Osteoporosis, tratamiento y recomendaciones prácticas para prevenirla
Por Andrés Sierra
Foto: Tureumatologo
La osteoporosis (huesos porosos) ha adquirido proporciones gigantescas entre la población de los países industrializados. Como la composicón mineral de nuestros huesos es de aproximadamente 90% sales de calcio, hoy en día se ha generalizado la idea de que es la falta de calcio la causa de la osteoporosis, junto con el déficit de estrógenos. Sin embargo, aunque ambos factores ocupan un lugar importante en este proceso, existen muchos otros factores involucrados.
En la medicina natural, ponemos especial énfasis en todo un conjunto de malos hábitos de vida que contribuyen a incrementar el riesgo de sufrir osteoporosis, mismos que debemos evitar, tanto para prevenir, como también para tratar dicha enfermedad. Esta información resulta de mucho interes si tomamos en cuenta que el tratamiento convencional moderno implica el consumo de estrñogenos sintéticos que pueden producir cancer, entre muchos otros efectos scundarios nocivos.
En esta primera entrega abordo en general la cuetón de los malos hábitos de vida y otros factores causantes de la osteoporosis. En las siguientes entregas abordaré la desctripción de los alimentos y los suplementos benéficos para estos pacientes, así como también la presentación de algunas terapias indicadas en estos casos.
¿Qué es la osteoporosis?
Osteoporosis significa: “huesos porosos”.
Se trata de un padecimiento multifactorial, que se caracteriza por la perdida de densidad del hueso a largo plazo, con lo cual el riesgo de sufrir fracturas se incrementa. Es una enfermedad que genera dolor, incapacidad (por fracturas) y muerte asociada a la prolongada incapacidad generada por las fracturas. Aunque puede afectar a todos los huesos, es más severo el daño en la columna, las caderas y las costillas.
La osteoporosis implica un deterioro integral de los huesos, es decir que involucra tanto la estructura mineral, cuanto la parte llamada matriz del hueso (conformada por proteínas y carbohidratos).
Este hecho permite afirmar de entrada que el énfasis unilateral en el aporte de calcio, que ha marcado las campañas médicas contra la osteoporosis en las décadas recientes, es un equívoco. En efecto, la mera deficiencia del aporte nutricional de calcio genera una enfermedad llamada osteomalacia, pero no osteoporosis.
En la osteomalacia se presenta sólo falta de calcio en el hueso, por el contrario, en la osteoporosis se presenta falta de diversos minerales y también deterioro de la matriz del hueso.
Por desgracia, las campañas médicas modernas han centrado la atención del público en el calcio y las hormonas, olvidando la complejidad del problema. De hecho, podemos afirmar que el conjunto de mecanismos que regulan la salud e integridad del hueso no han sido todavía comprendidos a fondo. Sin embargo, sí se han identificado diversos factores que promueven está enfermedad, pero al público en general sólo llega la insuficiente y equívoca idea de que hay que tomar lácteos para prevenir la osteoporosis.
El hueso
El hueso es un tejido activo, que constantemente se esta construyendo (de lo cual se encargan las células llamadas osteoclástos) y reabsorbiendo o autodestruyendo, (de lo cual se encargan las células llamadas osteoblastos).
Durante la niñez y la juventud producimos más rápidamente hueso de lo que lo destruimos, pero aproximadamente entre los 30 y los 40 años de edad esto se invierte y comenzamos a perder más hueso del que producimos. De suerte que haber generado una buena masa ósea durante la juventud resulta esencial para evitar la osteoporosis durante la vejez.
El equilibrio del metabolismo óseo es un complejo proceso, en el cual intervienen mecanismos hormonales, digestivos, procesos hepáticos y renales, y una amplia gama de nutrientes.
Además, hay que insistir en que el hueso está formado no sólo de minerales (2/3) sino también por una matriz intersticial (1/3), conformada de proteínas y carbohidratos. La regulación e intervención de todos estos factores sólo ha sido parcialmente comprendida.
Tipos de osteoporosis
1) Menopáusica: asociada con alteración hormonal, mujeres de 50 a 75 años de edad.
2) Senil: personas mayores de 70 años, (afecta dos veces más a mujeres que hombres).
