«Cantamos con voces distintas, pero cantamos sobre la misma Tierra»
Por Joanna Eede
Hacemos un recorrido por los rituales de los pueblos indígenas, fiel reflejo de su forma de vida. Marcan el paso de las estaciones, la fertilidad de los cultivos y los ciclos de la vida humana.
Muchas tribus viven sus vidas a través de sus rituales. Hay rituales que se celebran en honor de las tierras que son el sustento de los pueblos indígenas y tribales y de los espíritus que los protegen. Marcan el paso de las estaciones, la fertilidad de los cultivos y los ciclos de la vida humana./ Fotografía: © Eric Lafforgue
Se utilizan para purificar la tierra, poner al sol en su curso, ayudar a que las nieves se derritan para irrigar los cultivos y hacer que una partida de caza amazónica tenga éxito. Cuando los pueblos indígenas pierden sus tierras, como viene ocurriendo desde hace siglos, pierden sus medios de subsistencia. Pero también pierden la base de su identidad como pueblos y la inspiración para sus festivales./Fotografía: © Mirella Ricciardi.
Cuando a los pueblos indígenas y tribales se los arranca de las tierras que inspiran sus canciones, sus bailes, sus mitos y sus memorias, la consecuencia habitual es la depresión profunda. Esas son las piedras de toque creativas mediante las que se identifican: los rituales representan una miríada de imaginativas formas de interpretar la vida. Sin sus hogares, el tejido de su identidad se desmorona. Fotografía: ©Eric Lafforgue / Survival International
Los enawene nawes son expertos pescadores. Con las primeras luces del alba, hombres enawene nawes del estado de Mato Grosso, en Brasil, se reúnen frente al haiti, la casa de las flautas sagradas. Acaban de regresar de sus campamentos en la selva para celebrar la más importante ceremonia de pesca del año: el banquete Yãkwa./Fotografía: © Fiona Watson/Survival International
Yãkwa mantiene la armonía del mundo y consiste en un intercambio de comida de cuatro meses de duración entre los enawene nawes y los espíritus yakairiti subterráneos, que son los dueños de los peces y de la sal./ Fotografía: © Fiona Watson/Survival International
Durante los últimos años, sin embargo, la tribu ha tenido problemas para celebrar el Yãkwa debido al declive en la pesca, consecuencia de la deforestación y de la construcción de presas hidroeléctricas. Recientemente la UNESCO ha hecho un llamamiento para que se proteja de forma urgente el ritual Yãkwa, y se ha referido a él como “patrimonio cultural intangible”. Fotografía: © Fiona Watson/Survival Internationa.
Los indígenas awás de Brasil viven entre las selvas ecuatoriales de la Amazonia, en el oeste, y las sabanas del este. Durante su ritual de la luna llena, los hombres abandonan la Tierra para adentrarse en el iwa, el dominio de los espíritus. Con su oscuro pelo adornado con plumas de zopilote real, los hombres entran en comunión con los espíritus a través de un trance inducido por los cánticos. Este ritual sagrado dura hasta el amanecer./Fotografía: ©Toby Nicholas / Survival International
La selva de los awás está desapareciendo más rápido que la de cualquier otra zona indígena en la Amazonia brasileña. Más del 30% de uno de sus territorios ya ha sido arrasado para dejar paso a las haciendas ganaderas. En este proceso los awás han sido también testigos del asesinato de sus gentes a manos de los karaís, o no indígenas. Fotografía: ©Toby Nicholas / Survival International
Un juez federal de Brasil ha descrito la situación de los awás como un genocidio. Ahora son la tribu más amenazada de la Tierra./Fotografía: ©Toby Nicholas / Survival International
Cuando el aire se llena del polvoriento olor de la cúrcuma y las mujeres jóvenes se han teñido los brazos de su rico amarillo ha llegado el momento de una boda dongria kondh. Las colinas de Niyamgiri son una zona de frondosos bosques, profundas gargantas y bellas cascadas en el estado de Odisha, en el este de la India. La región es el hogar de la tribu dongria kondh, cuya supervivencia depende de su simbiótica relación con su entorno natural. Los dongrias veneran al dios de la montaña Niyam Raja Penu, y a su trono en Niyam Dongar, la Montaña de la Ley, de 4.000 metros de altitud./Fotografía: ©Jason Taylor / Survival International
Durante los festivales de la cosecha, los dongria kondhs sacrifican búfalos para su dios y un hombre sagrado corre por carbones ardiendo. Niyam Raja es nuestro dios y le rendimos culto, explica un hombre dongria. Veneramos las rocas, las colinas, nuestros hogares y nuestras comunidades. Su modo de vida está amenazado por la empresa minera Vedanta Resources, que está decidida a extraer bauxita de las colinas de Niyamgiri. La mina a cielo abierto dinamitaría la cumbre de Niyam Dongar, destruiría los bosques de Niyamgiri, perturbaría el curso de los ríos y acabaría con los dongria kondhs como pueblo floreciente y diferenciado./ Fotografía: ©Jason Taylor / Survival International.
