MIradas
Hay ciudades muy fáciles de mirar, que se dejan mimar por las cámaras a la vez que seducen y atrapan para siempre al fotógrafo y viajero inquieto. Lisboa es una de ellas. Una luz que es pura belleza derramada, unos barrios con ese punto decay tan fotogénico, sus gentes llenas de encanto y dignidad, y esa saudade imposible de traducir que flota en el ambiente y sientes según caminas por la Alfama. Ciudad que mira hacia adelante sin olvidar su historia, que acoge sin perder su esencia. El paraíso de las siete colinas.
Si ya el alma lisboeta es suficiente para alterarles como adolescentes, descubrir las miradas y los rostros de C215 en sus paredes puede provocar enajenamientos mentales, transitorios o no. Confieso que no soy objetivo, Lisboa me tiene completamente enamorado, pero fue un autentico y absoluto placer recorrer la ciudad blanca en pos de las intervenciones de C215 y sus rostros, aquí los tienen:
Arte en la calle @r2hox / @artenlcalle