3) Secundaria: inducida por fármacos o problemas de salud.
4) Juvenil idiopática: en niños, jóvenes y adultos jóvenes, sin una causa aparente.
Diagnóstico de la osteoporosis
El método más utilizado es la medición de la densidad del hueso mediante rayos x.
En este examen se utilizan dos parámetros:
Índice T (T.score): compara la densidad mineral del hueso del paciente, con la de una persona saludable de 25 a 30 años de edad, caucásico, del mismo sexo que el paciente.
Índice Z (Z-score): compara la densidad del hueso del paciente con la de una persona del mismo sexo, edad y grupo étnico que el paciente.
Valores establecidos por la OMS
Mayor a -1 T | Normal |
Entre -1 y -2,5 T | Osteopenia |
Menor a -2,5 | Osteoporosis |
Menor a -2,5 y haber sufrido una o más fracturas por fragilidad | Osteoporosis establecida. |
Incidencia de la osteoporosis
La osteoporosis se ha convertido en una pandemia al interior de las naciones industrializadas y las proyecciones a mediano y largo plazo hablan de un incremento constante de la enfermedad.
En los Estados Unidos, por ejemplo, unos 44 millones de personas presentan osteopenia (una disminución de la densidad del hueso que puede llevar hasta la osteoporosis), y 20 millones presentan osteoporosis.
A nivel mundial mas de 200 millones de personas, sufren de osteoporosis y su incidencia va a la alza.
En los Estados Unidos se producen anualmente 15 millones de fracturas, a causa de la osteoporosis y se gastan 27 mil millones de dólares para su atención médica.
En ese país mueren más mujeres por osteoporosis, que por cáncer de mama y de útero (combinados).
A nivel mundial la osteoporosis afecta a 1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años y 1 de cada 8 hombres en ese mismo rango de edad.
Cada 30 segundos, en Estados Unidos, se produce una fractura asociada con osteoporosis, y en la Unión Europea, cada 30 segundos se produce una fractura de cadera asociada con dicha enfermedad.
En el 2007, 200 millones de mujeres a nivel mundial recibieron un diagnóstico de osteoporosis. Estas cifras inciden del modo siguiente según la edad:
– 1 de cada 10 mujeres de 60 años.
– 2 de cada 10 mujeres de 70 años.
– 4 de cada 10 mujeres de 80 años.
– y 6 de cada 10 mujeres de 90 años.
En el 2006 , a nivel mundial , ocurría una fractura en general por osteoporosis cada 3 segundos y una fractura vertebral cada 22 segundos. Para el 2050, se considera que las fracturas de cadera en los varones habrán crecido en un 310% y en las mujeres en un 240%.
Cifras anuales en Estados Unidos
Fracturas por osteoporosis | 1500000 |
Ataques cardiacos | 500000 |
Embolias | 225000 |
Cáncer de mama | 184000 |
Cáncer de útero, ovario y cerviz | 76000 |
Antes de seguir adelante es necesario hacer un breve comentario sobre este panorama mundial de la osteoporosis. Como bien puede verlo el lector las cifras son apabullantes. Surge de inmediato la pregunta acerca de las causas de dicha enfermedad. La medicina moderna nos la presenta como algo concomitante al proceso de envejecimiento humano: cambios hormonales y metabólicos, y nos ofrece, básicamente, hormonas y calcio para su tratamiento, amen de otra serie de fármacos.
Sin embargo la evidencia habla en contra de esta perspectiva:
- ¿Por qué va en incremento? ¿Por qué impacta sobre todo a las poblaciones de las naciones industrializadas?
- Si la solución fuera el aporte de calcio, ¿Cómo explicar que las naciones con más alto consumo de calcio, como los Estados Unidos, tienen altísimos índices de incidencia de osteoporosis, en contraste con países y/o grupos poblacionales que presenta un consumo más bajo de calcio?
Resulta evidente que debemos abordar más detenidamente el asunto. Por fortuna, según veremos, podemos hacer mucho para prevenir y tratar con eficacia esta enfermedad.
¿Quién tiene riesgo de sufrir osteoporosis?