Los festivales tribales también rinden homenaje a los diferentes ciclos de la vida humana. En el este de África, un joven masái toca el cuerno de un gran antílope kudu para reunir a los moranes para la ceremonia del e unoto, que anuncia la transición de adolescente moran a adulto. La ceremonia consiste en varios días de cantos y danzas./ Fotografía: ©Caroline Halley des Fontaine.
Grandes extensiones de tierra masái en Tanzania ya han sido ocupadas para la instalación de explotaciones agrícolas privadas, proyectos gubernamentales, parques naturales o concesiones de caza privadas. Nuestros antepasados lideraron a nuestro pueblo más allá de los horizontes más lejanos. Su fuerza y poder se ve en nuestras leyendas. No debemos seguir el camino de aquellas razas de hombres que han desaparecido de la faz de la tierra. Nos respalda nuestra cultura, y nuestro coraje, orgullo y noble verdad. Lemeikoki Ole Ngiyaa./ Fotografía: ©Caroline Halley des Fontaines
En Etiopía, antes de que un hombre hamar pueda casarse tiene que correr sobre una fila de ganado. Cubierto de excrementos para darle fuerza, un hombre debe correr por encima de hasta 30 cabezas de ganado cuatro veces, sin caerse. Si lo consigue, el hombre se convierte en maza: hombres que han superado con éxito este rito de paso./ Fotografía: ©Mario Gerth/Survival
El mundo de los espíritus es una presencia constante y una parte fundamental de muchas sociedades indígenas. Los chamanes yanomamis (xapiripë thëpë) están guiados por espíritus (xapiripë) y por la sabiduría de sus ancestros. Controlan las tormentas y advierten a los vientos, evitan que el cielo se caiga y usan sus poderes para garantizar el éxito en la caza, curan enfermedades y hacen huir a los espíritus hostiles./ Fotografía: ©Claudia Andujar / Survival International
La mayoría de los rituales yanomamis están floreciendo: Survival lideró una exitosa campaña internacional por la demarcación de su territorio ©Claudia Andujar / Survival International
La danza es una vibrante expresión de las creencias espirituales de los pueblos indígenas y tribales. En los estrechos valles del Hindu Kush, en Pakistán, el pueblo kalash celebra el solsticio de invierno con el festival de choimus, en el que las jóvenes bailan alrededor de hogueras mientras cantan himnos al espíritu de Balomain y ofrecen alimentos de temporada a sus ancestros.Fotografía: ©David Stewart-Smith / www.davidstewart-smith.com
Cuando los pueblos indígenas y tribales son expulsados de sus hogares, cuando sus tierras son destruidas en nombre del “progreso”, su sufrimiento salta a la vista: el alcoholismo, las enfermedades crónicas, la mortalidad infantil y el desempleo son, con frecuencia, las consecuencias de ser asimilados forzosamente a las sociedades dominantes. He construido mi hogar sobre la tierra y mis hijos y nietos son felices a mi alrededor. He construido mi iglesia sobre la tierra y nuestros pies descalzos la han endurecido con nuestros bailes. Akawaio, Guyana./ Fotografía: ©Eric Lafforgue / Survival International
Pingback: ¡Bienvenido seas 2024! - deusaperez.com