Arquitectura ecológica
Uno de los mejores ejemplos de construcción sostenible con árboles enteros lo hemos encontrado en Wisconsin (E.E.U.U.) en una empresa dedicada a la arquitectura ecológica.
Los troncos enteros, a diferencia de los productos que se obtienen de ellos, son muy resistentes al fuego y además actúan como eficaces sumideros de dióxido de carbono.
Los árboles siempre se obtienen en bosques locales gestionados de forma sostenible; en los que se aprovechan los árboles caídos, enfermos, aquellos de zonas donde es muy elevada la densidad o los ejemplares de árboles invasores que desplazan a las especies autóctonas. Se eligen también aquellos que al ser cortados no perjudican con su caída a los ejemplares que hay alrededor.
El proceso de construcción de una nueva casa comienza con la elección de estos árboles en el bosque cuando ya se ha planificado el diseño de la construcción.
Nunca se talan árboles con más de 25 centímetros de diámetro.
Una vez elegido el árbol se tala y elimina la corteza en el mismo bosque, para incorporarla como nutriente al suelo.
El árbol se deja secar durante meses sobre el terreno para que se endurezca la madera al perder de forma natural el agua de constitución, normalmente hasta la mitad de su peso. Con esto se pretende ahorrar petróleo en desplazar la madera y facilitar el manejo de los troncos.
Las pruebas realizadas sobre la resistencia estructural de la madera obtenida de esta forma indican que, para un peso similar, tienen la misma resistencia a la compresión que el acero y el doble a la tensión.
Luego sólo hace falta mucha imaginación para disponer los troncos de una forma estética y funcional en la vivienda.
Un ejemplo destacado de construcción ecológica haciendo un aprovechamiento sostenible de los bosques locales.