Existen varios factores de riesgo inalterables que influyen en su incidencia:
Edad: conforme envejecemos perdemos masa ósea. Esto comienza en la tercera década de la vida: usualmente perdemos entre 0.5 y el 1% de nuestra masa ósea por año. La pérdida de hueso se produce lenta pero continuamente, de manera silenciosa y diversos factores pueden conducirnos hasta la osteoporosis. Al envejecer disminuye la absorción intestinal de minerales y nutrientes críticos para los huesos, y además nuestro metabolismo funciona de manera menos eficiente.
Sexo: la osteoporosis afecta prioritariamente a las mujeres postmenopáusicas. En Estados Unidos, por ejemplo, el 80% de los casos son mujeres. En los años iniciales de la menopausia la mujer puede experimentar un rápido incremento de la pérdida de masa ósea (pasar del 1% de pérdida anual al 7%).Pero a la edad de 75 años el riesgo de sufrir osteoporosis casi se iguala para ambos sexos.
Raza: las mujeres blancas y las asiáticas, tienen el mayor riesgo de osteoporosis, las de raza negra, el menor.
En los Estados Unidos las mujeres de origen asiático, mayores de 65 años, tienen el doble de incidencia de fracturas que las afroamericanas.
Las causas de la osteoporosis.
Antecedentes familiares
El tener parientes cercanos con osteoporosis incrementa notoriamente el riesgo de sufrirla, se estima que este incremento puede ser de 60% a 80% si se tienen un familiar en primer grado que haya sufrido osteoporosis.
Bajo peso
Estar excesivamente delgado, es decir, tener un nivel de grasa corporal muy bajo, inhibe la síntesis de progesterona y de estrógenos y contribuye a incrementar el riesgo de sufrir osteoporosis.
Causas asociadas con la vida moderna
Hasta aquí ha quedado establecido un panorama según el cual la osteoporosis podría ser vista como una pandemia inherente a la prolongación del promedio de vida en la sociedad moderna, y por lo tanto, se nos presenta como algo asociado con el proceso de envejecimiento.
Pero, si bien, resulta evidente que la osteoporosis es una enfermedad propia de la tercera etapa de la vida, y en la cual juegan un papel importante los cambios hormonales femeninos, es necesario señalar que existen diversos factores dentro del estilo de vida moderno que pueden explicar el incremento rampante de esta enfermedad en la actualidad.
La vida sedentaria
Según veremos, existen diversos factores- además del hormonal y la edad que contribuyen a la osteoporosis, como el tabaco, el café, el alcohol, el azúcar, el exceso de proteínas y de sodio, etc. pero el factor más determinante de todos es la actividad física. El ejercicio físico, es el principal factor determinante de la densidad ósea.
Algunos estudios han observado que 1 hora de ejercicio moderado, tres veces por semana, es suficiente para prevenir la pérdida de masa ósea e inclusive ayuda a incrementarla en las mujeres postmenopáusicas.
Por el contrario, yendo al extremo opuesto, la inmovilización, incrementa al doble la excreción urinaria y fecal del calcio, generando un problema severo de desbalance en el metabolismo de dicho mineral.
Inclusive la aplicación de un yeso o un inmovilizador para tratar una fractura, genera desmineralización del hueso.
Es importante señalar que el tipo de ejercicio que se debe realizar para fortalecer el hueso debe ser cargando el peso corporal (así, por ejemplo, la natación no tiene un efecto marcado) y que deben evitarse ejercicios de alto impacto.
Levantar pesas puede resultar muy benéfico, pero por supuesto siguiendo una rutina moderada, que evite el riesgo de fracturas o lesiones por cargar pesos excesivos.
Tabaquismo
El tabaquismo genera varios efectos negativos sobre la salud del hueso.
- Inactiva la acción del estrógeno sobre los osteoclastos, (células del hueso, encargadas de la reabsorción del hueso. El estrógeno normalmente atenúa el proceso de reabsorción (destrucción) del hueso. Además el tabaquismo disminuye los niveles de estrógeno en la sangre.
- Por otro lado, el tabaquismo disminuye la expulsión pulmonar del bióxido de carbono, y genera retención del mismo, incrementando así los niveles de ácido carbónico en la sangre. El cuerpo contrarresta dicha acidez extrayendo minerales de los huesos, que luego son expulsados por vía urinaria. Normalmente los fumadores son menos activos físicamente.
