Sofía, una capital llamada «sabiduría»
Por: Héctor Anaya
Sofía, palabra griega que significa sabiduría, es una de las ciudades más antiguas y la capital de Bulgaria
Cuando un turista viaja a uno de los llamados Países del Este, debe de olvidarse de encontrar ciudades modernas al estilo occidental. Las ciudades de Europa oriental, bajo el control comunista durante varias décadas, han vivido gran parte de su historia reciente al margen de la Europa occidental, y ello podemos verlo en sus costumbres, edificaciones y folclore.
Situada al pie de la montaña de Vitosha y debido a su estratégica situación Sofía fue habitada por diferentes naciones a lo largo de los siglos: tracios, romanos, bizantinos, eslavos y turcos. Gracias a esta mezcla de culturas, podemos encontrar una gran variedad de testimonios arqueológicos y una cultura rica y variada, lo que queda reflejado en su folclore y gastronomía.
Entre los monumentos que exigen una visita obligatoria encontramos: la sinagoga de Sofía, sinagoga sefardí más grande de Europa; la mezquita Banya Bashi, que quiere decir “mezquita de los baños”, construida en el siglo XVI; la catedral ortodoxa de Alexandre Nevsky; la avenida de Ploshad Sveta Nedelya, en la que se encuentran varias iglesias cristianas, algunas de gran antigüedad como la Sveta Sofia y la iglesia ortodoxa de San Nicolás. Como el lector habrá podido apreciar, en Sofía han convivido las más variadas religiones y tradiciones durante toda su historia.
Además de estos monumentos religiosos, encontramos otros como la estatua de Sofía, monumento reciente levantado en el 2001; el Club Militar, ubicado cerca de la galería nacional de arte; la Casa del Partido Comunista, levantada en 1956 como símbolo de poder en la plaza Nezavisimost; el monumento al Soldado Desconocido, que conmemora a los soldados búlgaros muertos en las diferentes guerras; el teatro Iván Vazov; y el Parlamento búlgaro.
La moneda oficial es el lev búlgaro; 1 EURO = 1,955 leva. En la mayoría de lugares exigen a los turistas que hagan los pagos en efectivo, ya que no se aceptan tarjetas de crédito.
El idioma con el que un turista puede desenvolverse es el inglés o búlgaro, ya que ni el francés, español o italiano son hablados en la capital.
En lo relacionado a la gastronomía, Sofía mezcla las comidas tradicionales del país, con las comidas típicas balcánicas y los platos europeos; lo que hace de su gastronomía algo único y exquisito. Algunos de sus platos más típicos son: el tarator, semejante al gazpacho andaluz, mezcla en una sopa fría pepinos, yogur, ajos, y nueces; Kyopoolu, a base de berenjena; Pastarma, salchicha de ternera secada de manera similar al jamón español; Kavarma que consiste en trozos de carne de cerdo con cebollas guisadas, servido en pequenas cazuelas de cerámica; y la Moussaka.
En definitiva, Sofía será una ciudad que a pesar de su pobreza económica, enamorará al visitante gracias a las sorpresas que aguarda en su interior.