piernas comenzaron a temblar. Esta sensación finalmente envolvió todo mi cuerpo. Era una sensación agradable y reconfortante”.
Su marido Peter quiso añadir:
“Había estado caminando por la iglesia mirando varias cosas. Me volví, vi a Diane sentada allí y le hice la fotografía. Yo no vi a nadie detrás de ella, pero es una imagen muy clara. Es increíble”.
Al verano siguiente volvieron a la Iglesia de Santa María en Worstead y mostraron la fotografía al párroco, quien les habló de una leyenda local que habla de la Dama Blanca, una conocida curandera que aparece cuando alguien tiene una enfermedad.
El folclore local también habla sobre un hombre se subió al campanario de la iglesia en la víspera de Navidad en 1830, con la intención de besar a la Dama Blanca si la veía. Sus amigos más tarde lo encontraron acurrucado en un rincón, susurrando: “La he visto, la he visto”, antes de morir. Sin embargo, la señora Berthelot, que ahora tiene 81 años y que vive en North Walsham, Norfolk, cree que su experiencia con el fantasma de la Dama Blanca fue muy positiva, curando su enfermedad además de su bienestar espiritual a lo largo de toda su vida.
Diane y Peter Berthelot
Y durante décadas, después de aquel primer encuentro el sábado 02 de agosto 1975, dice que experimentaba la misma sensación de hormigueo cada vez que miraba a la foto. Ella explicó:
“Siempre sentí que era una bendición porque toda mi vida cambió después de la increíble experiencia, nos dimos cuenta de que la Dama Blanca se había sentado detrás de mí. Esto me inspiró a escribir poesía. Recuerdo la sensación que envolvió todo mi cuerpo cuando estaba sentada en ese banco como si fuera ayer”.
Diane también quiso dejar claro que ella no creía ni en fantasmas ni espíritus y tampoco era una religiosa devota. Pero después de haber sentido esa misteriosa sensación y de haber visto la fotografía a día de hoy cree en los fantasmas.
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