Por todo esto, las mujeres fumadoras generalmente sufren de osteoporosis más tempranamente que aquellas no fumadoras.
- El tabaco es la principal fuente de contaminación por cadmio, un metal pesado que puede afectar a los huesos.
De echo, dejar de fumar forma parte esencial del tratamiento natural de la osteopenia y la osteoporosis y es indispensable para quien desee tener una masa ósea saludable.
Alcohol
Consumir más de tres copas por día ejerce un efecto negativo sobre los huesos:
- El consumo crónico de bebidas alcohólicas puede producir hiperparatiroidismo, lo cual a su vez acelera la expulsión de calcio del hueso hacia la sangre.
- El alcohol inhibe la producción de las enzimas renales y hepáticas que actúan en el metabolismo de la vitamina D (ver más adelante).
- El alcohol disminuye la acción de las hormonas, afectando sobre todo a la testosterona, por el cual inhibe la actividad de producción del hueso (osteoclastos).
- El exceso de alcohol incrementa la producción de cortisol, que a su vez genera una disminución de la producción de hueso y aumenta la destrucción del mismo.
- El alcoholismo se acompaña de mala nutrición, genera efectos tóxicos sobre los osteoblastos productores del hueso, y al mismo tiempo acelera la acción de los osteoclastos, encargados de destruir el hueso.
El alcohol genera pues un profundo desbalance del metabolismo óseo. Al detener el consumo del alcohol se recupera la actividad de los osteoblastos.
La cafeína y el stress.
La cafeína ejerce un efecto diurético e incrementa la excreción de calcio por vía urinaria, la cafeína actúa por 3 horas, no todo el día.
Este efecto de la cafeína puede ser ligero si:
- no se consumen mas 400 mg al día
- si la dieta aporta suficiente calcio (600 mg o mas al día)
Una taza de café aporta aproximadamente 150 mg de cafeína, y una coca-cola de 300 ml aporta 45 mg.
Por otra parte, digamos que la cafeína estimula las adrenales y contribuye al stress. Ya comentamos cómo afecta al metabolismo óseo un incremento de la producción de la hormona cortisol, cuya producción se incrementa con el stress.
Azúcar refinada
Existe una correlación directa entre la cantidad de consumo diario de azúcar refinada y el nivel de expulsión de calcio por la orina.
Refrescos
Cuando los niveles de fosfatos se elevan en la sangre y los niveles de calcio bajan en correlación, el organismo extrae calcio de los huesos para reequilibrar el balance de fosfatos y calcio, posteriormente, los riñones excretan por vía urinaria el calcio sobrante de la sangre.
Las bebidas gaseosas que contienen altas cantidades de fosfatos (como los refrescos de cola), contribuyen al desbalance de los niveles de calcio. A estos refrescos se les añaden cantidades elevadas de fosfato para disolver el exceso de azúcar que contienen y mejorar el sabor.
La contribución del hiperconsumo de refrescos en México a la pandemia de osteoporosis, seguramente habrá de pronunciarse en las próximas décadas. Esto debido al hecho de que cada vez más, los niños y los jóvenes consumen grandes cantidades de refrescos, lo cual puede afectar la formación de su masa ósea durante los primeros 25 años de vida, que constituye uno de los factores determinantes, si no es que el más importante, del riesgo de sufrir osteoporosis.
MEXICO ES EL CAMPEÓN MUNDIAL DE CONSUMO DE REFRESCOS, DE ACUERDO CON LA ENCUESTA NACIONAL DE SALUD Y NUTRICIÓN 2012, EL CONSUMO PER CÁPITA POR AÑO EN NUESTRO PAÍS ES DE 173 LITROS POR AÑO. SI CALCULAMOS SOBRE UNA POBLACIÓN DE 110 MILLONES ESTO SIGNIFICA UN CONSUMO ANUAL 19 MIL MILLONES DE LITROS POR AÑO.
ALTO CONSUMO DE PROTEINAS ANIMALES
Se ha observado una asociación entre alto consumo de proteínas de origen animal e incidencia de osteoporosis.
