‘Mis ideas perversas’, de Cris Cros
Por Jose Rasero
Cris Cros nace en San Sebastián en 1980, se traslada a Cáceres en 1997 y, ya con su hijo en brazos, cursa Educación Social en la UNED. Hoy día vive y trabaja –o no- en Cáceres, y continúa plasmando sus relatos y dibujos por la red. Su peculiar, inquieta y felina visión (de aquello que la rodea y de los sucesos del día a día) campa a sus anchas en Mis ideas perversas (Ed. Alternativa Luz de Luna. 2011), un libro con cuarenta y seis entradas que son como miradas reflexivas y curiosas de las que brotan manojos de tréboles de cuatro hojas.
Mis ideas perversas surge tras años de publicar entradas en su blog: Emblogada. Al ser este un fenómeno que cada vez prolifera más, definitivamente deberíamos comenzar a hablar de un nuevo género (o subgénero, quizás) literario: las entradas (o posts) de los blogs (o bitácoras). A medio camino entre el relato corto, las anotaciones de un Diario y los microrrelatos -no es este el lugar, en todo caso, para delimitar o definir su estructura y características- se han convertido hoy por hoy en toda una realidad. Y como siempre que hablamos de literatura (en cualquiera de sus géneros) habremos de diferenciar, como premisa irrenunciable, entre la mala y la buena. Mis ideas perversas apunta a la segunda categoría. A un correcto y personal uso de la lengua Cris Cros suma ese plus necesario para alcanzarla: captar lo oculto (¿alguien sabía que cuando se presiona la tapa metálica de un bote de cacao hace un pop mágico que todo lo cura?), plantearnos cuestiones diferentes (¿hay poesía en las matemáticas?), abrir puertas sibilinas (resulta impresionante la de cosas que podemos aprender -ajenas todas a ella- estudiando una oposición) e incluso reconciliarnos con la vida (‘estoy mal de la cabeza, no del corazón’).
La prosa sencilla, rápida, a veces con destellos poéticos, de su autora nos acompaña a través de su mundo asimétrico, sorprendente, fresco, lleno de humor, paradojas, complicidades con el lector, surrealismos sobre la reencarnación, tribulaciones de pareja o de soledad, peripecias gatunas, instrucciones imposibles para resolver el cubo de Rubik o joyitas como, por poner un ejemplo: ‘El árbol de la dispersión’.
Mis ideas perversas fue presentado en noviembre de 2011 en Cáceres y ha destinado la mitad de sus beneficios a la Asociación Socio-Cultural de Aldea Moret desde la que, entre otras cosas, se lucha contra el absentismo escolar, se promueven programas de empleo o se realizan diversos talleres culturales y creativos.
Posteriormente la poeta de origen valenciano afincada en Jerez, Dolors Alberola, (ganadora, entre otros muchos y prestigiosos certámenes, de la IX edición del Premio de Poesía César Simón) lo presentó en la ciudad gaditana definiéndolo como “un delicioso volumen, formado por unas delicadas y amenas historias cotidianas, cada una de las cuales tiene un curioso sesgo que la aparta un poco de lo habitual, sin dejar la sencillez del relato, pero imprimiéndole una gracia especial”.
Jose Rasero