Desde fines de los 60´s algunos investigadores señalaron que el organismo disuelve hueso con el fin de liberar minerales hacia el torrente sanguíneo para contrarrestar la acidez excesiva.
La proteína de origen animal (huevo, lácteos, carne) genera un balance ácido en nuestro organismo al ser metabolizada, por el contrario, las frutas y las verduras nos alcalinizan y combaten la acidez.
En un extenso estudio, un grupo de investigadores comparó los datos arrojados por 34 estudios realizados en 16 países diferentes para establecer si existía una correlación entre incidencia de fracturas de la cadera y niveles de consumo de proteína animal, los investigadores encontraron una fuerte correlación entre el consumo de proteínas de origen animal y la incidencia de fracturas de la cadera, que no tenía explicación en referencia a los niveles de ingesta de calcio, ni de calorías en la dieta.
Esto ha sido confirmado por estudios sobre esquimales, uno de los pueblos con más alta ingesta de proteínas (y más baja ingesta de frutas y verduras).
Los esquimales consumen mas de 200 gr. por día de proteínas, los norteamericanos alrededor de 75 gr. por día, por poner una comparación. esta es la causa probable de que los esquimales presentan una pérdida de masa ósea mayor y a edades más tempranas que la población asiática de los Estados Unidos (que tiene el mayor riesgo de osteoporosis en ese país).
Mencionemos sin embargo, que existen al menos otros dos estudios que no encontraron diferencia de masa ósea, ni del metabolismo del hueso, al comparar mujeres pre y postmenopáusicas que llevaban dieta vegetariana y dieta omnívora.
En todo caso hacen falta más estudios.
Sin embargo los dos factores que caracterizan a la dieta vegetariana, menos carnes, más frutas y verduras, por supuesto que tienen su impacto en la prevención de la osteoporosis.
Ahora bien, en este punto es necesario traer a colación los trabajos de la Medicina Evolutiva, que han llevado a la reivindicación de la Dieta del Paleolítico, misma que existió durante unos 2.5 millones de años. La dieta paleolítica, si bien tenía variaciones ecoambientales y culturales, presentaba algunos parámetros contrastantes con la dieta propia de la civilización y más aun con la alimentación propia de la era industrial: no se consumían lácteos, no se consumían cereales. La dieta se conformaba de alimentos de origen animal y de grandes cantidades vegetales silvestres. Podemos afirmar entonces que no es simplemente el consumo de cantidades importantes de proteínas animales lo que produce el desbalance ácido/ base que lenta pero sistemáticamente nos desmineraliza, sino un alto consumo de proteínas animales acompañado de un bajo consumo de vegetales. Lo cual nos da pie para el siguiente apartado.
Consumo de frutas y verduras
La dieta moderna se asocia típicamente con un descenso progresivo del consumo de frutas y de verduras.
Existen algunos estudios que han demostrado la importancia de mantener un consumo elevado de frutas y de verduras para la salud ósea.
En un estudio llevado a cabo entre los participantes sobrevivientes del famoso estudio sobre salud cardiaca conocido con el estudio Framinghan del corazón, se valoró la correlación entre el tipo de dieta, el consumo de suplementos y la densidad de la masa ósea, medida en la cadera y el antebrazo, de este grupo de personas de edad avanzada.
El consumo de frutas y verduras se asoció tanto en hombres como en mujeres con una mayor en densidad de la masa ósea.
Además el declive de la masa ósea en los años subsecuentes fue menor entre quienes consumían en mayor cantidad dichos alimentos.
También se observó una correlación directa entre la ingesta de magnesio y potasio y la densidad de los huesos.
En otro estudio se revisaron los hábitos alimenticios pretéritos de mujeres pre menopáusicas y se observó que había una correlación entre una historia de alto consumo de frutas y de verduras y una mayor densidad ósea de la espina dorsal y del trocánter.
Una posible explicación de dichos efectos, estriba en el aporte de magnesio y potasio obtenido a través de la dieta. Ambos minerales ejercen un efecto alcalinizante, con lo cual disminuyen la pérdida de masa ósea y la expulsión de calcio por la orina. De hecho, se sabe que las frutas y los vegetales producen un balance alcalino (antiácido) en el organismo, mientras que las carnes, el queso y el pescado pronuncian la acidez del organismo.
La dieta moderna con alto consumo de proteína y grasas animales, alto consumo de carbohidratos refinados y chatarra (también acidificantes) y bajo consumo de frutas y verduras, genera una progresiva acidificación del organismo, que obliga al cuerpo a extraer minerales de los huesos para equilibrar el PH., con el consiguiente incremento de la expulsión de minerales por vía urinaria.
Debemos señalar que las frutas y las verduras aportan además, todo un conjunto de minerales y de oligoelementos que son fundamentales para nuestros huesos.
Alto consumo de sodio
La distorsión de la proporción en el aporte de sodio y potasio es uno de los más graves desequilibrios de la dieta moderna. Hay aporte de sodio en todos los alimentos que contienen sales compuestas a base de sodio, como:
propionato de sodio, bicarbonato de sodio, citrato de sodio, glutamato de monosódico, nitrato de sodio, nitrito de sodio, bisulfito de sodio, benzoato de sodio, caseinato de sodio, lactato de sodio, etc.
La alimentación de nuestros antepasados cazadores recolectores era rica en potasio y muy baja en sodio. La dieta moderna es por el contrario rica en sodio y baja en potasio. Según el dr. Dieter Loeuu, profesor de la Universidad de Wuppertal, en Alemania, la ingesta de sodio en los países modernos llega a ser 10 veces mayor a lo que consumían nuestros antepasados.
Los investigadores modernos recomiendan una ingesta de potasio:sodio 5:1, es decir 5 veces más potasio que sodio. En los Estados Unidos dicha proporción es de 1:2, es decir que el norteamericano promedio ingiere el doble de sodio que de potasio. Las frutas y las verduras tienen una proporción en 50:1, 50 partes de potasio por 1 parte de sodio y una dieta natural rica en vegetales y con bajo consumo de productos industrializados genera una proporción 100:1.
El desequilibrio del apote de sodio y potasio en la dieta moderna llega a incrementar hasta en 30% la excreción urinaria de calcio.
Fármacos
Diversos fármacos, pueden incrementar el riesgo de sufrir osteoporosis.
He aquí los más importantes:
Esteroides: cuando se utilizan durante periodos prolongados inhiben tanto la reabsorción del hueso, como también la producción del hueso.
Medicamentos tiroideos: la tiroxina, hormona secretada por la tiroides estimula la salida de minerales de los huesos hacia la sangre. Cuando hay hipertiroidismo esto puede ocurrir, pero también cuando se está bajo medicación para la tiroides.
Antiácidos con aluminio: su uso a largo plazo inhibe la absorción del calcio, y en general una situación de bajos niveles de ácido estomacal contribuyen a dificultar la absorción del calcio.
Anticonvulsivos: pueden inhibir la activación de la vitamina D a nivel del hígado.
Diuréticos de asa: son diuréticos que actúan sobre el así llamado asa de Henle. Este tipo de diuréticos incrementa la expulsión de calcio por la orina.
Heparina y Cumarina: anticoagulantes. Su uso a largo plazo puede afectar la salud ósea.
Antibióticos: especialmente la tetraciclina, pueden afectar la salud de los huesos.
En general los antibiótico (sobre todo usados por víater oral) al dañar con flora intensidad reduce la síntesis de la vitamina k1, y de ese modo afecta la salud del huesos (ver más adelante vitamina k).
Metrotexate: su uso a largo plazo puede dañar los huesos.
Litio: puede generar elevación de la hormona paratiroidea causando perdida excesiva del hueso.
Andrés Sierra es licenciado en Etnología. En 1983, por necesidades de cuidado de su propia salud, se acercó a las Medicinas Alternas. Desde entonces se ha dedicado al estudio, la práctica y la enseñanza de la Medicina Natural, con especial énfasis en el uso curativo de los alimentos.
Ha participado en numerosos programas de radio, y ha impartido múltiples cursos y diplomados en la materia.
Actualmente funge como subdirector académico de la Licenciatura en Medicinas Alternativas y Complementarias, impartida en la Escuela de Estudios Superiores en Medicinas Alternativas y Complementarias MASHACH en la ciudad de Puebla, y dirige el Centro Naturista “Naturalmar” en esa misma ciudad.